El Teatre Apolo de Barcelona recibe con los brazos abiertos Forever Van Gogh, una obra biográfica basada en hechos reales con la brillante dirección y dramaturgia de Ignasi Vidal, inspirada en la vida de uno de los artistas más reconocidos y atormentados: Vincent Van Gogh.
Forever Van Gogh es una producción de beon Entertainment basada en la idea original de Dario Regattieri que explora las luces y sombras de un hombre, Vincent Van Gogh, que vivió intensamente pero cuyo destino fue marcado por su pasión y sufrimiento.
Desde el comienzo, Forever Van Gogh nos plantea una pregunta fundamental: ¿Hay algo más valioso que el amor y la convicción de hacer lo que realmente sentimos? Para Vincent, el amor era la fuerza más poderosa en el mundo, pero su vida estuvo plagada de contradicciones. Esta puesta en escena nos invita a reflexionar sobre el significado de la existencia y cómo el amor puede ser, tanto una bendición, como una maldición. Forever Van Gogh es sin duda un recordatorio del verdadero sentido de la vida.
Uno de los aspectos más llamativos de la obra es su escenografía minimalista pero poderosa creada por Alessio Meloni. Dos elementos principales dominan el escenario: una caja móvil y los impresionantes visuales que acompañan y dan vida a la historia. Los efectos visuales gracias a la inteligencia artificial se adaptan de manera precisa a los momentos emocionales de la trama, transportándonos a los paisajes que Van Gogh inmortalizó con sus pinceles, y reflejando los estados anímicos de un hombre que vivía entre la luz y la oscuridad.
Cisco Lara, en el papel de Vincent Van Gogh, ofrece una actuación conmovedora y profundamente emocional. Su interpretación refleja con precisión la intensidad y la complejidad del pintor holandés, transmitiendo al espectador la lucha interna de un hombre adelantado a su tiempo pero incomprendido por su entorno y por el mundo del arte de su época. La fiera entrega de Lara no deja indiferente, provocando una catarata de emociones en el público, desde la compasión hasta la tristeza más profunda. Cada gesto, cada palabra, parece desbordar el alma atormentada de Van Gogh.
Felipe Ansola, en el papel de Theo Van Gogh, hermano del pintor, también aporta una actuación impecable, reflejando la devoción y el amor incondicional hacia Vincent. Mención especial al elenco transformador y dinámico formado por Álvaro Copado, Andoni Larrabeiti, Nico Baumgartner, Jota, Joaquín Fernández, Inés Valderas, Gema Álvaro, Vicky Condomí, Noelia Venza y Alba Yuste, un equipo de actores y actrices que logra narrar con elocuencia la vida y obra del artista.
La música, compuesta por el renombrado violinista Ara Malikian es uno de los elementos más destacados de esta producción. La producción de las partituras junto con la actuación presente en el escenario de Simón García está cargada de emociones y estalla en cada nota del violín que hace resonar toda la angustia, tristeza y desesperación de Van Gogh; acentuando los momentos de mayor tensión emocional. La música no solo acompaña, sino que aporta una capa extra de intensidad a cada escena creando un engranaje perfecto entre el sonido y la actuación.
La coreografía de Chevi Muraday también juega un papel clave, aportando una dimensión visual que complementa las emociones y el ritmo de la obra. Junto con los intérpretes y bailarines, la puesta en escena cobra vida, llevándonos a través de las distintas etapas de la vida de Van Gogh con una maestría absoluta.
A lo largo de la obra, nos sumergimos en la correspondencia entre Vincent y su hermano Theo, uno de los aspectos más íntimos de la vida del artista. Estas cartas revelan el dolor, las esperanzas y las desilusiones de Van Gogh, permitiéndonos comprender mejor al hombre detrás de los cuadros. La obra muestra no solo su vehemencia e ingenio, sino también su aislamiento y lucha por encontrar su lugar en un mundo que no estaba preparado para recibir su arte.
Forever Van Gogh es una obra profundamente emocional que nos recuerda la fragilidad del ser humano y la pasión desmedida de un artista que lo dio todo por su arte. La iluminación, los visuales, la música, las interpretaciones y la trama se combinan para ofrecer una experiencia teatral única. Tanto si eres amante del arte como si no, esta obra te abrirá las puertas a un nuevo mundo, lleno de sentimiento, pinceladas de genialidad y mucho dolor. Una historia contada con tanta verdad y belleza que deja una huella imborrable en quien la presencia.
Agradezco a todo el elenco y equipo por esta conmovedora representación que me ha dejado profundamente conmovida. Al final, parece que incluso en medio de la lucha, siempre es posible encontrar una paz interior.
Crítica realizada por Yadi Agurto
