El Grec Festival de Barcelona presentaba anoche A Sondheim Night Music, un show musical que recogió lo bueno y lo mejor de las composiciones del genio norteamericano. Un concierto único que mostró una panorámica de la extensa carrera que el maestro de Broadway, autor de obras como Company, Golfus de Roma, Follies o Sweeney Todd se ha labrado durante años.
Bajo la dirección escénica de Alejandro de los Santos y Diego Rodríguez, el Teatre Grec de Barcelona presentó anoche un espectáculo repleto de temas emblemáticos de Stephen Sondheim. Grandes éxitos, mezclados con joyas menos conocidas del mismo autor, fueron interpretados por los 40 músicos de la Orquestra Pops Symphony junto a las voces de Dulcinea Juárez, Lydia Fairén, Roser Batalla, Xènia Garcia, Frank Capdet, Jan Forrellat, Pitu Manubens y Toni Vinyals.
El Teatre Grec, rebosante de público y con el cartel de «No hay entradas» colgado en la taquilla, nos presagiaba una noche que, aun ser calurosa, lo iba a ser más con la partitura prevista por la compañía.
Las noches de musicales programadas (de forma casi anual) en el Grec Festival siempre han tenido una gran acogida de público. Concretamente, estos conciertos escenificados son uno de los espectáculos que siempre agotan entradas pocos días después de su anunciación y, como no podía ser de otra manera, A Sondheim Night Music no iba a ser menos. Hace ya mas de un mes que la noche colgaba el cartel de completo. No habían asientos disponibles y el público ya buscaba ávido entradas en reventa. Nadie quería perderse una noche tan especial en la que se homenajeaba al recientemente desaparecido maestro de Broadway.
Lo afortunados asistentes al concierto pudimos disfrutar de un espectáculo redondo y de un gusto exquisito. Ideado como un recorrido de canciones que casi se hilaban entre sí, A Sondheim Night Music se nos presentó como un musical tributo a Sondheim creado por multitud de canciones extraídas de sus musicales más conocidos junto a otras perlas que el público pudo escuchar por primera vez en la ciudad condal.
La primorosa producción lució perfecta. Bajo un ambiente de claro-oscuros muy delicado y con unas insuperables iluminaciones ideadas por Juanjo Llorens, el show nos presentó a una orquesta que ocupaba la parte central del escenario, como personaje siempre presente en escena (la personificación del maestro), mientras unas sencillas pasarelas a diferentes alturas les rodeaban. Pasarelas por las que los cantantes principales accedían cada vez que se les requería en escena.
La Orquestra Pops Symphony dirigida por Xavier Torras tuvo una presencia intachable. Solamente con la obertura que nos ofrecieron, ya pudimos notar nuestro bello erizarse y disfrutar de la calidad de sonido que nos tenían preparado (bravo por el diseño de sonido de Cesc Mojica). Una interpretación insuperable para una noche que querríamos poder disfrutar de nuevo.
Junto a la orquesta, alabar el trabajo vocal e interpretativo realizado por el elenco del show: Dulcinea Juárez, Lydia Fairén, Roser Batalla, Xènia Garcia, Frank Capdet, Jan Forrellat, Pitu Manubens y Toni Vinyals. Todos brillaron en cada una de las canciones llegando a arrancar grandes aplausos en los momentos corales y en más de un solo que nos hizo aplaudir a rabiar mientras intentábamos no gritar y levantarnos del asiento para no entorpecer la noche. ¡Bravísimos!
Por último, creo que no hay tándem más perfecto para un concierto de Sondheim que Alejandro de los Santos y Diego Rodríguez. La dirección escénica, marcada al milímetro, fue (posiblemente) la gota que hizo que la noche se convirtiera en una noche para recordar.
Anoche, el espectáculo A Sondheim Night Music nos trasladó a un mundo idílico en el que las canciones del gran maestro norteamericano de los musicales sonaron en escena de una forma ensoñadora. Ni el calor sofocante pudo entorpecer un directo de casi 2 horas de duración que nos dejó con un dulce sabor de boca. Las manos dolieron en un sinfín de aplausos al final de una inmejorable noche llena de Sondheim.
Crítica realizada por Norman Marsà