El pasado 8 de diciembre, en el Gran Teatre del Liceu de Barcelona se daban cita amantes del cine y de la música en un concierto patrocinado por Cupra para interpretar la música de las películas de J.A. Bayona, con uno de sus compositores favoritos, Fernando Velázquez a la batuta, dirigiendo a la Orquestra Simfònica del Vallès y al Cor Madrigal.
Tras una breve introducción con una de las piezas de El orfanato, se daba paso a Roger Príncep, el actor que daba vida al niño en la película, quien además de rendir homenaje a J por su forma de ayudarle a interpretar y admitiendo que aún no ha podido ver entera la película por el miedo que le produce, explicó la importancia de las bandas sonoras en las películas, principalmente por el poder para remover que tienen estas. Tras sus palabras, arrancó oficialmente el concierto, con la primera suite de la noche, justamente, la de El Orfanato.
A continuación, Fernando Velázquez como su creador, presentó la suite de Un monstruo viene a verme (también compositor en El orfanato y Lo imposible) y director de la orquesta en esta velada, quien ofreció unas palabras para dar introducción a la representación de la música de esta cinta que se estrenó en 2016. Velázquez resaltó la importancia de contar historias a través del cine, la literatura y la música. También mencionó que, como en el caso de la película que presentaba, después de tantas horas de trabajo, es muy gratificante y especial poder acompañar con tu música a las personas que pasan momentos tan duros como los que se cuentan en la película. Yo, como espectadora, además añadiría que es un privilegio poder escuchar trabajos tan sensibles para historias tan sensibles.
La sorpresa de la noche viene a continuación, cuando el propio Michael Giacchino aparece en pantalla, la misma en la que han ido apareciendo tanto el fantástico cartel que promociona el concierto, como los audiovisuales que se han preparado para acompañar cada suite. En una grabación, Giacchino nos cuenta que, a pesar de ser amigos con J desde hace mucho, ciertamente no han colaborado en muchas películas. De hecho, solamente en dos: Jurassic World. The fallen kingdom, que es la que presenta a continuación y La sociedad de la nieve. También relata lo especial que ha sido haber participado en el proyecto Jurassic con J, porque «J te da otra perspectiva y te hace ver matices que te la hacen ver diferente a una simple película de dinosaurios». Es en esta pieza donde el Cor Madrigal, que ha estado teniendo algunas intervenciones, ahora toma relevancia y, junto al impecable sonido de la Orquestra Simfònica del Vallès, nos regalan una interpretación en directo brutal de la música de Jurassic World, hasta tal punto que diría que una de las grandes ovaciones de la noche es para esta suite.
Sin embargo, posiblemente el momento más emotivo llega a continuación, cuando la propia María Belón aparece para introducir Lo imposible. La protagonista de la historia a la que dió vida en la gran pantalla Naomi Watts presenta una reflexión sobre su propia historia y sobre qué premisas arrancó el proyecto: “¿Cuál es el espectro fotocromático de la angustia? Y, ¿qué peso específico tiene el miedo? Y ¿cómo dibujar la generosidad? Y ¿cómo traducir en olor la esperanza? Y ¿cuál es el algoritmo matemático de la pregunta mas importante que todos nos hacemos? ¿Cuál es el sentido de la vida? El arte es el único capaz de acercarnos a la orilla de la trascendental, a lo que el ser humano necesita tocar. No vas a contar nuestra historia, J. Tú vas a hablar del sentido de la vida”. Nos comparte, además, Belón lo que su hijo pequeño aprendió con esta experiencia, cuando le dijo que es tan grande lo que se aprende, que no se puede decir con palabras. Por eso ella le dijo a J que con esta película iban a intentar acercarse con el arte a la respuesta que estamos buscando. Había tanto que rellenar y tanto que decir, nos cuenta, que conocer a Velázquez, el que iba a poner música a su historia fue algo inmenso. Dice que Velázquez consiguió rellenar los espacios con vibraciones y silencios. Y que, como resultado, las dos suites de Lo imposible, que escuchamos a continuación, responden a las preguntas de qué es vivir, qué es estar a tiempo y responder a para qué uno está vivo. En esta parte del concierto, en la primera de estas dos suites, me estremecí con la impresionante y extensa sección de cuerdas de la OSV, y en cómo acunaron las notas del piano. Y, aquí, una vez más, se siente cómo Velázquez, batuta en mano y con extraordinaria energía, dirige a la orquesta con excelente maestría.
Finalmente, llegamos a la presentación de la suite de la última película que el director está a punto de estrenar y, para ello, se percibe la exaltación de todo el público presente en el Liceu, cuando irrumpe el propio J a presentarla. J, con la sensibilidad que le caracteriza, quiere dar las gracias, ya que como él bien dice «el cine también puede servir para dar las gracias». Gracias al público por estar presente en esta noche especial, gracias a la Orquestra Simfònica del Vallès y al maravilloso Cor Madrigal y a Cupra por haber hecho posible esta ocasión. Y gracias a los dos mejores compositores del mundo actualmente: Fernando Velázquez y Michael Giacchino. Una anécdota simpática que cuenta J con Giacchino al terminar la música de Jurassic World fue que le dijo que parecía que había compuesto la partitura para Drácula a lo que Michael le contestó: «Esa es la película que has hecho así que, sencillamente, abrázala». De La sociedad de la nieve, explica que siendo una película que ya se ha hecho dos veces, ¿qué más podía contar? Así que él pensó en ir más allá y contar algo que no se hubiera contado aún. Y, ¿qué faltaba por contar? En realidad, no faltaba nada por contar. Lo que faltaba era dar las gracias. A mucha gente de la que aún no se había hablado, aquellos que nunca volvieron. Y así J da paso a la suite de La sociedad de la nieve, preciosa composición, de la que nos enamoramos, en especial, de la pieza a guitarra y coro.
Tras alguna pieza final de Jurassic World y los largos aplausos a todo el conjunto de personas que lo han hecho posible, termina El universo de J.A. Bayona. Efectivamente, un universo en sí mismo. Su universo. Uno repleto de tantísima belleza y sensibilidad del que no quieres marchar.
Crítica realizada por Diana Limones
