En las tablas del Teatro Pavón de Madrid se pone en pie estos días la versión teatral de la película El Inconveniente. Con Kiti Mánver repitiendo el papel que le valió una nominación al Goya. Una comedia tierna, amable y entretenida que deja con un agradable sabor de boca.
Luis, interpretado por Cristóbal Suárez, está interesado en un piso. La ubicación es perfecta, el piso necesita alguna reforma, pero sin duda es una ocasión única. La agente inmobiliaria que se lo enseña así se lo reconoce. Eso si, hay un inconveniente. En el piso vivirá su hasta ahora propietaria, Lola, hasta su muerte. No parece que le queden más de dos años de vida, pues su afición irrefrenable al tabaco y su historial médico así parecen vaticinarlo. Luis se queda con el piso y ahí empezará su convivencia con El inconveniente.
Este inconveniente es Lola, interpretada por una fantástica Kiti Mánver, una mujer deslenguada, amante de la vida, de fuerte carácter y de profundas ideas sobre la vida. Una mujer que no le teme a la muerte, que ha vivido todo lo que tenía que vivir, pero que se encuentra sola. Evidentemente los caracteres opuestos de Luis y Lola chocan irremediablemente, provocando divertidas discusiones y enfrentamientos en los que irá naciendo una amistad en un principio nada posible, entre dos almas que no pueden ser más opuestas.
Una serie de acontecimientos inesperados unirán a estas dos solitarias personas que finalmente no podrán estar el uno sin el otro. La función se desarrolla ágil y entretenida. El buen hacer del elenco juega a favor. Kiti está como pez en el agua en un personaje que hace suyo, y que provoca la sonrisa del público. Cristóbal evoluciona de un hombre encorsetado en un traje a otro que va relajándose ante la vida. Completa el dúo Marta Velilla con apariciones a cada cual más sorprendente. El montaje destila frescura y desenfado. El texto y dirección de Juan Carlos Rubio es acertado. Tiene el director ya una trayectoria reconocida y loable en este tipo de comedias que van más allá de buscar el entrenamiento. Hay cargas de profundidad que se van soltando para finalmente pasar de la anécdota a la reflexión profunda.
John Lennon lo cantó, y los protagonistas de El inconveniente lo certifican en sus carnes: La vida es lo que te pasa mientras estás ocupado haciendo otros planes. Se sale de la sala del Pavón con una sonrisa permanente, y con la certeza de que quizá hay que replantearse muchas cosas. Que ciertos inconvenientes pueden convertirse en verdaderas oportunidades.
Crítica realizada por Moisés C. Alabau.