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28.08.2024 Críticas  
Angle Mort – Crítica 2024

La Sala Versus Glòries de Barcelona vuelve a programar la comedia Angle Mort. Ya en su tercera temporada, el espectáculo escrito a cuatro manos por Roc Esquius y Sergi Belbel ha conseguido establecer el hito de llegar a las 100 funciones manteniendo la frescura e identidad que desde el inicio tanto han hecho reír al público. Una función especial en la que no faltaron los pasteles y el cava.

Debido a la nueva crisis, el jefe de una pequeña start-up de éxito se ve obligado a prescindir de uno de sus trabajadores. Para hacer este despido de la mejor manera posible, Andreu, propietario de la empresa, decide tener un encuentro conjunto con los tres empleados: Beatriz, Carlos y Diana. Los cita en la sala de espera de su despacho y después les hace entrar de uno en uno para entrevistarlos y terminar de tomar la difícil decisión. Pero lo que debía ser una simple gestión se complica de forma descontrolada y surrealista.

Mientras Andrés trata de resolver el problema en el despacho, no ve que en la sala de espera las cosas parecen tomar un cariz diferente, como si sucedieran en el ángulo muerto del retrovisor de un vehículo que está a punto de adelantar y que puede acabar teniendo un encontronazo inesperado.

Angle Mort, producida por Apunta Teatre, fue todo un éxito durante su primera temporada en la misma Sala Versus Glòries en enero de 2021 y también durante su prórroga y segunda temporada durante el mes de agosto en la misma sala. Pero esto no acabó ahí, dado que la buena valoración del público hizo que la obra se hiciera con el galardón a Mejor Espectáculo de Proximidad a la IV edición de los Premis Teatre Barcelona de ese mismo año. Un año después, en abril de 2022, el espectáculo iniciaba temporada de nuevo en Barcelona, ​​esta vez en el Teatre Aquitània, y comenzaba su gira por Cataluña, sumando un total de 98 funciones.

Ahora, 3 años después, el espectáculo vuelve a sus orígenes, la Sala Versus Glòries, para iniciar una tercera temporada que, seguramente, llenará la sala de risas escandalosas y miles de dudas.

Quien aun no haya podido ver Angle Mort, aun no se ha dado cuenta del exquisito diamante que actualmente alberga la Sala Versus Glòries de Barcelona. Una comedia divertida y fresca que juega con la confusión y la astucia del espectador. Un texto «a medias» (el lector lo entenderá al disfrutarla) que deja al respetable anonadado en la butaca disfrutando de unas actuaciones que ensalzan el gesto frente la palabra para conseguir una propuesta de lo más original.

El trabajo dramáturgico que el tándem Esquius-Belbel hace en esta propuesta es intachable. Lo mismo puedo decir de la dinámica y remarcable dirección de actores de Lluís Elías. Si algo quiero destacar por encima de todo es el excelente manejo de los tiempos de una obra que, sin desvelar demasiado, nombraremos como esquiva y curiosa. Un juego tanto para actores como para espectadores, en los que la tensión entre lo dicho y lo no dicho confluyen en dos espacios simultáneos: la sala de espera y un despacho de una pequeña start-up. La premisa inicial es un despido, pero lo vivido en sala se iniciará como una situación surrealista e imprevisible que irá tomando sentido a medida que avance el espectáculo.

En la parte actoral, encontramos a Berta Bähr, Ramon Godino, Rafaela Rivas y Antonio del Valle (este último se incorpora esta temporada tras la marcha de Alberto Lozano). Todos y cada uno de ellos nos presentan personajes cercanos que podríamos ubicar en una oficina cualquiera. Personalidades que reconoceremos a simple vista y a las que, posiblemente, podríamos poner nombre.

Aunque las actitudes de cada uno de los personajes pueden ser muy distintas a las nuestras, el espectador podrá identificarse rápidamente con su lucha; dado que lo que ocurre en escena no es extraño para nadie. Pondría la mano en el fuego al decir que todos hemos vivido una situación similar. Y que, de la misma manera que les ocurre a ellos, las dudas y las cábalas llegan a nuestra mente con las eternas esperas. Efectivamente, sin rizar tanto el rizo, pero algo seguro nos resuena.

Tras disfrutar de este «room escape» teatral, pudimos celebrar con la compañía las (primeras) 100 funciones de la obra e intercambiar opiniones sobre lo visto en escena. Con un trozo de pastel en una mano y una copa de cava en la otra, sinceramente, solo podemos brindar porque la obra siga pisando fuerte los escenarios catalanes y siga acumulando noches de risas y éxitos.

Crítica realizada por Norman Marsà

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