Entre 1803 y 1804, Jane Austen empezó a escribir una novela, The Watsons, que abandonó tras cinco capítulos. Doscientos años después, su compatriota Laura Wade se propuso finalizar la obra y en 2018 estrenó la insólita producción en el Festival de Chichester. Ahora llega al Teatre Nacional de Catalunya, en Barcelona, dirigida por Josep Maria Mestres.
Els Watson comienza con un rigor y respecto absoluto a la mecánica y el estilo de Jane Austen. Reconocemos los tipos, el vestuario, el entorno de la campiña inglesa, reconocemos la sutileza de Austen, que no pinta a los personajes con brocha gorda, y reconocemos un reparto perfectamente elegido para los papeles: Mercè Arànega como la vieja noble altiva, Laia Manzanares como la heroina inocente pero llena de virtudes, Olga Onrubia como su sacrificada hermana mayor, Jordi Coll como el guaperas canalla, Dafnis Balduz como el noble enamorado que no tiene demasiado que ofrecer más allá de su dinero, Guillem Balart como el joven clérigo bondadoso de espíritu elevado pero poco patrimonio… En solo cinco capítulos, vemos la semilla de un universo Austen que ya nos es conocido, hasta que de pronto…
Aviso para navegantes: desde aquí, esta crítica destripa los secretos de la obra, así que quien quiera mantener la intriga vaya directamente al TNC a disfrutar de un magnífico trabajo coral. A quienes siguen leyendo, bienvenidos.
…de repente se acaba el texto de Austen y comienza el trabajo de Laura Wade. Y lo que hace Laura Wade es introducirse como personaje dentro de la obra (triple pirueta, ya que la actriz es Laura Aubert) para impedir que su protagonista cometa un error que, históricamente, Austen quería evitar. Lo que sigue a partir de aquí es una combinación del metateatro de Pirandello, las nivolas de Unamuno, la ficción autoconsciente de Borges e incluso alguna pincelada del horror cósmico de Lovecraft.
Els Watson es tanto una prolongación de la novela de Jane Austen como una obra sobre la dificultad de finalizar el trabajo de alguien con mucho más talento. Habla del teatro y de la escritura, del sufrimiento del autor y de sus filias y fobias. Hay alta filosofía sobre la naturaleza de la libertad y la ficción, y despiporre sonrojante digno de fanfic (bueno y malo). ¿Quién es nadie para terminar una obra que la autora decidió dejar inacabada? ¿Quién es Jane Austen para que no podamos hacerlo? ¿Quiénes son los personajes sin su autora y quién es la nueva autora sin ellos?
La labor de Mestres orquestando los diferentes niveles de la obra, el Austen puro, la comedia metaficcional, el cambio de quienes eran los personajes a quienes son, maneja tempos y estilos muy diferentes, pero consigue que los actores salgan bien parados de sus transformaciones y deformaciones, capitaneados por Laura Aubert y Laia Manzanares, eje transversal de toda la historia. Por cierto, con un magnífico trabajo infantil de Jan Daniel González (en otras funciones, Arnau Cot).
En el fondo, Els Watson habla de la ficción en la posmodernidad, de los vectores de creación y la soledad del autor con sus personajes, de los peligros narrativos de no tener una guía clara (IAs, inmadurez, banalidad, caos) al frente de la historia. Y es un canto de amor y respeto por Jane Austen, de pies a cabeza.
Crónica realizada por Marcos Muñoz