Laura Rubio Galletero es la autora del texto y la dramaturgia del montaje Homo Ausente (cosas que un hombre no haría), que dirige Íñigo Rodríguez-Claro e interpreta y produce Pablo Huetos. Puede verse sobre las tablas de la Sala Teatro Cuarta Pared de Madrid.
Homo Ausente es una pieza teatral que fomenta la reflexión y el espíritu crítico utilizando las tablas de la acogedora Sala Teatro Cuarta Pared como espejo de la sociedad para que el público medite de manera activa sobre la realidad que nos rodea. Una obra que trata de analizar la masculinidad hegemónica imperante en la sociedad patriarcal y, a su vez, buscar a través de la representación la posibilidad de generar esperanza para el cambio social. Sin ninguna duda, el teatro es una forma artística de expresión pero también es una forma de entendimiento de la sociedad que nos envuelve para poder transformarla de la mejor manera. El arte de la representación es mucho más que el mero entretenimiento.
Frente a las atentas miradas de los espectadores y espectadoras, se desarrolla un enérgico monólogo que tiene, desde el primer minuto, un ritmo ágil, resuelto, que combina multitud de diálogos entre diferentes personas con las reflexiones de su protagonista. Hay que destacar la admirable capacidad de Pablo Huetos para encarnar a los distintos personajes a los que da vida: el tono de voz, el lenguaje corporal y su maravillosa gestualidad que demuestra que domina a la perfección cada escena. En este sentido, la labor de dirección de Íñigo Rodríguez-Claro también es bastante notable, ya que ha perfilado un trabajo sensible y eficaz del personaje.
La acogedora Sala Cuarta Pared es el sitio perfecto para que tenga lugar la magia. Este proyecto cultural surgió para aportar un criterio propio a las artes escénicas desde el compromiso con la realidad, y es que ésta, solamente se conoce en profundidad si puede ser transformada. Es por ello que esta sala, y su propicia intimidad, conexión y cercanía entre el actor y un publico hace que el público se predisponga a dejarse llevar para que todo fluya durante sus 80 minutos de duración.
El dinamismo de la obra se acompaña con la original escenografía de la que se encarga Alessio Meloni, creando multitud de elementos que el protagonista va utilizando y que sirven como soporte escénico de las palabras y las acciones que tienen lugar sobre las tablas. Todo apoyado por un correcto juego de luces a manos de Sergio Torres que intensifica los momentos mas emotivos del monólogo.
Es cierto que el actor madrileño no está sólo en escena. Junto a él, disfrutamos de la presencia de José Pablo Polo y Fernando López Andújar, dos músicos que se van turnando en las diferentes funciones para estar sobre el escenario con el protagonista creando el espacio sonoro ideal para las situaciones que se van viviendo. No tienen texto pero dialogan, de una manera u otra, con este personaje protagonista que se encuentra desubicado con los roles que ocupa en la sociedad.
Homo Ausente es una obra que fusiona la comedia, la emoción y el espíritu crítico; apostando por el efecto transformador que el teatro – al que siempre me entrego de corazón- puede generar. Con un actor cuya energía inunda el escenario. Maravillosa.
Crítica realizada por Patricia Moreno
