El pasado domingo, el Gran Teatre del Liceu de Barcelona celebró su 175º aniversario. Una efeméride a destacar bajo el manto de un concierto escenificado lleno de satisfacciones. Una noche donde pudimos disfrutar de grandes estrellas de la ópera pero que, a su vez, sirvió para homenajear a todos los trabajadores y trabajadoras que forman parte de este gran legado.
Tras muchos y sufridos cambios en su elenco final durante su preparación, la gran y esperada gala de la ópera barcelonesa reunió a algunas de las principales figuras de la ópera internacional. Un total de 10 artistas en escena que han regalado a los liceístas noches doradas de durante los últimos años del gran teatro. En dicha noche memorable pudimos disfrutar de las actuaciones de Sondra Radvanovsky, Lisette Oropesa, Ludovic Tézier, Michael Fabiano, Giacomo Prestia, Airam Hernández, Manuel Fuentes, Marta Mathéu, Manel Esteve y Raúl Giménez.
Esta gala extraordinaria, confeccionada expresamente para la ocasión, prometía una velada de intensidad y de grandes emociones para homenajear la historia del teatro en la víspera misma de la efeméride.Una propuesta escénica pensada por Valentina Carrasco y dirigida musicalmente por el maestro Marco Armiliato.
Una velada que se cumplió con creces desde la primera escenificación de Macbeth de Verdi (acto II completo) de la mano de Macbeth de Sondra Radvanovsky como Lady Macbeth y Ludovic Tézier como Macbeth. Una portentosa Sondra Radvanovsky subía el telón para demostrarnos, una noche más, que es una de las mejores para empoderar este tipo de papeles dramáticos. Su presencia escénica junto a su agraciada y portentosa voz nos dio un inicio de celebración inigualable. ¡Brava! El público no pudo más que ponerse en pie para ovacionarla en los saludos finales. Junto a ella, un Ludovic Tézier nos ofrecía un Macbeth convincente que redondeó un acto perfecto. Remarcar la presencia en escena de Giacomo Prestia como Banquo y Airam Hernández como Macduff; los cuales realizaron un acto perfecto.
Para la segunda parte, el Liceu nos tenía preparado el plato fuerte de la temporada. Lucia di Lammermoor de Donizetti. Escenificando la parte III hasta el final de la escena de la locura, pudimos disfrutar de la delicadeza de Lisette Oropesa, quien nos presentó la completa psicología y vocalidad de la famosa escena de la locura. Una escena in crescendo que Oropesa supo sobrellevar con una mezcla de locura y dulzura que encandiló al público. Tras la famosa aria, el público asistente enloqueció en aplausos y otros vítores para alabar el gran trabajo que acababa de realizar en escena. Ella, visiblemente conmocionada por la reacción del respetable, tuvo que reverenciarse, algo que el público aplaudió aun más, llevando a Oropesa a caer sobre sus rodillas en un sincero agradecimiento por la reacción que estaba viviendo. ¡Brava! Junto a ella, Ludovic Tézier interpretó a un potente Enrico acompañado de Airam Hernández como Edgardo y Manuel Fuentes como Raimondo. Un perfecto cuarteto protagonista que desearíamos ver en escena llevando a cabo dicha ópera.
En la tercera parte, disfrutamos de la conocida Turandot de Puccini. Concretamente del acto II, escena II entera, que nos muestra como Turandot pone a prueba a Calaf con sus acertijos; los cuales debe adivinar para poder prometerse con ella. Dichos roles fueron interpretados por Sondra Radvanovsky y Michael Fabiano respectivamente en los roles de la gélida y enigmática princesa oriental Turandot, frente al inflamado príncipe Calaf. Ambos dieron una lección de presencia, proyección vocal y seguridad escénica y vocal como ninguna otra. Un sueño poder disfrutar de ambos artistas en sendos papeles protagonistas. Junto a ellos, disfrutamos de Marta Mathéu como Liù, Manel Esteve como Mandarí y Raúl Giménez como el Emperador Altoum.
Tras los saludos finales de este tercer acto, estuvimos seguros que el gran teatro tendría una sorpresa preparada y, ciertamente, Michael Fabiano no se iba a quedar sin cantar la popular aria que Calaf interpreta en Turandot; Nessun Dorma. Lo que no esperábamos fue que, sobre una tela de fondo color blanco, el Liceu proyectara imágenes de estos 175 años mientras el tenor interpretaba la canción. Pero no solo de fotografías de archivo se trataba, sino que la emoción se desplegó a raudales en las butacas cuando vimos fotografías de los mismos trabajadores del Liceu (sastrería, peluquería, regidoría, oficina, limpieza…) que día a día pelean por sostener el gran teatro. Tras finalizar el aria, la tela blanca alzó el vuelo para mostrarlos a todos y a todas sobre el escenario. Junto al coro del Liceu y los artistas invitados de la noche, el público ovacionó a un equipo que, a día de hoy, sigue luchando porque el Gran Teatre del Liceu mantenga el estatus de la cuna operística barcelonesa.
Desde EnPlatea queremos felicitar al Gran Teatre del Liceu de Barcelona por su 175º aniversario. Pero, sobretodo, queremos felicitar al equipo humano que hay tras cada una de las óperas, conciertos, espectáculos de danza, etc… que hemos podido disfrutar en sus butacas. ¡Feliz aniversario!
Crónica realizada por Norman Marsà