Empiezo mi SURGE Madrid este año desde la sala exlímite con De la juventud, una co-creación a partir de «La enfermedad de la juventud» de F. Bruckner escrita y dirigida por Juan Ceacero, con el elenco de La_Compañía exlímite #Futura.
Esto no es Viena 1923, es Madrid 2023, y cuatro compañeras de piso repasan la lección de los neurotransmisores mientras se preparan para salir de casa y quedar para el estreno de la performance del novio de una de ellas. En los ensayos de la performance se está gestando una infidelidad, una traición, y un plan de venganza que esa misma noche hará saltar por los aires la amistad de todos ellos.
Mercedes Borges, Inés Collado, Daniel Guerro, María Martínez Rivas, Micaela Portillo, Daniel Jumillas y Paula Varela son este grupos de amigos, jóvenes profesionales y estudiantes que no terminan de encontrar su lugar en el mundo ni de dónde poner su cuerpo ni qué hacer con este. El uso de las drogas como evasión, el consumo de cuerpos como forma de relacionarse, y la terapia barata que se aplican las unas a las otras nos dan una imagen de una juventud disociada y disfuncional, un reflejo muy acertado de lo que puedo identificar yo en la realidad.
De la juventud es un proyecto puramente SURGE, y que continúa con el ya sello de La_Compañía exlímite. Lo coral de este proyecto me lleva al fantástico Cluster que se estrenó en exlímite en el 2021, y me es imposible no hacer comparaciones al respecto, en las que De la juventud sale perdiendo. La duración (más de dos horas) se me hace excesiva, los cuadros para que todos y cada uno de los actores se luzcan, al ser tantos, lastran el ritmo de la propuesta, y mismamente no todos los personajes tienen un fondo tan atractivo o bien compuesto como para que me interese.
Disfruto viendo que había mucho público joven en la sala, que se sientan tan señalados e identificados con lo que ocurre en la escena o cuando se reciten versos de la poeta contemporánea Alba Farelo aka Bad Gyal; sus reactions eran similares a las mías disfrutando de La Tuerta de Jorge Usón, pero ay el gap generacional.
Me llevo de De la juventud un par de descubrimientos para mi watchlist de promesas del teatro, un fantástico trabajo de diseño de iluminación, como siempre, de Álvaro Guisado; y la fe en que se está renovando el público que asiste al SURGE Madrid y que son quienes asegurarán la supervivencia de un proyecto que de voz y espacio a las compañías emergentes de la Comunidad de Madrid.
Crítica realizada por Ismael Lomana