El pasado domingo, como parte de nuestro despeje de reflexión electoral, visitamos en familia el Bubble Planet Experience que Fever ha montado en el Espacio Inmersa de Barcelona. Una mañana divertida entre globos que hizo que nos lo pasáramos tan bien que queramos repetir.
Bubble Planet es una experiencia envolvente creada por Fever y Proactiv Entertainment en la que te rodearás de burbujas como nunca antes. Un mundo con el rosa y lila como colores predominantes en sus iluminaciones nos daba la bienvenida a un mundo lleno de tecnología de realidad virtual y burbujas. ¡Muchas burbujas!
Tras hacernos la fotografía de rigor en la entrada, accedemos a la primera sala donde nos sumergimos en un planeta submarino. Un suelo, todo pantalla led, nos llevaba a caminar a través de las aguas mientras disfrutábamos de la fauna marina que nos rodeaba. La habitación, con las paredes de espejo, consigue meternos de lleno en este mundo de burbujas submarinas que nos atrapa. Podríamos haber estado media mañana disfrutando de la fauna pero otras salas nos esperaban.
Tras ello, entramos en una sala convertida en una pecera gigante llena de globos coronada por una palmera hinchable. Un espacio en el que volvernos locos haciendo flotar las grandes esferas rosas que la llenaban. Levantar globos gigantes del suelo y recorrer la sala para hacerlo, nunca había sido tan divertido. El habitáculo, lleno de niños y niñas con sus familias, fue uno de los primeros contactos con el mundo Bubble que tuvimos y ya nos levantó el ánimo y nos preparó para la diversión que nos esperaba en las demás salas.
La siguiente sala, es una de las mejores y más valoradas por el público adulto. Por primera vez, los adultos podemos disfrutar de una piscina de bolas gigante. Con 40 años a mis espaldas, cuando era pequeño no existían estas atracciones infantiles (acabo de parecer todo un carca) y, la verdad, siempre me ha hecho gracia poder probar la sensación. Pues, si eres como yo, ¡prepárate! porque vas a disfrutar muchísimo de esta sala del Bubble Planet.
Tras el aviso de que hemos de descalzarnos para poder acceder a la piscina y situarnos en uno de los grandes bancos de colores que hay distribuidos por la sala para cada familia, mi familia y yo decidimos no pensarlo más y meternos en la gran piscina de bolas. Como si de una bañera de burbujas se tratara, un ser hinchable se daba un baño relajante en su gran bañera. Nosotros, formaremos parte de las burbujas que le relajan y, realmente, estaremos mucho rato jugando y nadando entre ellas. Una experiencia divertida para disfrutar entre amigos, familia e, incluso, como la mayoría de los asistentes, volvernos locos haciéndonos fotos en un lugar impactante. ¡Ah! Y no os voy a mentir, moverse allí cansa. Creo que hice gimnasio para todo el mes, pero lo repetiría encantado (tendremos que hablar con los de los gimnasios para que pongan menos pesas y más piscinas de bolas).
Tras 25 minutos en la sala disfrutando como locos, salimos de la misma y avanzamos a la primera zona de realidad virtual que nos encontramos, en la que viajamos en globo. Sin necesidad de gafas especiales, solo rodeados de una pantalla 360ª que nos mueve por el espacio imaginario creado por Bubble Planet, viajaremos por varios mundos que nos dejarán con la boca abierta.
Tras un pequeño descanso tirados sobre unos pufs dentro de una bóveda de sonido y luces en la que las burbujas sobrevuelan nuestras cabezas, nos dirigimos a la sala de las cortinas de luces. Una sala en forma de U llena de burbujas colgantes que cambian de color creando un espacio infinito y psicodélico perfecto para hacerse unas fotografías. Las paredes de la sala, para ofrecer una sensación de infinidad, están hechas de espejos.
Vamos llegando al final de la experiencia y entramos en una sala grande y diáfana donde podremos disfrutar de mini juegos relacionados con las burbujas. Los primeros cuatro son videojuegos con los que interactuar soplando por lugares específicos que hacen que se muevan cosas en las pantallas. Así, utilizando una mancha manual o podal o, incluso, soplando a través de una cañita de papel, haremos que objetos virtuales vuelen o exploten como globos. En la parte central, los niños tendrán la oportunidad de colorear un personaje para escanearlo y hacer que este aparezca y se mueva por en la gran pantalla. Y, hacia el final de la sala, lo que crea colas interesantes, una zona creada exclusivamente para fotos en diferentes espacios: un columpio en las nubes, formar parte de una burbuja de jabón o, el que más disfrutamos, tumbarte en una bañera llena de patitos de goma, son algunas de las experiencias que podrás realizar.
Tras salir de la sala, llegamos a una sala intermedia de realidad virtual en la que nos sentamos dentro de unos sillones burbuja flotantes y, mediante unas gafas VR nos teletransportamos a un viaje de 8 minutos de duración por los mundos imaginarios de Bubble Planet. Si posees una entrada VIP, podrás hacer la experiencia sin coste. Si tu entrada es general, esta experiencia tiene un sobrecoste de 3 EUR por persona que se paga in situ. Esta es una de las experiencias más demandadas y, la verdad, no me extraña.
Por último, llegamos a la sala de las burbujas de jabón donde una máquina crea burbujas para que disfrutemos de ellas como colofón final de la visita.
Obviamente, no nos iremos del espacio sin pasar por la tienda Bubble Planet donde podemos encontrar recuerdos de nuestra visita como la adquisición de la foto que nos hicimos a la entrada del espacio, patitos de goma, burbujas, camisetas y demás… ¡Ah! y si tienes la entrada VIP, pregunta en caja: tienen un regalito para ti.
Debo decir que la experiencia vivida en Bubble Planet en familia fue toda una delicia. Una mañana diferente haciendo volar nuestra imaginación para sumergirnos en un planeta lleno de tecnología de realidad virtual, habitaciones temáticas, paisajes fantásticos e incluso un simulador de vuelo en globo aerostático. Una visita a un espacio inmersivo que nos hizo ver el mundo un poco más rosa haciendo vibrar nuestros 5 sentidos. ¡Un mundo infinito de burbujas!
Crónica realizada por Norman Marsà