Tras perderle la pista hace años en el Teatro Pavón Kamikaze, Freak, de Anna Jordan, dirigido por Paula Amor, llega al Teatro del Barrio de Madrid, con Lorena López y Lara Serrano como protagonistas.
Una mujer, una ruptura, sentimental y laboral; crisis existencial y una nueva vida como bailarina de barra americana. Otra mujer, un cuerpo por descubrir, sexos que conocer y venganzas por Instagram. Un sofá, dos mesitas auxiliares y dos vasos de agua. Camisones de tul que al igual que las confesiones de sus protagonistas, transparentan lo que hay debajo bajo esa superficie vaporosa del tejido y y sus deseos y sentimientos.
Es muy poco común ver en escena adolescentes como Lara Serrano (con 13 años recién cumplidos) enfrentándose a un texto tan crudo como el de Anna Jordan, y podemos añadir a esto que la traducción, con asesoría de Luis Sorolla, hace que todo lo que verbaliza suene natural, propio, con cero unidades de impostación. Mismo valor interpretativo tiene el de Lorena López, transformada en esta mujer rota, PTSDtizada, que en el tercer acto logra arrojar algo de luz sobre su personaje.
Antiel Jiménez, esta vez me vas a tener que perdonar por no subrayar tus campos en este Freak (iluminación y escenografía), pero es que aquí la palabra es la ama, y salvando que lo que es el tercer acto, para mi sirve como epílogo, ya que el cierre estaba hecho (un broche muy oscuro, pero concluyente); el paseo por los meses de la vida de estas dos mujeres que dan al público potentes imágenes con las que complementar la escena, pero en la mente de cada uno; es sobresaliente y algo imperdible para los amantes del teatro de texto.
Lo que ocurre en la sala del Teatro del Barrio con unos recursos modestos es más poderoso que cualquier montaje de los actuales en las salas nacionales y autonómicas. Inteligentísima gestión de Proyecto Duas, a cargo de la prensa, para hacer resaltar en la cartelera este Freak.
Crítica realizada por Ismael Lomana