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06.07.2022 Críticas  
Cariño, calidez y calidad

El Festival Jardins Pedralbes de Barcelona presentaba el pasado lunes 4 de Julio a Joss Stone en concierto. La cantante del Reino Unido presentó un directo lleno de fuerza, a la par que sensibilidad, en una noche a beneficio de la Fundación lucha contra las infecciones.

Bajo un gran manto de aplausos, Joss Stone aparecía en escena para iniciar el concierto con una versión de The Chokin’ kind de Joe Simon. Tras esta bella interpretación, la cantante dió las gracias al festival por traerla de vuelta y anunció que la noche iba a convertirse en una pequeña fiesta. Para animar un poco el ambiente, Joss cantó su éxito Free Me.

Embarazadísima de su segundo hijo, al finalizar la canción la cantante espetaba: “Creo que escogí el peor vestido para disfrutar de la noche. No os asustéis si se me ve algo”. “Bueno, la siguiente canción es para no tomarse la vida muy enserio”. Así la mezzo-soprano iniciaba Big Ol’ Game. Graciosa con el público en todo momento, hacia mitad de la canción indicó al público que ya era hora de empezar a meterse un poco en el concierto y le pidió que tarareara junto a ella. «Solo para empezar a perder la vergüenza, como si estuviéramos en una primera cita»; indicaba jocosa. Poco tardó el entregado público en apuntarse a tratar de afinar las primeras notas que iban a cantar durante el concierto.

«La mayoría de las canciones de esta noche van de amor. Pero a veces en la vida te enamoras de quien no debes». Tras esta frase sentenciadora que Joss supo dibujar bajo una amplia sonrisa, iniciaba la canción Stuck on you. Su cercanía y amor hacia el público se convirtió en una constante durante toda la noche en la que no dudó en hablar entre canciones y confesar de dónde venían muchos de los temas.

«¿Habéis escuchado mi nueva canción?. A veces saco canciones lentas y aburridas (ríe) pero creo que esta os va a gustar. Es una canción de que habla de los amores pasados, de esos que tienes a los 16, te peleas, te reconcilias y, de repente, te casas joven». Tras este speech en el que Joss nos contaba sus sueños de adolescencia, cantó Never forget my love. Y como de amor iba la noche, seguidamente interpretó You’re My Girl, canción que en un principio escribió pensando en su mejor amiga, luego en su madre y que, finalmente, derivó en su primera hija Violet; ya que se enteró que iba a ser niña mientras terminaba la composición. Tras ella, le siguió su éxito Love Me.

Pero aunque la noche iba de amor, también hubo momentos de reivindicación para hablar de esas personas horribles que nos encontramos en el camino de la vida. «No seas víctima de la mierda de otros»; decía. Y con toda razón, ella y el público, cantaron Victim of a Foolish Heart. Una canción en la que sus seis músicos en escena pudieron lucirse en unos fantásticos solos que el público ovacionó sin dudarlo. Ovación final en conjunto para una interpretación única. ¡Bravo!

«Ahora toca bailar un poco», decía. Tras unas risas gritó: «Toca levantar el culo». La banda empezó a tocar Super Duper Love y, tras pocos segundos y con el público en pié, Joss no dudó en bajar del escenario para mezclarse entre la platea y cantar con ellos. Sonrió, bailó con más de uno/a y disfrutó con tenerles cerca antes de hacerles sonar como un coro mientras ella disfrutaba de la sesión. Tras el severo subidón, Joss Stone elevó aún más el hype con You Had Me. «Veo que os gusta un poco de reggae», decía. Ni corta ni perezosa empezó su canción Harry’s Symphony; canción que en algunos momentos remezcló con la conocida Bad boys de Bob Marley.

Llegando al final del concierto, Joss espetaba: «Quiero hacer de nuevo una canción de amor. Bueno, como mínimo una mas. Escribí una carta de amor al mejor novio del mundo y esto fue lo que quedó». Joss cantó Music, canción que en su disco canta con Lauren Hill y que aquí defendió sola junto a sus dos flamantes coristas. Joss Stone se trasformó y cantó la mejor canción de la noche. Su banda lo dió todo sobre el escenario para finalizar un directo portentoso que será difícil de olvidar. Tras saludar brevemente entre gritos y aplausos, Joss Stone abandonó el escenario.

Tras 5 minutos de aplausos ininterrumpidos, Joss salió de nuevo al escenario para encarar los bises. «Tengo un par de canciones más para vosotros en esta noche tan especial»; indicó antes de cantar Clean up woman.

Antes de finalizar el concierto, Joss Stone quiso dejar claro que esta última canción era muy especial para ella; ya que siempre es la que guarda para cerrar los conciertos porque tiene un mensaje que la anima a seguir. «Es bueno cometer errores. No hay que ser perfectos», indicaba. «No tengáis miedo a vivir». Tras este positivo speech, inició la última canción, Right to Be Wrong. Canción en la que acabó entre risas (mientras el público le gritaba que no se fuera y ella bromeaba con quedarse cantando toda la noche) y repartiendo girasoles. Una vez más, la mezzo-soprano del Reino Unido agradeció poder disfrutar de nuevo del festival de verano en Pedralbes, de estar aquí, y de poder cantar de nuevo con su público.

El concierto llegó a su fin y el público abandonó las gradas con ese sabor dulce de haber vivido un gran concierto en toda regla. Pero, sobretodo, deseando que el Festival Jardins Pedralbes extienda anualmente y en perpetuidad una invitación a Joss Stone para que año tras año la podamos seguir disfrutando sobre las tablas del festival. Lo que Joss Stone nos regaló esa noche fue su música pero lo que sobretodo recibimos desde el público fue su cariño, calidez y calidad. Gracias Joss, vuelve pronto.

Crónica realizada por Norman Marsà

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