La escena teatral madrileña está de enhorabuena porque ha regresado a la cartelera: Prima Facie. Un monólogo dramático firmado por la dramaturga y abogada australiana Suzie Miller, dirigido por Juan Carlos Fisher y protagonizado por una de las actrices más reconocidas en la actualidad, Victoria Luengo, que tiene lugar sobre las tablas del Teatro Infanta Isabel de Madrid.
Como cada nueva temporada, algunos de los éxitos más rotundos de los últimos meses regresan a la cartelera. Resulta una nueva oportunidad para aquellas personas que, por despiste o por falta de entradas disponibles, se quedaron sin verlos antes; pero también para volver a disfrutar de algunos de los tesoros que pasaron por los teatros de la capital. Siempre está bien recuperar montajes llamados a ganarse el corazón del público porque es un placer inmenso ver cómo se llena un teatro.
La trama de Prima Facie está protagonizada por Tess, una de las abogadas con más éxito del país, que se encuentra en el punto más álgido de su carrera y que está acostumbrada a ganar todos los casos a los que se enfrenta. Muchos de sus clientes están acusados de abuso sexual pero ella conoce a la perfección la manera de relativizar las contundentes afirmaciones de las víctimas. Todo cambia radicalmente a raíz de un turbulento acontecimiento, relacionado con un compañero de bufete, que hará que su vida se tambalee por completo al pasar de abogada defensora a víctima que sufre las consecuencias de un sistema legal que cuestiona el relato de las mujeres que han sido objeto de abusos.
La dramaturga australiana Suzie Miller ha dado vida a una obra espléndida, que transcurre a un ritmo desenfrenado desde el principio hasta el final – a lo largo de los ciento cuatro minutos que tiene de duración- y que posee una fuerza escénica palpable y poderosa. Estamos frente a un monólogo valiente y arriesgado que posee una profundidad y complejidad sorprendente. El teatro no tiene que servir de manera única y exclusiva para entretener o distraer de la rutina en la que estamos inmersos, también debe ofrecernos la posibilidad de reflexionar y tomar conciencia sobre cuestiones importantes de nuestra sociedad: cómo de grande es la distancia entre ley y justicia. Prima Facie pone de relieve las dificultades provocadas por un sistema judicial construido desde un prisma masculino.
Juan Carlos Fischer dirige y traduce esta acertada propuesta junto a Rómulo Assereto para hablar del consentimiento, la violencia sexual y la justicia patriarcal. Y es que todo fluye de manera dinámica para que el público esté inmerso en este montaje único y transformador.
Por supuesto, uno de los puntos fuertes de Prima Facie es el trabajo de la actriz Victoria Luengo que se deja la piel dando un verdadero recital interpretativo lleno de cambios de ritmo y de registros y dando vida a varios personajes a una velocidad vertiginosa. Con la palabra y con un inmenso repertorio de gestos y matices nos sumerge de lleno en esta historia porque su manera de interpretar es precisa y exquisita y, al mismo tiempo, desprende una fuerza que inunda todo el patio de butacas. Sin ninguna duda, hay que alabar el trabajazo de Luengo en la que es una de las mejores actuaciones de su carrera.
En un montaje de estas características hay que hacer mención especial a dos apartados. Por un lado, la composición musical y la ambientación del espacio sonoro, a manos de Luis Miguel Cobo, que se ajusta perfectamente a la historia; por otro lado, hay que alabar el trabajo de iluminación, del que se encarga Ion Aníbal López, que define de manera brillante todas las atmósferas posibles e incluso convierte al público en un jurado popular. Sobresaliente también la escenografía de Lua Quiroga Paulque que ha creado un espacio escénico completamente blanco, con una mesa y una silla que la protagonista va moviendo a lo largo de la representación.
Valiosa reposición que ningún amante del teatro debería perderse e inolvidable ovación de todo un teatro en pie.
Crítica realizada por Patricia Moreno