Dentro de la programación del Alma Festival, asistimos de nuevo al Poble Espanyol de Barcelona para presenciar, esta vez, el espectáculo que bajo el titulo Cat Power Sings Dylan’ 66 ofreció la cantante estadounidense Chan Marshall, conocida artísticamente como Cat Power.
La propuesta de Marshall consistió en recrear, canción por canción, el legendario concierto que Bob Dylan ofreció en el Trade Manchester Center el año 1966. Dicho concierto es considerado como una de las cimas de la historia de la música rock, tanto por la interpretación como por la polémica generada por los integristas del folk que no perdonaron a Dylan su bendita electrificación. Al igual que en dicha ocasión, el espectáculo de esa noche estuvo dividido en dos partes (una acústica y otra eléctrica).
Ante un público que prácticamente llenaba todas las localidades de la Plaza Mayor del Poble Espanyol, salió a escena la cantante de Atlanta vestida de negro riguroso y zapatos de altísimos tacones. Cat Power, que gracias a una tenue iluminación se mantuvo casi toda la actuación en la penumbra, tuvo en todo momento a su disposición un atril con las letras de las canciones. Y es que toda precaución es poca a la hora de enfrentarse a las largas y crípticas letras del laureado poeta del Rock And Roll.
Cat Power estuvo acompañada, durante las siete canciones del set acústico, por Henry Munson a la guitarra y por Chris Joyner a la armónica, pues a diferencia de Dylan, que tocó ambos instrumentos en el concierto original, Marshall se hace cargo solo de la interpretación vocal durante todo el concierto.
Cat Power es una confesa Dylanita. Y como tal, sabe que el riesgo de caer en la parodia era muy elevado si se hubiera dedicado simplemente a imitar al poeta de Duluth impostando su voz o realizando sus mismos gestos. A Dylan se le odia o se le ama, se le versiona o se le reinterpreta, pero nunca, nunca, se le imita.
Cuando sonaron las primeras notas de She Belongs To Me, supimos que Chan tenía la partida ganada esa noche. Y no era una partida fácil. Se hizo suyas las letras y, modulando su voz con una cálida perfección, nos hizo entender que la interpretación que mostraba no solo era una recreación del polémico concierto de Dylan, sino un sentido homenaje a su ídolo mediante el que la propia artista pudo canalizar sus emociones.
A continuación, sin perder un ápice de intensidad interpretativa y sabiendo mantener la tensión de la platea, sonaron el resto de las canciones del set acústico. Quizás para rebajar la tensión que se palpaba en el escenario, Cat Power se permitió la licencia de encender un cigarrillo en plena interpretación de It’s All Over Now, Baby Blue. Prosiguió el concierto con la infinita Desolation Row; canción que fue muy aplaudida por los presentes. Finalmente, una intensa ovación del público despidió la primera parte del show, la cual finalizó con la interpretación de Mr. Tambourine Man.
Casi sin pausa, y sin dar tiempo para que el público disfrutara de una merecida desconexión tras la intensidad emocional de la primera parte, Cat Power empezó la parte eléctrica del concierto. Para completar la banda subieron al escenario Adeline Jasso a la guitarra, Jordan Summers al órgano, Erik Paparozzi al bajo y Josh Adams a la batería.
Cuenta la leyenda que un público enfurecido se dedicó a abuchear estrepitosamente a Dylan durante la actuación eléctrica de Manchester. El motivo no era otro que manifestar su descontento por el abandono de la causa folk por parte de su ídolo, acusado de alta traición por electrificar sus actuaciones. Nada de esto le sucedió, por fortuna, a Cat Power. La artista se mostró mucho más relajada en está segunda parte del show. Ya sea por haberse quitado la presión del set acústico superado con éxito, como por sentirse más arropada por la presencia de más músicos en escena. Prueba de ello es que Chan se despojó de los altos tacones con los que había empezado el show, continuando descalza hasta el final del concierto.
Una liberada Chan inició así la parte eléctrica del show con Tell Me Momma. Está relajación de la artista también fue aprovechada por una parte del público quienes decidieron ponerse en pie y desplazarse a un lado de la platea para seguir el resto concierto bailando más cerca del escenario. Por su lado, y hablando de licencias personales, Cat Power se permitió cambiar una sola palabra de la letra de la ácida Just Like Tom Thumb’s Blues, sustituyendo New York por Barcelona para delirio de los asistentes. «Bailad, Bailad», ordenó al público para atacar una punzante versión de Leopard-Skin Pill-Box Hat.
En el punto álgido del concierto de Manchester, y una vez terminada una hiriente versión de Ballad Of A Thin Man, un furibundo fan le gritó «JUDAS!!!!» a un Dylan, a lo que el bardo respondió «No te creo, eres un mentiroso», para acto seguido ordenar a la banda que tocara «jodidamente alto».
En el mismo punto del concierto, desde la platea, varios fans intentaron repetir la jugada con Cat Power, que en conciertos previos siempre había respondido «JESÚS!». Sin embargo, esta vez Chan ignoró tal provocación para acto seguido animar a que un público totalmente en pie, la acompañara en un festiva interpretación de Like a Rolling Stone que puso broche final a la noche.
Crónica realizada por David Abarca