Una novedosa versión del musical Mamma Mía! se estrena en el Teatro Rialto de Madrid de la mano de SOM Produce. El espectáculo, que mantiene su esencia original, llega repleto de actualizaciones que sorprenderán gratamente al respetable y lo llevarán, de nuevo, a una idílica boda en playas griegas.
El musical que ha hecho cantar y bailar a más de 65 millones de espectadores en todo el mundo llega de nuevo a la gran vía madrileña. Esta novedosa y espectacular versión se presenta como una modernización de la mítica superproducción que no olvida su esencia original. Misma historia, misma música (los grandes éxitos de ABBA), mismos personajes pero, con nueva escenografía, nuevas y originales coreografías e, incluso, una nueva adaptación de las letras, hacen que el musical se sienta nuevo y revitalizado en un teatro que se viste acorde para la ocasión.
Todos conocemos la historia de Mamma Mía!. La historia de Donna. Una madre fuerte, soltera e independiente que regentea un pequeño hotel en una idílica isla griega. Donna ha criado sola a su hija Sophie, que va a casarse próximamente. Sin que nadie se entere, Sophie lee los diarios de juventud de su madre y se tropieza con el diario cercano a su nacimiento. Al parecer, Donna tuvo tres amantes en esa época y la identidad del padre de Sophie no queda clara. Sophie tiene ¡tres posibles padres!. Para poner fin a su incertidumbre, Sophie decide invitarlos a la boda; eso sí, sin que su madre lo sepa. El caos estará garantizado cuando Donna se los encuentre por sorpresa en la isla. ¡Y los tres juntos! Esta estrepitosa aparición descolocará a Donna por completo y pondrá patas arriba toda la preparación de la boda.
Tras 23 años de su estreno mundial, el musical Mamma Mía! ha hecho gira en nuestro país y se ha presentado, de manera estable, en Madrid y Barcelona. Debido a su atrayente música y una puesta en escena llena de luz, color y diversión, Mamma Mía! se ha convertido en uno de los musicales más queridos por el público español. El recuerdo que la versión original, presentada por Stage Entertainment, nos dejó en su día, era un reto muy difícil de superar. Quien más, quien menos, se sabe de «pe a pa» todo el musical: incluyendo canciones, diálogos memorables de sus personajes y coreografías. ¿Quién no recuerda a los amigos de Sky cuando se lo llevan de despedida de soltero mientras se marcan esa coreografía con las aletas de natación? ¿Quién no ha cantado Money, Money, Money mientras movía las manos?
En este nuevo montaje, SOM Produce ha decidido prescindir de todo lo que teníamos enquistado en la mente y ofrecer un producto novedoso que nos sabe a gloria. Empezando por las letras de la canciones y diálogos, los cuales han sido revisados por Alejandro Serrano y David Serrano, que nos ofrecen una traducción algo más acorde a la original y que convierten el musical en algo más cercano y menos estereotipado. Efectivamente, los fans del musical que cantarán las canciones mentalmente desde sus butacas notarán que algo ha cambiado pero podemos confirmar que la adaptación ha mejorado notablemente.
Las coreografías míticas han desaparecido para incorporar nuevas que destacan profundamente de su antecesora. Sí, echamos alguna cosa de menos pero este Mamma Mía! no es el que conocemos y hay que saber verlo con ojos novedosos. En esta ocasión, las coreografías son más enérgicas y menos marcadas, algo que agradezco profundamente ya que ha hecho que el nivel de danza en un musical haya crecido exponencialmente. Aquí el elenco (Jennifer Lima, Elena Díez, Fran Moreno, Pep Guillem, Carla Places, Lucía López, Paule Mallagarai, María Reina, Zulema Santana, Urko Fernández Marzana, Héctor Garijo, Oscar Muñoz, Andoni García, Mario Hornero, Juan José Marco, Aaron Mata, Anna Coll, Rebeca Del Santo) BAILA. Y dios mío, ¡cómo baila! Dejando atrás la manía de marcar los pasos para que otros se muevan detrás, aquí el elenco al completo lo da todo para levantar un producto que nos levanta de la silla a casi cada número. Mención especial a Iker Karrera, coreógrafo del espectáculo que nos deja con la boca abierta en cada interpretación de un elenco que casi siempre está en escena. Y, por si fuera poco, el mismo elenco canta elevando aun más la interpretación coral. Si bien es cierto que estamos muy acostumbrados a que en el elenco hayan 2-3 bailarines/as que se dejen la piel en la interpretación pero no canten, aquí todos, sin excepción, lo dan todo.
