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10.07.2022 Críticas  
Arriesgar, evolucionar y perder el miedo

El Gran Teatre del Liceu de Barcelona ha presentado, en 4 exclusivas funciones, ÒH!PERA. Microóperas de nueva creación. Un conjunto de cuatro óperas de 30 minutos de duración que busca fomentar la experimentación y el aprendizaje de jóvenes estudiantes de diseño de la ciudad a través de la creación operística.

La misión de ÒH!PERA nace en el acompañamiento y el apoyo en la creación artística, poniendo a disposición espacios y recursos que sirvan de campo de experimentación, la exigencia y la calidad de los proyectos. Un proyecto de colaboración y alianza entre el Gran Teatre del Liceu, la Concejalía de Turismo e Industrias Creativas del Ayuntamiento de Barcelona, Disseny Hub Barcelona y las escuelas de diseño BAU, ELISAVA, EINA, LCI y Escola Massana; que quiere ser un escaparate para mostrar el talento emergente de una nueva generación y proyectarlo internacionalmente.

Bajo la dirección artística de Àlex Ollé, actual artista residente del gran templo de la ópera barcelonesa, el proyecto presenta cuatro óperas de pequeño formato para ser representadas durante la misma velada en diferentes espacios del Liceu (Sala Miralls, Teatrí del Conservatori y Foyer). En dos días (9 y 10 de julio) y con cuatro pases en total, se presentan las óperas Entre los árboles, L’ocell redemptor, The Fox Sisters, Shadow. Eurydice says.

Para su composición, el Liceu ha seleccionado a Núria Giménez-Comas, Marc Migó, José Río-Pareja y Fabià Santcovsky. Un encargo que tiene como particularidad el hecho de que se cuenta con un máximo de 6 artistas en escena, entre cantantes e instrumentistas, que colaboran en el proyecto gracias al apoyo de la Fundació Ferrer Salat – Fundació Conservatori Liceu.

Para la puesta en escena se ha buscado la diversidad en cada una de ellas y se ha invitado a profesionales del ámbito de la dirección escénica teatral: Nao Albet, Alicia Serrat, Marc Chornet y Silvia Delagneau.

La primera pieza que disfrutamos es Entre los árboles. Escenificada en el Foyer, cuenta con la composición de José Río-Pareja y libreto de Juan Mayorga; dirección de escena de Nao Albert y escenografía de la escuela MASSANA.

Una ópera cuyo diálogo entre personajes trata la desconfianza en la pareja tras la reaparición de un ex amante en escena. La pieza nos presenta personajes perturbados y posesivos que nos invitan a reflexionar sobre las relaciones tóxicas. La escenografía, blanca en su conjunto, nos ayuda a crear esa sensación de distopia que se respira en el ambiente; ese mundo adyacente de David Lynch que la música de Río-Pareja favorece en altas dosis.

La segunda pieza que disfrutamos es L’ocell redemptor. Escenificada en la sala Miralls, cuenta con la composición y libreto de Fabià Santcovsky; dirección de escena de Marc Chornet y escenografía de la escuela EINA.

L’ocell redemptor nos presenta la escenografía sorpresiva y futurista que evoca a una inteligencia artificial creada para recoger los datos de todas las fatalidades del mundo y las sintetiza; simbolizando la abstracción estadística de todos los sucesos y problemáticas de nuestras sociedades actuales.

Marc Chornet nos presenta una fábula lírica de potencial trágico que permite al público moverse libremente por la sala para poder notar que “la máquina” actúa en todos los recovecos de la sala. Posiblemente, la ópera más contemporánea de las cuatro y la más dificultosa de seguir dado que “la máquina” basa sus estadísticas en números y sonidos más que en palabras.

La tercera pieza que disfrutamos es The Fox Sisters. Escenificada en el Teatrino del conservatorio, cuenta con la composición de Marc Migó y libreto de Lila Palmer; dirección de escena de Silvia Delagneau y escenografía de la escuela BAU.

Basada en la historia real de las Hermanas Fox, que fundaron el movimiento espiritista de mediados del siglo XIX, la ópera mezcla lo real, lo imaginario y lo supernatural en un drama lleno de luces y sombras. Una ópera oscura y tenebrosa por su instrumentalización que, aun basada en una sesión mediúmica, trata la emancipación femenina.

Si bien es cierto que contar con el teatrino del conservatorio como base escenográfica ya ayuda en la recreación, la visual que nos presentan se basa en la tenebrosidad del ambiente y en unos atuendos sin igual que nos evocan a los tiempos inciertos de las cazas de brujas. Junto al maquillaje pálido de sus caras y sus rictus impunes a la emoción, The Fox Sisters se convierte en una de las óperas más atrayentes de las que disfrutamos esa tarde.

Para finalizar la tarde, la cuarta pieza que disfrutamos es Shadow. Eurydice Says. Escenificada de nuevo en el Foyer, cuenta con la composición de Núria Giménez-Comas; libreto de Elfriede Jelinek, traducido por Gitta Honegge, basado en el texto de N.G.C. y Anne Monfor; dirección de escena de Alicia Serrat y escenografía de la escuela ELISAVA.

Al retornar al foyer (escenario en el que previamente disfrutamos de la primera ópera), nuestra expectativa es derrotada. La disposición que encontramos ha cambiado totalmente de forma sorpresiva y no queda resto alguno de la ópera anterior. Una transformación completa que nos deja con la boca abierta y nos ayuda a disfrutar, aun más, de la última composición. La escenografía se plantea como un espacio abstracto de tres escenarios complementarios donde se mezclan sombras, luces, y trasparencias. El público, ubicado en el centro de este universo, acompaña a Eurídice en un monólogo en el que se subleva al hombre mientras desciende al inframundo.

Aquí los instrumentos tienen un papel vertebrador en los sentimientos que Eurídice experimenta. El Rock y el heavy-metal se mezcla mágicamente con la lírica y la retórica que la protagonista pregona. Llena de metáforas, la ópera nos sorprende con unos visuales proyectados que ayudan a crear el ambiente tétrico en las palabras plasmadas por Eurídice. Un personaje en cuya ópera queda totalmente relegada y que, aquí, con la fuerza que la debió caracterizar, se rebela completamente para presentarnos una visión totalmente distinta del personaje que conocemos.

Es la primera vez que el proyecto ÒH!PERA cobra vida y, debo decir que es delicioso ver la mezcla expuesta por los profesionales que participan en ella. Deseo que la iniciativa siga su curso y podamos disfrutarla de nuevo en 2023. Arriesgar, evolucionar y perder el miedo es algo que todos los profesionales deberíamos poder experimentar y, aquí, las escuelas de diseño han podido contar con una maravillosa red de seguridad que se lo ha permitido. Bravo por el trabajo bien hecho.

Crítica realizada por Norman Marsà

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