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11.10.2022 Críticas  
Un clásico trasladado a las tablas

En el centenario del nacimiento de José Saramago, Premio Nobel de Literatura en 1998, el Teatre Nacional de Catalunya en Barcelona lleva a escena uno de sus libros más conocidos: Ensayo sobre la ceguera. Un clásico magistralmente trasladado a las tablas.

Una pandemia se extiende por todo el mundo: una plaga de ceguera inexplicable e incurable. El gobierno aplica restricciones cada vez más represivas e inútiles para intentar frenar el contagio. La falta de recursos y las condiciones extremas harán que la gente luche por sobrevivir pero que únicamente lo consigan los más inmorales.

Saramago nos presenta un texto donde, en un mundo casi apocalíptico, el hombre sigue siendo depredador del mismo hombre. Una apuesta grande, arriesgada y, en contadas ocasiones letárgica, que sobresale con nota en el inicio de la Temporada 22/23 del TNC. El TNC se lo juega todo -aun con riesgo de quedarse ciego- con este clásico de Saramago.

Dirigido magistralmente por Nuno Cardoso y con una interesante adaptación y dramaturgia de Clàudia Cedó, el teatro nos presenta una compleja pero seductora versión escenificada de una obra clásica en dos idiomas (catalán y portugués) que no dudan en entremezclarse durante toda la obra.

Ensayo sobre la ceguera es una apuesta arriesgada y confusa desde su inicio pero que, tras escasos 10 minutos, conseguimos integrar en nuestra acción repetitiva de ver, escuchar, leer y absorber.

En palabras de su director, Nuno Cardoso: «Ensayo sobre la ceguera parecía una parábola sobre la condición humana en un escenario inverosímil, pero ahora es nuestro día a día. Un texto que trata directamente el miedo, la pérdida, la impotencia, la esperanza y la libertad»; algo que hace escasamente dos años se nos hizo tan presentes. «Una obra que, releyéndola para su adaptación, era como si, en lugar de leer, estuviera recordando». Una extraña pandemia amenaza nuestro mundo y, quieran o no, parece que todos la van a pasar. No hay escapatoria y, sorpresivamente el gobierno no sabe cómo abarcar el problema. La seguridad, siempre por encima del trato y cuidado de la sociedad, imperará en un cambio completo en sus vidas. Una crítica a una sociedad podrida y profundamente egoista que, desde la butaca, nos quiere resonar.

Ensayo sobre la ceguera está interpretado por un total de 14 actores y actrices que cubren un amplio espectro de edad en los personajes. Ana Brandão, Ferran Carvajal, Joana Carvalho, Jordi Collet, Sérgio Sá Cunha, Montse Esteve, Paulo Freixinho, Adriana Fuertes, Gabriela Flores, Pedro Frias, Jorge Mota, Albert Prat, Lisa Reis y Maria Ribera representaran lo bueno, lo malo y lo peor de la sociedad mostrándose muy vulnerablemente en personajes de edad muy dispar. Interpretaciones espléndidas que nos dejaron tocados en más de una ocasión y, horrorizados, en otras.

Cada personaje está interpretado por 2 actores/actrices; cada uno de ellos en su propio idioma (catalán o portugués). Estos personajes cambian constantemente de cara (y, por ende, de idioma) pero, en todo momento, mantienen su distintiva personalidad. Un gran trabajo en conjunto de los actores/actrices y dirección para conseguir representar al mismo personaje de la misma manera pero en otro cuerpo e idioma. Así, el mismo personaje nos explicará -saltando entre idiomas- su historia dentro de la distopía. Una apuesta temeraria y compleja que obliga a la compañía a estar siempre, casi al completo, presente en escena desdoblando personajes. Más adelante, a medida que nuevos personajes aparecen en la historia, el desdoblarse se convierte en un arte ante un espectador, quien ya ha interiorizado el constante cambio de caras e idiomas y la incursión constante de personajes. Un trabajo titánico en continuo cambio que convierte una obra de más de tres horas en un reto para el intérprete.

En referencia a la parte técnica, destacar el trabajo de escenografía de F. Ribeiro, que nos mantiene en un continuo movimiento de localizaciones inacabables hasta que llegamos al escenario principal donde ocurre la mayoría de la historia. Junto al admirable trabajo de iluminación y vestuario de Nuno Meira y Nídia Tusal, las escenas absorben a un respetable que duda en respirar en algunas ocasiones.

Ensayo sobre la ceguera se ha convertido en una obra perfecta para iniciar la temporada del TNC de Barcelona. Una apuesta arriesgada que une culturas hablando de una sociedad que nos puede ser altamente reconocida y a la que indudablemente critica mediante un clásico de nuestra literatura.

Crítica realizada por Norman Marsà

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