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27.01.2025 Críticas  
Firmado, Colette – Crítica 2025

¿Quién fue Sidonie-Gabrielle Colette? Esta fascinante escritora, nacida en el siglo XIX, ha sido inmortalizada como «la mujer más libre de Francia». Su estilo de vida, salvaje y rebelde, escandalizó e inspiró por igual a la sociedad de su época. Ahora, La Kimera Teatro apuesta por explorar sus orígenes literarios en su obra Firmado, Colette, que se estrenó el 22 de enero en el centro cultural Casa de Vacas del Parque del Retiro de Madrid.

La pieza, dirigida por Miguel Rascón, se sumerge en los primeros años de la autora tras mudarse de la mano de su marido, Henry Gauthier-Villars, apodado Willy, a la ciudad de París. Allí brota su talento literario y su ansiada libertad de la forma más paradógica posible: encerrada en un pequeño y oscuro despacho, escribiendo por obligación para su marido, que le despojaría del derecho de firmar sus historias con nombre propio.

Es interesante la elección de este pasaje de la vida de Colette, cuya trayectoria tanto profesional como personal estuvo marcada por grandes hitos que ayudaron a cambiar el pensamiento de toda una generación. La obra trata de descubrir el fascinante contraste entre los comienzos grises de una joven soñadora y su posterior liberación. Sin embargo, el texto dramático no termina de desarrollar todo el potencial que tiene su biografía.

Aunque se aprecia el intento por mostrar la increíble evolución de esta escritora moderna y valiente -aquella que vivió su bisexualidad sin culpa, bailó desnuda en cabarés y escribió sobre la emancipación femenina y el deseo-, el conjunto de la historia que vemos en el escenario solo llega a atisbar un esbozo de lo que fue realmente el personaje y su influencia.

Colette, nacida en un pequeño pueblo francés, creció devorando a autores como Balzac, Proust y Flaubert, cuyo eco literario sería la semilla de su propio genio. Desde sus primeras novelas, como la serie Claudine (aquella que fue publica en primera instancia bajo la firma de Willy), supo hablar sin pudor de la sensualidad y la atracción por otras mujeres, plasmando en sus páginas un deseo femenino que escandalizó a la moral de su época.

Su escritura sin miedo atrajo la admiración de figuras como Jean Cocteau y Paul Valéry. A lo largo de su vida, se casó tres veces y acumuló numerosos amantes sin culpa, forjando una existencia que fue tan subersiva como sus letras. Su legado se erige en la reivindicación del placer femenino, la emancipación sexual y los derechos igualitarios en un mundo moldeado por las normas patriarcales.

El montaje de Firmado, Colette, sencillo en su escenografía y bien aderezado por el diseño lumínico, trata de reflejar la claustrofobia y las ansias de liberación de su personaje principal, interpretado por Ana del Toro, a la que acompaña Héctor González en el papel del marido y el propio director de la obra, Rascón, como apoyo del elenco.

Es curioso, a su vez, la inclusión de números musicales en la escena. Estas escenas, que buscan integrar de otra forma la sensación de agobio y rabia de la protagonista ante sus circunstancias, aportan textura a la historia dramática.

Queda en conclusión una obra correcta y disfrutable que invita a conocer la historia de un personaje tan interesante como Sidonie-Gabrielle Colette, pero a la que le falta la profundidad necesaria para capturar toda la complejidad y el impacto de su figura.

Crítica realizada por Judith Pulido

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