Rocío Jurado vs Alaska. Mari Trini vs Loquillo. Lola Flores vs Raphael. ¿Quién interpretó las canciones más progresistas, más feministas, más modernas, y quién se llevó la fama? ¿Quién se ha convertido en hito LGTBIQ+ y por qué? ¿A quién ha despreciado el relato oficial de la Movida de los 80? La Copla de Wisconsin nos lo explica en el Teatre Eòlia de Barcelona.
Cançons que acaben en fade out es el título de esta producción, que cuenta con la Beca Odisseu Eòlia I+D 2022. Ese trabajo de investigación no solo se traslada a la preparación del espectáculo, sino que se traslada al propio lenguaje dramático, con presentaciones, citas, tarjetas, de manera similar a lo que vimos hace un mes en una especie de concierto complementario de la misma compañía, Quan Barcelona Era Hot.
Pero si aquel espectáculo era una conferencia-concierto, este, mucho más complejo y con más segmentos performativos que dialogan entre sí, es una conferencia-musical. Escrito por Salvador S. Sánchez e interpretado por él mismo y Cinta Moreno, con Joel Moreno (no son familia) a la guitarra, Cançons que acaben en fade out es un recorrido brillante que derriba estereotipos a base de hemeroteca, y nos hace dar cuenta de que damos por sentadas cosas en base a prejuicios repetidos una y otra vez. Lo consigue desde la primera escena, invirtiendo roles y demostrando que unos arreglos determinados van muchas veces asociados a ideologías que no tienen por qué defender sus letras.
Cançons que acaben en fade out explica muchas cosas, y deja para conclusión de los espectadores muchas otras, utilizando multitud de recursos musicales, desde bases rítmicas a mashups, repeticiones, yuxtaposiciones o versiones en otros idiomas. ¿Se apreciaría más a Rocío Jurado en Cataluña si sus canciones las hubiera cantado en catalán Nuria Feliu o Gloria Gaynor en inglés? ¿Era decente el acoso y derribo de «las folclóricas» en las entrevistas? ¿Nos burlamos de «el otro» como costumbre, en nuestra sociedad?
Si por concepto y actuación la compañía consigue un espectáculo de lo más interesante, en lo musical están todos espléndidos, tanto cuando se llevan las canciones de viaje estilístico como cuando se acercan a su interpretación original. Cinta Moreno y Salvador Sánchez salen con nota de cada una de las canciones, algunas muy difíciles, interpretándolas además con distintos matices en función del momento del espectáculo: cantar e interpretar nunca han ido tanto de la mano. Pocos hermanan tanto la pedagogía con el arte, la investigación y la interpretación, como Cançons que acaben en fade out.
Estará muy pocos días en el Teatre Eòlia: debería reponerse inmediatamente en la sala que sea y hacer una temporada larga. Pero por si las moscas, corra y no se la pierda. No deje que se le haga tarde, señora…
Crítica realizada por Marcos Muñoz