La sala de la Princesa del Teatro María Guerrero de Madrid se transforma en un aula de colegio de primaria para acoger este proyecto escrito y dirigido por José Troncoso. Los columpios es un reconfortante montaje que lleva a escena a un grupo de maravillosos “nuevos dramáticos” junto a otros no tan nuevos.
Debo decir que no soy muy amigo de los niños en el escenario, así que tenía una mezcla de sensaciones al leer sobre este proyecto que se basa en la escucha, juegos y entrevistas a unos alumnos y alumnas de distintos colegios. Eso me causaba infundado prejuicio. Pero sobrevolaba el proyecto el nombre de José Troncoso, un director que toca como pocos la fibra del espectador, que lo hace desde un humor muy elegante y particular. Si a eso se le suma un reparto adulto con nombres como Marta Fernández Muro, Juan Vinuesa o Belén Ponce de León entonces había que dejar el prejuicio a un lado y dejarse sorprender.
La normalmente negra sala de la Princesa se ha convertido en un aula dorada, las butacas se han sustituido por pupitres, nubes de algodón flotan en el techo, un giratorio preside la sala. Alessio Meloni firma con esta una más de sus ya icónicas escenografías.
La premisa puede parecer infantil pero esconde unas cargas de profundidad considerables. Una profesora presenta una actuación de su grupo de alumnos, se desata una tormenta que provocará un agujero espacio temporal y veremos si esos alumnos han conseguido los sueños y aspiraciones que tenían de pequeño y que mostraban en aquella actuación escolar. La pregunta se repite, ¿Qué quieres ser de mayor? Esa pregunta a la que todos hemos tenido que hacer frente y que inevitablemente nos lleva a pensar si hemos conseguido lo que queríamos.
El montaje equilibra de manera perfecta las intervenciones de los futuros adultos y del elenco profesional. Los adultos primero actuando como niños para terminar siendo lo que la vida les ha deparado. Marta Fernández Muro nos recuerda a esa profesora típica, a la que guardamos en la memoria, y lo hace con una ternura envidiable. Paco Ochoa nos conmueve con ese niño que soñaba ser pianista y lo consigue gracias al empuje de esa profesora. Belén Ponce de León está maravillosa, conserva la inocencia de la niñez incluso en su vida adulta. Juan Vinuesa como siempre bordando sus papeles. Pepa Zaragoza y Zaira Montes derrochando talento. El extenso elenco infantil deslumbra por su implicación y talante.
Los columpios es de esos montajes sorprendentes, de los cuales se entra esperando una cosa y se sale completamente traspasado por la sencillez y la belleza de las cosas bien hechas, hechas con cariño, con respeto y con mucha ilusión.
Crítica realizada por Moisés C. Alabau.