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04.07.2024 Críticas  
Grec Festival: Poncia – Crítica 2024

La verdad se escapa por los ojos de Lolita Flores quien, desde esta semana, presenta Poncia en el Teatre Goya de Barcelona, dentro de la programación del Grec Festival 2024. La obra es un texto de Luis Luque, quien también dirige, creado a partir de La Casa de Bernarda Alba de Federico García Lorca.

Dentro de una tormenta de niebla, Poncia, la criada de Bernarda Alba, reza por la muerte de Adela. La casa se ha sumido en un mar de silencio. Poncia habla sola y también con ellas, con Bernarda Alba y sus hijas.

Escrito a partir del personaje de Poncia, la criada de La casa de Bernarda Alba, el texto pretende aproximarse a la obra original de Lorca desde el punto de vista de las voces invisibilizadas. Según explicó Lolita anoche tras la función oficial de estreno en Barcelona: «Ésta idea de Luis Luque es una idea que lleva gestándose muchos años, cuando Miguel Narro le encargó al director de escena José Carlos Plaza montar La casa de Bernarda Alba y, el papel de Poncia debía ser interpretado por la cantante Lola Flores, madre de Lolita. Por varias razones, su madre no pudo participar en el montaje, algo que, admitió, siempre lamentó».

Ahora, su hija, Lolita Flores, toma el relevó y eleva el personaje a icónico y necesario para cerrar el círculo que, años antes, quedó abierto. Pero este Poncia es distinto, ya que aquí no disfrutamos de La casa de Bernarda Alba en sí.

Este texto creado por Luis Luque a partir de las palabras de Lorca, es un monólogo en el que Poncia expresa toda su verdad y furia respecto a lo que ve en el seno de la familia. Ella habla y dice todo lo que debe decirse. Así, esta nueva creación, se convierte en la oportunidad de dar voz a la clase popular, invisibilizada por la sociedad de la época, para que pase cuentas con el resto de mujeres de la casa. Poncia habla de la libertad para amar, de la culpa, la defensa de la buena educación, de los hombres… Ella es la jefa de las criadas pero también la sirvienta de Bernarda; por lo que tiene mucho que ver y mucho más que decir.

El texto que Luis Luque nos presenta es poesía pura enamorada de un clásico español. Como creador del texto, su admiración por Lorca es absolutamente palpable. Por otro lado, el poder realizar una versión «paralela» de un personaje tan importante en la obra original, en el que reflejar las ideas de la época que quedaron enterradas y silenciadas bajo Bernarda, es todo un añadido para acudir al teatro a disfrutarlo.

En base a la dirección, estoy seguro que Luis Luque consiguió idear, plasmar y transmitir su idea de una forma orgánica y clara. Cuando uno es autor del texto además de director, ya tiene una imagen formada en su cabeza del espectáculo. Además, la complicidad que (se nota) tiene con su protagonista, hace que su visión pura y sincera se traslade a escena con la facilidad que caracteriza a ambos. Una dirección pausada pero firme que hace que la prosa se nos clave mientras Poncia se enfrenta al bastón de Bernarda o reparte vasos de leche a las hijas de esta.

Hablando de su protagonista, Lolita Flores es una actriz al que el papel de Poncia le viene como anillo al dedo. Su cercanía para con el público, su grandeza, su ritual actoral y su verdad, traspasan la cuarta pared para, ya en el primer monólogo tras las cortinas, tener al público de su mano mientras este sufre, con el corazón en un puño, el monólogo sobre la muerte de Adela. Lolita transita con facilidad por el escenario pero, sobretodo, deja al público exhausto cuando, impávida y con los ojos vidriosos, recita las palabras que Lorca y Luque expresaron en papel. Ni un ápice de movimiento. Silencio. Ahí es cuando Lolita abre la boca y todos contenemos el aliento. El público expresaba así su agradecimiento mediante imprevistos aplausos en cada fundido a negro del monólogo.

En la parte técnica, destacar el trabajo de luces y escenografía realizado por Paco Ariza y Mónica Boromello, respectivamente. Una composición onírica que funciona a las mil maravillas y que transita entre la felicidad, la rabia, la pena y la muerte. Junto al vestuario ideado por Almudena Rodríguez Huertas, gran idea que el personaje salga descalzo para tener los pies cuanto más en el suelo mientras su cabeza y lengua batallan el dolor. Por último, destacar la música original que Luis Miguel Cobo ha creado para el espectáculo y que habla por sí misma, ayudándonos a transitar en el tiempo de la obra.

En resumen, Pentación Espectáculos y el Teatro Español de Madrid, ambos productores del espectáculo, nos ofrecen una Poncia que no hay que dejar escapar. Luego no digan que no les avisé.

Crítica realizada por Norman Marsà

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