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21.07.2023 Críticas  
El valor del teatro cuando no es ficción

Los pasados 17 y 18 de julio, el Grec Festival Barcelona nos ofreció, en el Teatre Lliure, la posibilidad de conocer de primera mano la historia de Yasser, una historia marcada por el conflicto. En esta narración, el público no es un público al uso, porque la obra tampoco es una obra al uso.

En escena no hay nada más que una mesa llena de CDs y cassettes que van reproduciéndose uno tras otro y nos explican las memorias de Yasser a modo de relato de vida. Toda la iluminación es un foco que se mantiene prácticamente fijo mirando a esa mesa desde la que Yasser nos cuenta su historia. Detrás de él, hay una tela donde se proyectan sus memorias, en este caso, en formato fotográfico y audiovisual. Es gracias a esta tela que podemos comprender bien los detalles de lo que se nos cuenta, ya que la Riding on a cloud se realiza en árabe, con subtítulos simultáneos (escritos).

Sin duda, esta propuesta es la muestra del verdadero valor del arte. Un arte que es capaz de tocarnos el corazón y llevarnos a lugares desconocidos. ¿Dónde empieza la ficción y acaba la verdad? ¿Dónde hay representación y dónde hay dolor real? ¿Qué es el teatro? ¿Qué es el arte?

Riding on a cloud ya ha pasado por diferentes lugares y estamos seguros de que ha dejado huella en todos ellos; y es que lo que narra no es para menos. En plena guerra civil libanesa, Yasser Mroué tenía 17 años y una bala le atravesó el cráneo. Aunque la gravedad de las heridas hizo que le dieran por muerto -en realidad no lo estaba-, ese suceso marcó un antes y un después en su vida. Desde entonces la vida de Yasser se vio marcada por ese momento que clasificó toda su existencia en “antes de la lesión” o “después de la lesión”.

Uno de los efectos secundarios de su accidente y de la intervención quirúrgica fue la confusión que le crean las representaciones. Para Yasser, las fotografías ya no tienen sentido y lo que se ve en una pantalla o en un escenario es real. Por eso no va al teatro porque cree que todo lo que en él se representa es cierto. Y ahora es él mismo quien nos narra su historia, sin parafernalia ni ficción, sin falsedades ni interpretaciones. La verdad pura y cruda puesta en escena.

A quien también tenemos la oportunidad de ver en escena es a Rabih Mroué, hermano de Yasser y director de la obra, a quien vemos también en escena en un momento muy concreto, acompañando a su hermano con la guitarra, en una intimidad y complicidad que nos emociona y nos llena de esperanza.

Riding on a cloud es una narrativa creada por dos hermanos a los que les unen unos ideales, el dolor de un conflicto armado, una infancia llena de historias, y evidentemente, también un accidente y la capacidad de hacer del dolor. Arte.

Crítica realizada por Maria Sanmartí

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