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27.02.2023 Críticas  
El humor es mucho más que diversión

La compañía teatral Yllana vuelve a poner en pie su espectáculo Greenpiss sobre las tablas del Teatro Infanta Isabel de Madrid; aplicando esta vez su particular visión cómica sobre el ecologismo y el futuro de nuestro planeta.

El humor es una vía para que el público se ría y se olvide por momentos de los problemas de su rutina, algo así como un desahogo del estrés que se padece en la vida cotidiana. Pero si cuando nos reímos nos escapamos de manera deliberada de la realidad que nos rodea, entonces, ¿reírse en exceso es malo? Después de acudir al estreno de Greenpiss puedo responder con un claro y rotundo no. Yllana sabe de sobra que la risa debe ir acompañada de reflexión para que dé sus frutos y aprovecha a la perfección la inmediatez del teatro para crear un diálogo con los espectadores y espectadoras, todo encaminado al desarrollo comunitario crítico. La posibilidad de tratar temas tan delicados como es la conservación de nuestro planeta permite remover conciencias en pro de la lucha por un mundo diferente.

Con un público completamente entregado, que aplaude a rabiar, con todo lo que realizan los cuatro actores que forman el elenco de Greenpiss; Fidel Fernández, Luis Cao, Juanfran Dorado y Jony Elías nos regalan momentos gloriosos derrochando gracia y talento. Es evidente que los cuatro han trabajado en más de una ocasión juntos (la última vez que los he visto ha sido hace unas semanas en el mismo patio de butacas pero con el espectáculo Brokers) y eso se traduce en una enorme complicidad que exhiben sobre las tablas. Son cuatro artistas con una fabulosa vis cómica y una increíble versatilidad, poseedores de una naturalidad arrolladora y un sello propio que hace de cada obra algo muy especial. Las risas y las carcajadas se suceden constantemente porque con un solo gesto, una mirada o un sutil movimiento son capaces de hacer volar nuestra imaginación y posicionarnos más allá. Ellos viven el teatro con una pasión desbordante y eso lo saben transmitir a la perfección; con ese brillo tan especial que irradia de sus ojos cada vez que se suben a un escenario. ¡Para quitarse el sombrero!

Se suceden una serie de sketches, a cada cual más ingenioso y divertido, a un ritmo vertiginoso. Me gusta especialmente uno protagonizado por una gallina y un gallo a los que inyectan sustancias químicas que permiten obtener huevos más grandes de lo habitual. ¡Y hasta aquí puedo contar! Por supuesto, no me puedo olvidar de ese amargo y necesario final que supone una clara crítica a esa cara oculta de los juzgados que alberga un mundo de corrupción e irregularidades. El humor sirve para recordar y tratar de cambiar, y el público no necesita de explicaciones basadas en la palabra para componer en su mente la representación de sucesos y discernir qué es lo sucede.

No hay muchas obras en las que puedas sentir realmente que eres parte de lo que se está desarrollando sobre el escenario porque, aunque el público siempre lo es, no todos los espectáculos te miran tan directamente a los ojos como aquellos que están firmados por Yllana. En la mayoría de sus montajes cuentan con la participación directa, porque la ruptura de la cuarta pared es un recurso que utilizan de maravilla para desatar la locura en el patio de butacas.

Greenpiss es una espectáculo muy recomendable para los fans de Yllana pero también para aquellos que no hayan visto nunca una obra de esta estupenda compañía cuyo sello de identidad es el humor gestual.

Crítica realizada por Patricia Moreno

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