El Golem’s Teatre de Barcelona, presentaba anoche el one night only show: How Terrific. Una completa fiesta de celebración de los 20 años de Xavi Duch sobre los escenarios. Una noche llena de nervios, locuras, colaboraciones y canciones… muchas canciones.
El actor y cantante de musicales, Xavi Duch, celebró anoche sus primeros 20 años sobre los escenarios. El Golem’s Teatre de Barcelona se tiñó de rojo para festejar junto a amigos y familiares una gran efeméride: 20 años atrás, mismo día, misma hora, Duch se estrenaba en los teatros catalanes como parte del elenco del musical Fama. Un musical donde debía demostrar que era un actor todoterreno cantando, bailando y actuando. Una prueba de fuego dirigida por Coco Comín que le ofreció la pasarela necesaria para introducirse en el mundo farandulero catalán que tanto ama.
Tras varios minutos de espera (como cualquier otra diva de la escena) y visiblemente nervioso, Xavi Duch inició un concierto en el que ya, desde un inicio, se quedó con el público al utilizar al actor Josep Palau como doble suyo enfundado en un vestido rojo. De espaldas al público todos pensamos que era Xavi Duch pero, segundos después, Duch hacía su aparición estelar desde hombros de escenario dejando al público sorprendido. Un momento de distensión del nerviosismo que se mascaba entre bambalinas y que hizo que el público riera a carcajadas en su primera canción (Cut, Print… moving on de la serie de televisión Smash); dejando claro que lo que íbamos a vivir esa noche no era algo serio. Como él mismo dijo al acabar la canción: «He estudiado muchas canciones, pero no he decidido qué decir entre ellas. Al hablarlo me dijeron ¡improvisa!, por lo que… prepararos».
Tras unas primeras y obligadas palabras de agradecimiento a los presentes (todos invitados por el mismo protagonista, quien asumió la totalidad de las localidades de la noche), Xavi Duch inició el concierto de la forma más fuerte y complicada que podía hacer: un gran medley de todos los musicales en los que ha participado en estos 20 años. Un total de 35 musicales, ni uno más ni uno menos, que listó, cantó y disfrutó contando chascarrillos durante 25 minutos 22 segundos acompañado al piano por Andreu Roqueta.
Nota: Para los amantes de los musicales, esta es la lista de los musicales que aparecieron en el medley: Fama; Pippi Langstrum; Sherlock Holmes i el club dels pèl-rojos; De pel·lícula; Rebels; Cal que nevi?; Els músics de Bremen; Monty Python’s Spamalot; 40. El musical; Hair; Los Miserables; A força de cançons; 50 millions de segons; Cuentos cruentos; The Wild Party; El drac reciclat; Tom Sawyer detectiu; Les golfes del Maldà; El petit príncep; Guapos & Pobres; Dies normals; Sugar; OMG Barcelona; La nit dels malsons; Lo tuyo y lo mío; Tick, Tick… Boom!; La flauta màgica; John & Jen; La tienda de los horrores; Impro Side Story; Sihir; Las chicas del coro; Les històries naturals; Per què balla en Jan petit?; Tuelf Points y Chakapúm!.
Obviamente, entre canciones fueron apareciendo muchos chascarrillos que volvieron loco al público presente. El más sonado fue el silencio sepulcral que se creó en el escenario cuando se mostró el título: La tienda de los horrores. Una historia que todos conocemos y que no necesitamos comentar.
Tras este gran inicio que hubiese podido ser un gran broche de cierre del show, Xavi Duch anunció que esto solo había sido la previa; que el jazz solo había empezado. Tras ello, presentó a los miembros de la banda de jazz que le acompañarían durante esa noche e interpretó una versión libre y con letra propia de la conocida canción Roxie (Chicago), que se adaptó como Xavi. Una letra en la que habló de sus inicios en el musical, de su imagen corporal, del proceso de casting, del amor (a veces no correspondido) a la profesión… hasta llegar a la alabanza que el propio Stephen Sondheim le espetó cuando, en pandemia, grabó un video que distribuyó en redes sociales interpretando los dos personajes principales de Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street. “How terrific!”.
Tras ello, Xavi Duch demostró su versatilidad cómica al calzarse un turbante y una chaqueta sintética de zorro para interpretar, de pie sobre el piano, Just one step (Songs for a new world). Un momento que desembocó en una nueva colaboración sobre el escenario, Anna Valldeneu, para interpretar All the Wasted Time (Parade). Tras interpretar la cálida canción, Duch tendió una trampa a Valldeneu para que esta cantara Has de veure el nen mientras él, tumbado en el suelo, descansaba la voz.
Tras este momento mágico, Duch dio las gracias a sus progenitores (presentes en la sala) e hizo subir a su padre al escenario para que le ayudara a interpretar The Worst Pies in London (Sweeney Todd: The Demon Barber of Fleet Street). Un momento cariñoso y divertido que ambos pudieron disfrutar en escena. Como divertida fue la curiosa interpretación de La Rosa (El petit príncep) que dejó al público con la boca abierta; demostrando de nuevo la vis cómica del interprete.
Tras interpretar Corner of the Sky (Pippin) y El rei de la festa, Duch presentó dos colaboraciones más: Maria Santallucia, con quien cantó Cal ser dos, versión en catalán de It takes two (Into the woods); y Patricia Paisal con quien cantó Suddenly Seymour (The little shop of horrors). En esta última, Paisal tuvo que suplir la falla de última hora de Diana Roig y cantar la canción sin preparar, con la ayuda de la letra en el teléfono móvil; todo un salto al vacío. ¡Brava!
El final del concierto iba llegando. Es por ello que Xavi Duch decidió invitar al escenario a Lu Fabrés y Marc Pociello, dos amigos del mundo del musical con quienes compartió escenario en Tick, Tick… Boom!; uno de los musicales del que mejor recuerdo guarda. Junto a ellos cantó dos adaptaciones al catalán: Més que paraules, versión de Louder than words (Tick, Tick… Boom!) y Avui no em casaré, versión de Getting Married Today (Company).
Para finalizar el concierto por todo lo alto, Xavi Duch interpretó una contenida Being Alive (Company) y, bajando al público, y con la ayuda de Anna Valldeneu, interpretó Seasons of Love (Rent); canción en la que todos los presentes hicimos los coros. Aunque todo ya se había cantado, aun le quedaron fuerzas para cantar What I did for love (A Chorus line) antes de dar las gracias al público presente y, ahora sí, cerrar el concierto con una foto final de todos sus participantes.
Xavi Duch cumplió anoche 20 años sobre las tablas, pero eso, eso es poco para él. Aunque a veces la profesión no le devuelva el amor que él la profesa, Xavi Duch es un experto en resarcirse y, cual ave fénix, encender su llama interior para alzar el vuelo y renacer. ¡Por 20 años más (como mínimo)!
Crónica realizada por Norman Marsà
