El pasado viernes el escenario del Gran Teatre del Liceu volvió a albergar los musicales. Capitaneado por Àngel Llàcer y Manu Guix e interpretado por Ivan Lavanda, Ricky Mata, Diana Roig, Sylvia Parejo, Raquel Jezequel y Elena Gadel, Broadway al Liceu presentó algunas de las canciones mas reconocidas del musical americano (con alguna que otra sorpresa).
De la mano de la productora Concert Studio, el 23º Festival del Mil·lenni de Barcelona recuperó un concierto creado exclusivamente para el Festival Jardins Pedralbes de 2021.
Como es habitual, cada edición del festival veraniego presenta uno de los conciertos de musicales más esperados de la temporada. Una sola oportunidad para disfrutar de un concierto único.
El año pasado, dicho concierto estuvo a cargo de Àngel Llàcer y Manu Guix; tándem de dirección teatral cuyos espectáculos (La tienda de los horrores, La jaula de las locas, Cantando bajo la lluvia o El Petit Príncep) se han convertido en referentes de la industrial del musical en nuestro país. Parece ser que este año, tras el gran éxito cosechado cada noche en el Teatre Tívoli con Cantando bajo la lluvia, alguien pensó que sería buena idea recuperar el concierto acaecido el verano pasado para convertirlo en una segunda noche única; esta vez sobre las tablas del gran teatro. Y, ciertamente, no se equivocó ya que el gran teatro de la ópera barcelonesa se llenó hasta los topes de público ansioso por el musical.
Tras una pequeña overtura capitaneada por el musical Anything goes, la voz en off de Ivan Labanda presentaba al maestro de ceremonias de la noche, Àngel Llàcer. Junto a Manu Guix, director musical de la función, Llàcer (que no Llàtzer) estableció rápidamente el tono del concierto. Ellos no iban a cantar (o lo harían poco) pero su función estaba clara: ser la pareja cómica de la noche en el rol presentador y, así, contextualizar cada uno de los temas que se iban a cantar. Un rol con el que supieron jugar muy bien creando una velada dinámica y divertida llena de momentos divertidos.
El concierto se inició con Being Alive interpretado en catalán por Ivan Labanda. Canción que forma parte del musical Company que, como el mismo Llàcer indicó, podrá verse en el Teatre Apolo a partir del 2 de mayo.
La segunda canción del espectáculo fue la primera en dar la campanada de la noche. Diana Roig aparecía en escena para cantar Maybe this time del musical Cabaret en inglés. Tras su cuidada interpretación, el público enloqueció en aplausos.
Tras abandonar el escenario, Elena Gadel apareció para interpretar un correcto All that jazz del musical Chicago. Pero la magia surgió en la siguiente canción que interpretó junto a Diana Roig: Over the rainbow de la película The wizard of Oz. Las cantantes crearon un aura cálida bajo una armonía vocal sorprendente y exquisita. Uno de los grandes momentos de la noche.
Tras ellas, Ricky Mata realizaba su primera aparición en el escenario para cantar la versión en Español de This is the moment del musical Jekyll and Hyde. Canción que todo fan del musical asociamos al cantante Rafael.
Tras un agradecido aplauso, Sylvia Parejo hizo su primera incursión de la noche para cantar un maravilloso The wizard and I del musical Wicked. Probablemente, uno de los aplausos más largos y merecidos de la noche. Su interpretación, enfundada en un vestido verde (no podía ser de otra forma) fue memorable. ¡Bravo!
Seguidamente, Ivan Lavanda, Ricky Mata, Diana Roig y Elena Gadel salieron al escenario a visitar a Àngel Llàcer que indicaba que esta algo triste y que, como venía diciendo desde el principio del show, no iba a cantar esa noche. Para animarlo, interpretaron la primera canción coral de la noche. Una versión muy libre del For Now de Avenue Q que trasformaron en La vida es tan breu. Una lección musical que nos indica que debemos dejar de pensar y preocuparnos por todo (qué fácil es decirlo y qué difícil es hacerlo, verdad?) y disfrutar; ya que la vida es muy corta.
Tras este bonito consejo, y aprovechando que el concierto tenía entre sus filas a tres de los cinco aviadores que han pasado por el musical del El Petit Príncep, Àngel Llàcer pidió a Ivan Labanda que se quedara en escena para cantar, junto a él y Manu Guix, la canción Allà vaig aprendre. Un momento que enterneció al público que, ahora se pregunta dónde disfrutará del ya clásico musical navideño tras el cierre del Teatre Barts.
Tras el momento tierno de la noche, llegó por fin el momento de disfrutar de la última cantante que aun no había salido a escena: Raquel Jezequel. Decidida a romper el techo del Liceu con su voz, Jezequel se marcó un potente And I Am Telling You I’m Not Going que enloqueció al público. Posiblemente, una parte del público no conocía a la cantante pero, desde el viernes, esa actuación se les va a quedar clavada en la memoria.
Tras este derroche vocal en el que el público aplaudió y pateó bajo su asiento, disfrutamos de dos de las canciones altamente aplaudidas de la noche, la versión en catalán de Gethsemane (I only want to Say) que Manu Guix cantó del musical Jesus Christ Superstar al piano, y la canción de La Rosa que Elena Gadel y Diana Roig interpretaron del musical El Petit Príncep en el que ambas interpretaron el personaje años atrás.
Llegando al final de la noche sonaron cuatro canciones más: Puttin’ On The Ritz de la película de título homónimo interpretada por Ricky Mata y Ivan Labanda; Sending the clowns del musical A Little Night Music, interpretada en catalán por Elena Gadel; un mashup de The Story of Tonight del musical Hamilton con You will be found del musical Dear Evan Hansen interpretada por Manu Guix y Àngel Llàcer; y la mítica There’s no business like show business del musical Annie Get Your Gun que todos los intérpretes cantaron juntos para cerrar el concierto.
Tras los incesantes aplausos de un público feliz y entregado, Àngel Llàcer anunció la última canción de la noche. Una canción que, creo, todos estábamos esperando que sonara. Así sonó Soy lo que soy, la versión en Español del I Am What I Am de La Cage Aux Folles; donde Llàcer tomó el liderazgo de la canción mientras los demás intérpretes del concierto lo acompañaban.
El espectáculo Broadway Al Liceu consiguió traer de nuevo los musicales a las tablas del Gran Teatre del Liceu de Barcelona; un hito que no disfrutábamos desde la última función de Los Miserables (Stage Entertainment, 2015). Con casi la totalidad de las butacas vendidas del templo de la ópera barcelonesa, solo puedo decir: Al rico y conocido musical americano. What’s next?
Crónica realizada por Norman Marsà
