Sónar inició su programación de Sónar+D el pasado jueves 15 de junio en el recinto de la Fira de Barcelona. La Inteligencia Artificial, la Realidad Aumentada y la Realidad Virtual son las areas más aclamadas junto con el area dedicada a los sintetizadores modulares.
Sónar+D da paso a la creatividad digital en forma de imagen y sonido, concentra a expertos y amateurs que se juntan para debatir, descubrir y presentar proyectos. La Inteligencia Artificial ha jugado un papel muy importante en todo esto, pues es la creadora de obras de todo tipo y los expertos nos han estado hablando de ellos en las conferencias.
SonarÀgora recoge varias de estas conferencias, no pudimos evitar asistir a ver al habitual del festival Daito Manabe. ‘Generative AI and the Arts’ con Rhizomatiks, Daito Manabe y Yuya Hanai nos empezó hablando de los básicos de la IA y lo que se utiliza para entrenarla, pues por los momentos no se puede entrenar a la IA para generar piezas artísticas sin utilizar contenido con copyright que, en la mayoría de ocasiones, se ha utilizado sin el permiso de los artistas lo cual crea un importante conflicto ético.
Nos mostraron también cómo han podido trackear y entrenar a la IA a través del movimiento de las espadas de esgrima a través de un estudio que iniciaron alrededor de 2013 instalando sensores en las espadas durante las competiciones. A través de estas técnicas que han ido analizando y mejorando con los años han podido sacar los movimientos de tan rápido deporte. A través de las pantallas pudimos ver las imágenes representadas de los movimientos de las espadas y el contacto de estas al realizar la estocada.
La conferencia de Rhizomatiks estaba a reventar y la gente estaba hipnotizada por tan magnífica presentación que se hizo en inglés y en japonés con un traductor del equipo. Impresionante ver un ambiente tan familiar ante semejantes genios que han realizado espectaculares obras en distintos formatos, algunas de ellas presentadas en ediciones anteriores del festival.
La imagen del festival ha sido del todo desconcertante, ¿por qué? reina el error y la deformidad, la provocación la incomodidad. ¿Y qué es Sónar sin estos elementos? Los creativos y Sergio Caballero este año lo tenían claro. Si para el 25 aniversario su reto fue enviar mensajes al espacio, algo que en el ’98 decían era locura, este año han entrenado a la IA para crear su imagen. ¿Y qué hacemos con el conflicto ético que planteaba Rhizomatiks? En este caso todo quedó en casa, pues las imágenes introducidas para la IA fueron las imágenes del festival en los pasados 30 años de Sónar.
La experiencia nos la describieron con ilusión pues es brutal ver cómo la IA avanza a pasos agigantados. Cuando miras las imágenes puedes pensar que la IA no lo ha hecho del todo bien pero ahí está la trampa, pues Sergio Caballero buscó la estética y la belleza en los errores de esta tecnología e hizo una selecciones de los mejores errores. Y así nacieron las imágenes, nos las encontramos en todos los escenarios como visuales siempre y cuando el artista no haya llevado los suyos propios.
Pero esto no acaba aquí, pues si paseas por el Sónar de Día te encontrarás una instalación totalmente dedicada a la imagen de Sónar; «Processing…30 years of Sónar». Nada más llegar te hacen entrega de unos cascos para sumergirte en ella, pues es así como debes vivir la experiencia. Al entrar ya tienes la música envolvente en tus oídos, un loop infinito que se fusiona con las imágenes. Si eres fan de las imágenes de Sónar a lo largo de los años habrás podido reconocer a las animadoras, las antenas y estaciones tecnológicas del 25 aniversario, las parejas de gemelos que tenían sus respectivas marionetas gemelas y hasta el mismísimo Sergio se cuela por ahí. Deformidades e imposibles, vamos viendo cómo se forman y es una locura porque nos encanta.
La duración de la instalación es de unos 30 minutos pero merece la pena pasar a descansar y verlo sentado sobre la moqueta.
En Sónar hay muchísimo que hacer así que es importante organizarse bien para no perder detalle. Nos encanta la fiesta y nos encanta bailar pero lo que más nos gusta es cómo Sónar+D nos reta a aprender día a día la tecnología más transcendental.
Crónica realizada por Nina Delgado
