La Sala Versus Glòries de Barcelona estrena su segunda obra de la temporada 23-24 con la directa Pols de diamant; una obra escrita por Pau Coya y protagonizada por Dafnis Balduz y Albert Salazar basada en un caso real que trata las agresiones homófobas y la presión mediática.
Pau Coya, autor de Pols de diamant, presenta este texto basado en un caso real que tuvo lugar en la ciudad de Madrid en el 2021, cuando un joven de sólo veinte años denunciaba una brutal agresión homófoba que resultó ser mentira.
Cuando Dani (interpretado por Albert Salazar) denuncia haber sido víctima de una brutal agresión LGTBIfóbica, su historia vuelve viral a nivel nacional. Las redes hierven, ocupa portadas de diario y tertulias televisivas, e incluso hace que los máximos dirigentes políticos se manifiesten. Sin embargo, hay algo de su testimonio que parece no convencer a los investigadores del caso y, sobre todo, a la opinión pública. ¿Se lo ha inventado todo? Y de ser así, ¿qué le ha llevado a hacerlo? ¿Puede una presunta denuncia falsa desacreditar el sufrimiento de todo un colectivo? Estigma y linchamiento mediático van de la mano en esta prenda basada en un caso real.
En palabras de su autor, «el texto no busca dignificar al protagonista, ni hablar claramente de víctimas y héroes. Más bien, al contrario. Busca sacar a flote las contradicciones del ser humano. Cómo alguien se ve abocado a mentir para intentar sobrevivir al estigma. Alguien que toma decisiones reprochables para tratar de esquivar, sin éxito, la humillación. Alguien que, sin preverlo, está sometido a la vorágine mediática ya la crueldad de la opinión pública. Alguien que, como los diamantes, puede parecer inquebrantable pero se puede desmenuzar de una sola martillada.”
La historia que podemos ver en la Sala Versus Glòries de Barcelona, a camino entre la ficción y lo que sucedió realmente, pretende poner sobre la mesa temas incómodos y que invitan al debate, pero sin caer en maniqueísmos ni juicios de valor.
Albert Salazar, que tantas alegrías nos dio en A.K.A. (Also Known As), vuelve con un personaje que le va como anillo al dedo y que ofrece al público lo que él sabe dar: verdad. Verdad en sus movimientos, su voz, su ser… El personaje de Dani es un personaje atormentado que guarda muchas cosas en su interior. No solo de secretos hablamos, sino sentimientos que se obliga a guardar y una coraza externa que hace repeler a cualquier persona cercana. Salazar se mete en la piel de un personaje dificultoso que pasa por unos estados de ánimo muy cambiantes y extremos pero que consigue llevar a buen puerto para que todo el público empatice con su situación.
Por otro lado, Dafnis Balduz le ofrece la réplica en diferentes personajes que aparecen en la vida de Dani. Balduz consigue que, en un abrir y cerrar de ojos, en un milisegundo antes de iniciar la réplica, su persona cambie de forma completa. Es un gusto ver un despliegue de recursos actorales tan bien manejados por su parte para llevar a buen puerto una escena complicada; tal como ocurre en el momento que Dani, el «ligue» de Dani, y el policía (estos dos últimos interpretados magistralmente por Dafnis Balduz) toman posesión de la escena del interrogatorio. Su posición, su inflexión vocal, su mirada… todo cambia en centésimas de segundo para entregar una interpretación sin igual.
Por su parte, Nelson Valente es el encargado de dirigir el espectáculo cuyo ritmo frenético y fluctuante nos deja enganchados al asiento con ganas de saber más. El texto de Coya es magnífico pero la dirección de Valente no tiene parangón.
La escenografía de Paula Font, quien también se encarga del vestuario, es sencilla y cercana. Una mesa, dos sillas, una mesita con unos libros… todo muy minimalista pero con un motivo para que esté. Lo mismo ocurre con el diseño de luces de Dani Gener y el espacio sonoro de Roger Blasco. Grandes ideas para situarnos en un espacio concreto de forma efectiva y con unos recursos lumínicos que reconocemos en el momento que un tipo u otro de mensaje se recibe en el teléfono móvil de Dani.
Pols de diamant es un texto que te deja clavado en la butaca. Una obra que te hace pensar y reconocer que, como sociedad, aun tenemos muchos prejuicios y temas a debatir que nos incomodan. Pero, gracias al teatro, estos a veces se nos ponen justo en frente para que nos demos cuenta que mirar hacia otro lado no es una solución.
Crítica realizada por Norman Marsà