El Teatro la Latina de Madrid acoge la nueva temporada de Chefs. La obra, que puede verse hasta el 27 de Mayo, es una desternillante apuesta de entretenimiento para toda la familia ofrecida por los genios del humor patrio: Producciones Yllana.
Todo chef ansía una cosa más que nada en el mundo: el reconocimiento del público y la crítica; que se traduce en las clásicas estrellas asociadas a cierta marca de neumáticos. Conseguirlas ya es complicado pero, mantenerlas, es un desafío. Y no hablemos de recuperarlas una vez perdidas… eso es todo un periplo.
Éste es el vía crucis al que se enfrenta el chef Chic y su equipo de cocina. Cuando su última creación no da el resultado esperado y su show de tv se estrella, no le queda más remedio que buscar inspiración en otras cocinas del mundo para intentar volver a la cima. Esta premisa es la propia para un drama culinario en toda regla y la plataforma de despegue para una de las experiencias más disparatadas que uno puede tener en el teatro. Una comedia divertidísima para todos los públicos (y para todos los idiomas), aderezada con trucos de magia y platos volando, a veces a la cabeza el espectador.
Fidel Fernández y David Ottone son los encargados de la dirección detrás de este caos escénico. Es sorprendente lo meticulosos que han sido al medir los tiempos de la comedia para dejar holgura y hacer de las suyas a Damián Curcio, Susana Cortés, Rubén Hernández y Edu Ferrés; especialmente cuando se les ve coordinarse con los técnicos de sonido. Todos ellos están de sobresaliente y la energía que son capaces de poner en el escenario es envidiable. Tanto es así que el único momento en el que el elenco se da un pequeño respiro es justo cuando están buscando a sus nuevos pinches entre el público.
En la parte técnica, destacar la creación de la escenografía, la cual nos da toques de genialidad propios de espectáculos de magia y que nos ofrece el único gazapo que puede haber en los decorados que, a su vez, se convierte automáticamente en parte voluntaria de la comedia. Un absoluto acierto.
Yllana vuelve a conseguir que tanto niños como abuelos de desaten en carcajadas en un despliegue de talento clown. Un humor que algunos podrían tachar de simple, pero que en esta obra esconde una sátira a la hipocresía y a los egos dentro de la alta cocina. Ser capaces de ello, sin articular apenas dos frases en toda la obra, eleva este estilo de comedia. Y es que no es casualidad que la compañía lleve ya 33 años sin defraudar.
En resumen, Chefs nos ofrece 90 minutos de despiporre que te dejan en la butaca con ganas de repetir. Una obra recomendada encarecidamente a todo aquel que tenga hambre de reírse y apetito por el buen humor.
Crítica realizada por Daniel Rivera.
