Dentro del ciclo Abril Imaginario de la sala El Umbral de Primavera de Madrid, se presenta Interior: Día; una propuesta de Los Lúmenes con autoría y dirección de Miguel Valentín, quién también forma parte del elenco junto a Anahí Beholi, Montse Simón y Luis Sorolla.
Interior: Día es uno de los seis proyectos teatrales que cuentan con la asesoría de Los números imaginarios, compañía dirigida por Carlos Tuñón. Este primer proyecto de Los Lúmenes nace con la intención de explorar el territorio fronterizo entre cine y teatro.
Miguel está escribiendo tres guiones y Montse le nota más lejos que nunca. La cabeza de Miguel está tanto en la historia de un astronauta que deja de estar solo en el espacio, como en el lejano oeste americano (porque qué otro lejano oeste puede ser si no es el americano), donde un bandido es tentado por todo un pueblo, rehén de sus fechorías, de cederles el testigo de la delincuencia. Luis no sabe qué opinar sobre los guiones de Miguel, y Anahí no sabe qué opinar sobre lo que Montse le cuenta que es su vida con Miguel.
Uno de los referentes de la compañía es Pablo Remón, e Interior: Día tiene mucho de El Tratamiento. Crisis existencial, las inseguridades del autor, un universo creativo que comienza a fusionarse con la realidad, pequeñas traiciones del subconsciente, y esa sensación de estar viviendo una existencia guionizada en la que se ha perdido la voluntad y la posibilidad de intervenir sobre ella.
El juego interpretativo que plantea Miguel Valentín en el que para el público se difuminan los límites en sobre qué es ficción, realidad, interpretación o improvisación es perfecto dentro de esta propuesta que precisamente juega con esas fronteras imaginarias. Luis Sorolla es un magnífico narrador y son ya muchas las ocasiones en las que me ha obnubilado con su presencia escénica y el talento que tiene para acompañar a la audiencia en un paseo guiado por su verbo.
Las imágenes que se crean en pantalla con la ayuda de la perenne presencia de la cámara, con extraordinarios resultados en la odisea espacial, y los monólogos del tercer acto de Montse Simón y Anahí Beholi son interpretados con la dosis perfecta de naturalidad e intimidad que se prestan a ser recibidos como confesiones al oido o delante de una infusión humeante a la luz de una lámpara retro.
Interior: Día es una propuesta de calidad con espíritu de adaptación al medio audiovisual, o de éxito de programación en la sala en que se represente, como tantos otros proyectos de las anteriores citas del ciclo.
Crítica realizada por Ismael Lomana