Corteo, una de las producciones más encantadoras de Cirque du Soleil vuelve a Barcelona, esta vez al Palau Sant Jordi en su versión para pabellones. Esta producción única, dirigida por Daniele Finzi Pasca, se estrenó por primera vez en Montreal bajo la Gran Carpa en abril de 2005 y ya ha sido disfrutada por más de 10 millones de personas, en 22 países distintos de 4 continentes.
Corteo, que significa cortejo en italiano, es una procesión alegre, un desfile festivo imaginado por un payaso. El espectáculo reúne la pasión del actor con la gracia y el poder del acróbata para sumergir al público en un mundo teatral de diversión, comedia y espontaneidad situado en un espacio misterioso entre el cielo y la tierra.
El payaso imagina su propio funeral el cual se lleva a cabo en un ambiente de carnaval clásico italiano, vigilado por silenciosos ángeles de la guarda. Yuxtaponiendo lo grande con lo pequeño, lo ridículo con lo trágico y la magia de la perfección con el encanto de la imperfección, el espectáculo resalta la fuerza y la fragilidad del payaso, así como su sabiduría y amabilidad, para ilustrar la porción de humanidad que hay dentro de cada uno de nosotros. La música se vuelve lírica y juguetona llevando a Corteo a través de una celebración atemporal en la que la ilusión se burla de la realidad.
Cirque de Soleil vuelve a la ciudad condal con uno de sus mejores espectáculos: Corteo. Si anteriormente lo vivimos inmersos dentro de su Gran Chapiteu, ahora el show se mueve exclusivamente en pabellones para llegar a un público más amplio.
Parece ser que Cirque du Soleil ha decidido apostar por presentar algunas de sus giras internacionales en pabellones, ofreciendo un espectáculo distinto a lo que nos tienen acostumbrados. Efectivamente, espectáculos tan grandes como Delirium o Toruk necesitaban un espacio considerable para ofrecerse al público; realizar un espectáculo de tales características y dimensiones en una gran carpa es sencillamente imposible. Pero, ¿qué pasa cuando un espectáculo tan sentido y cálido como Corteo se traslada a este nuevo formato? Pues que la espectacularidad y la cercanía que nos enamoró quedan relegados a un segundo plano.
Aun así, Cirque du Soleil nos presenta un Corteo que enamora al público presente en un escenario que se encuentra en el centro del pabellón y divide el lugar, con cada mitad del público frente a la otra mitad, lo que brinda una perspectiva única no solo del espectáculo, sino también de la vista de los espectadores por parte del artista. Una atmósfera como nunca se había visto en los espectáculos de pabellones de Cirque du Soleil, ya que normalmente siempre se han ajustado a una cuarta pared. El conjunto de cortinas, inspirado en la Torre Eiffel, y las cortinas centrales, que fueron pintadas a mano, dan una sensación grandiosa al escenario que establece el tono onírico y poético que Corteo necesita.
Los números que disfrutamos en esta versión de Corteo son sencillamente espectaculares. Las camas elásticas, las barras paralelas, las fantásticas acrobacias aéreas en candelabros que abren el espectáculo, o la joven contorsionista en un mástil, entre otros… hacen aplaudir a un público ávido de un circo de calidad que venerar. Y Corteo lo consigue metiéndonos de lleno en la tierna historia de Mauro. Vítores y aplausos elevaron una tímida noche de estreno que predice un viaje inolvidable a sus asistentes a la fiesta.
Corteo visitará tres ciudades españolas en su gira internacional: Barcelona, A Coruña y Pamplona. No te pierdas este querido y onírico show antes que baje su telón.
Crítica realizada por Norman Marsà