El ciclo Carles Riera del Teatre Auditori de Granollers culminó temporada el pasado 12 de abril. Fiel a su composición habitual (una primera parte clásica y otra más moderna), el concierto Les dues cares de Maria Hinojosa nos ha traído a la soprano de Sabadell y al pianista y compositor Jordi Domènech para explorar música barroca y contemporánea.
Poco cabe decir de la primera mitad del concierto: la selección de piezas (arias y lieder barrocos de origen francés, italiano y alemán) se adecuaba perfectamente, partiendo de tesituras propias de contratenor, a la voz y la expresividad teatral de Maria Hinojosa. Potente desde la primera nota, mutable, sensible aún cuando la música la dejaba a veces ocasional y debidamente sola, fluyó a la perfección por las piezas.
El plato fuerte de la velada, sin embargo, era la segunda mitad. Jordi Domènech presentó sus Cançons desaforades. Estrenadas el 8 de octubre de 2022 en el Hotel Monegal de Sant Llorenç dels Morunys, se trata de ocho pequeñas canciones compuestas por Domènech para ilustrar los tics y los variados usos de la voz y los instrumentos en la música contemporánea (con motivos creativos, educativos e irónicos, forzando incluso a desafinar o improvisar) y homenajeando a la vez a divas como Cathy Berberian o Yma Súmac.
«Avant le concert», con Hinojosa desde fuera de escena, nos presenta a una soprano con una irritante alergia que calienta la voz antes de enfrentarse a una partitura en una iglesia. El «Concerto ‘alla Berberian» convirtió los ruidos vocales en protagonistas, desplegando todas las clase de perturbaciones sónicas de las que es capaz la soprano. «Lo renegaire» declamó líricamente insultos del Capitán Haddock de Tintín. «Cançó expressionista alemanya» canta marcas alemanas. «Plany» multiplicó y desintegró el único poema que se conserva del emperador Adriano. «Chanson Tapée» pretende ser una pieza rescatada de una vieja compositora de cuplés metida a monja en sus últimos años, y quizás lo sea, si es que alguien la alcanza escuchar… «Aforismes moderns» convierte en materia de interpretación varios aforismos de Groucho Marx. Y por último, la «Caramba Chumbera» de Domènech, Terenci Moix y la propia Hinojosa (ya que le toca improvisar una sección) con la que rinde tributo a la peruana Yma Súmac, su extraordinario registro y aquellos mambos líricos del Hollywood de los 50.
De todo el repertorio, «Avant le concert» y «Lo renegaire», fueron las piezas más celebradas, junto al colofón Chumbero, y el fantástico bis de «La Folie» del ballet bufo Platée, de Rameau. En cualquier caso, sirvieron para poner de relieve el buen humor y la flexibilidad de la pareja musical y de acercamiento a los extraños mundos de la música contemporánea.
Crítica realizada por Marcos Muñoz