En la parte de los personajes principales, encontramos a los dos jóvenes: Sophie (Gina Gonfaus) y Sky (Jan Buxaderas). Ambos interpretan a unos personajes cercanos al público y muy creíbles. Gonfaus nos ofreció una interpretación actoral espléndida que combinó con una miedosa interpretación vocal al inicio. Ya arrancado el show, la actriz cogió el liderazgo de la obra para demostrarnos que es una estupenda Sophie en escena. Por su parte, Buxaderas nos presenta un Sky muy distinto al que estamos acostumbrados. Aquí, Sky tiene peso actoral y su juventud hace que el personaje se preste más a jugar y disfrutar. Un Sky más joven de espíritu, más pillo y juguetón que encandila rápidamente al público.
Pero si hay algo que SOM Produce ha sabido encontrar para el espectáculo, ha sido el elenco más adulto. Donna, Tanya y Rosie, a.k.a. Verónica Ronda, Mariola Peña y Inés León se convierten en las mejores Dynamos que hayamos visto en escena. Sin comparar con sus antecesoras, parece que a ellas se les ha dado rienda suelta en el juego. La cercanía entre personajes se palpa como si se conocieran realmente de toda la vida y su actuación es simple, cercana y llena de verdad. Sufrimos con ellas, nos divertimos con ellas y jugamos con ellas pero sin llegar a caer en la parodia de las tres mujeres perdidas de mediana edad. Aquí ese sentimiento no existe y es todo un acierto. La diferencia se nota también en sus canciones principales, las cuales bordan. Mención especial a la interpretación de Verónica Ronda en «The winner takes it all» donde, excelsa, trabaja la canción desde un punto muy distinto al que conocemos haciendo que el público se emocione con ella y lo lleguemos a sufrir tanto como su personaje. Está enfadada, sí, pero aquí lo que prevalece es el sentimiento de confusión, de rabia, de no saber qué hacer ni por dónde tirar, por querer tirar la toalla aun siendo una persona todo terreno que abarca y puede con todo. Ronda nos ofrece una interpretación de master en una canción donde el sentimiento prevalece sobre un agudo perfecto. ¡Brava!
Y si hablábamos de ellas, cuidado con ellos, Sam, Harry y Bill a.k.a. Jaime Zatarain, Carlos De Austria y Lluis Canet interpretan a los tres posibles padres de Sophie. Cada cual más complicado en su mundo, nos presentan unos personajes que combinan a la perfección con lo que Donna es y lo que quería en esa época. Mención especial a la actuación de Carlos De Austria cuya luz y magnetismo nos atrae constantemente al verle en escena.
Por último, destacar el trabajo de la nueva y convertible escenografía, diseñada por Ricardo Sánchez-Cuerda, que podemos apreciar sobre el escenario del Teatro Rialto pero que, a su vez, nos envuelve completamente desde que cruzamos las puertas del teatro. Un idílico pueblo en una isla perdida de Grecia en la cual, como Donna, querríamos quedarnos unos días (o quién sabe, puede que una vida). La idea del despliegue constante hace que recorramos todos los lugares que la isla nos ofrece y, ciertamente, el funcionamiento de la escenografía no podía ser mejor para el escenario del Rialto. Una creación que mejora aun más con la iluminación creada por Felipe Ramos y el diseño de sonido de Gastón Briski.
No voy a mentir. Acudí a disfrutar de Mamma Mía! con ese recelo que muchos seguramente compartirán. Un espectáculo que he disfrutado mucho durante años y que, a un ser un Jukebox (algo que no suele gustarme), había encontrado un pequeño resquicio donde quedarse en mi mente. Tras sacudirme los prejuicios y disfrutar de los primeros minutos del musical, localizando continuos cambios que mejoraban lo que ya conocía, esta versión de Mamma Mía! se ha convertido hoy en día en mi favorita. Es difícil que esto ocurra y, por ello, le doy más valor a lo creado.
Mamma Mía!, una y otra vez volvería a disfrutarte. Quién sabe; puede que en mi próximo viaje a Madrid me despiste y visite ese precioso hotelito griego que actualmente regenta el Rialto.
Crítica realizada por Norman Marsà