El Teatre Nacional de Catalunya en Barcelona presenta la obra El Temps i Els Conway; una historia de J.B. Priestley que nos sumerge en la vida de una familia adinerada de Yorkshire, los Conway, durante el período de entreguerras. Un espectáculo lleno de vida, amor, sueños y frustraciones donde pasado, presente y futuro conviven en un mismo espacio.
En el año 1992, Mario Gas abría, por primera vez en nuestro país, las puertas de la casa de los Conway. La obra, que se escenificó en el Teatre Condal y que se convirtió en un éxito de público y crítica, estaba interpretada por la flor y nata del teatro catalán: Montserrat Carulla, Àlex Casanovas, Victòria Peña, Pere Ponce, Mònica López, Rosa Renom, Rosa Boladeras, Lluïsa Castell, Jordi Boixaderas y Jaume Mallofré. Ahora, 30 años más tarde, Àngel Llàcer toma el relevo para presentar su propia puesta en escena con un elenco compacto y entregado a la historia.
Es el año 1919 y Kay, una de las hijas, celebra su aniversario. Una fiesta por todo lo alto en la que ella, guionista, prepara un juego de adivinanzas ya tradicional en sus fiestas familiares. Durante esta celebración, y mediante un peculiar uso del tiempo, el autor nos muestra cómo los miembros de esta acomodada familia inglesa con grandes expectativas ante la vida acabarán sin conseguir ninguna de estas aspiraciones. Un drama al uso que esconde ciertos juegos temporales y escenográficos que nos sorprenden gratamente en las más de dos horas sin entreacto que dura la función.
Con una magnífica traducción de Joan Sellent y una firme dirección de Àngel Llàcer nos presenta una obra que maravilla y perturba al público a partes iguales. Un recordatorio conforme los sueños sueños son; y que todo lo que elucubramos, en ocasiones, en un abrir y cerrar de ojos puede desaparecer. Como, en un tiempo efímero, todo puede transformarse y transformarnos.
El Temps i Els Conway está interpretado por un excelente elenco de 10 actores y actrices que representan a la extensa familia Conway y allegados. Júlia Bonjoch, Màrcia Cisteró, Biel Duran, Bàrbara Roig, Carles Roig, Albert Triola, Júlia Truyol, Mar Ulldemolins, Ferran Vilajosana y Roser Vilajosana nos ofrecen unas interpretaciones cambiantes y moldeables que rezuman dilemas y frustraciones a raudales. Un inicio de comedia que no tardará demasiado en mostrar las primeras pinceladas de drama hasta que la crisis y el tiempo pase y explote para todos. Allí conoceremos y disfrutaremos de nuevas capas interpretativas y de personajes que evolucionan en un nivel exponencial.
A nivel técnico, destacar la sorprendente escenografía e iluminación creada por Marc Salicrú que se convierte en un personaje más de la obra desde su inicio. Un gran salto cualitativo a la escenografía de la versión del 1992 en el Teatre Condal que, ahora, utilizando el potencial que permite la gran sala del TNC coge el peso necesario para ayudar a transitar la obra a donde se merece. Un exquisito montaje técnico que juega con el público para mostrar el teatro dentro del teatro (incluyendo, para ello, el equipo técnico al completo).
Destacar también el vestuario de Míriam Compte que se vuelve primoroso promoviendo los colores vivos y alegres en la primera parte de la historia para, más tarde, discernir en colores apagados y sombríos que se impregnan del ambiente grotesco y rancio que se respira en el futuro. Y, por último, el perfecto diseño de sonido de la mano de Jordi Bonet y el agraciado movimiento escénico de Davo Marín.
El Temps i Els Conway se convierte así en un producto redondo que magnifica su disfrute dentro de las posibilidades que la sala gran del Teatre Nacional de Catalunya le ofrece. Una obra que viste de fiesta una sala que cuelga el cartel de entradas agotadas casi diariamente.
Crítica realizada por Norman Marsà