Teatre Nu nos trae el mundo rural y sus misterios a la gran ciudad con Els Ossos de l’Irlandès. La obra, que puede verse en el Teatre Akadèmia de Barcelona hasta el 10 de diciembre, está escrita por Victor Borràs, dirigida por Xavi Ricart e interpretada por Norbert Martínez, Iván Benet y Ernest Villegas.
Después de haber pasado por la Sala Beckett de Barcelona en un formato de lectura dramatizada en el Obrador de verano de 2021, y haber sido ganadora de los Premios Quim Masó y Frederic Roda en el 2022, Els Ossos de l’Irlandès, escrita por Victor Borràs, pisa ahora el Teatre Akadèmia de la Ciudad Condal para envolvernos en una casa rural llena de intensidad.
Els Ossos de l’Irlandès nos sitúa en un pueblo de alta montaña en un día de tormenta. Héctor (Norbert Martínez) y Xevi (Iván Benet) esperan a Llorenç (Ernest Villegas), quien tiene algo importante que decirles. Con la llegada de este, se inicia el desarrollo de una obra que nos adentra en una historia llena de secretos, tensiones y amistades peligrosas.
El texto de Victor Borràs pone encima de la mesa una situación que ya ha estado presente en otras obras –teatrales, televisivas y cinematográficas–. Sin embargo, en esta ocasión, se le da una forma y un diálogo distinto que atrae al público y lo engancha de principio a fin. Xavi Ricart, director de la obra, ha sabido -con ayuda del mismo Borràs– pasar el texto a escena generando un frenetismo equilibrado. El ritmo del diálogo y las réplicas, en consonancia con los necesarios silencios que multiplican la tensión en el ambiente, provocan que el público se agite tanto como los protagonistas.
Es fácil trasladarnos al mundo rural y a la preocupación que invade a los tres protagonistas; gracias principalmente al gran trabajo actoral. El papel de Llorenç está interpretado por Ernest Villegas, quien ofrece una facilidad extrema para adentrarnos en su mundo. Todo en él es intensidad. Su habla, su mirada profunda, su saber estar en el escenario. Disfrutar de Villegas es tener la garantía de que vamos a conocer un nuevo universo y nos vamos a emocionar con él.
Por su parte, Iván Benet calma un poco la intensidad interpretando a Xevi, un personaje más frío y calculador, que se toma la vida con más humor. Benet también nos tiene acostumbrados a una interpretación cercana, siempre trabajada desde la verdad y que no decepciona.
Por último, Norbert Martínez trae a escena un perfil más joven y más citadino; interpretando a Héctor, quien nos mueve por distintas emociones a lo largo de la función, representando de manera natural y fresca la rabia y el rencor.
Los tres actores integran perfectamente sus personajes en todos los sentidos. A través del cuerpo, las voces, los tonos e incluso las palabras. Además, cabe destacar la complicidad entre los tres, algo que se agradece porque nos hace entender muy bien la relación que los envuelve.
La escenografía y el atrezzo (diseñados por Anna Tantull) consiguen alejarnos del barrio del Eixample y llevarnos a un almacén o casa antigua claramente rural. El juego de luces de Pep Barcons y el sonido diseñado por Joan Camprodon, también acompaña el desarrollo de la obra de forma totalmente interesante, generando un ambiente oscuro, misterioso y frío.
Si tuviéramos que poner un único “pero” en estas líneas, nos atreveríamos a decir que uno de los momentos más culminantes de la obra, ya casi llegando al final y con un juego de luces, interpretación y música álgidas, podría ser el broche de oro al cierre de la función. Si bien es cierto que el final tal como es no está de más, pues está cargado de un surrealismo no tan propio hasta ese momento y que hace descender un poco el ritmo en la escena.
Els Ossos de l’Irlandès es una obra distinta que invita a entrar en las emociones de sus tres protagonistas, dejándonos llevar por una historia en la que, sin saberlo, nos veremos involucrados.
Crítica realizada por Maria Sanmartí