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19.10.2021 Críticas  
Algo nada triste. Si es cómico mejor

Tras su paso por el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida 2021 donde colgó el cartel de entradas agotadas en casi todas las funciones, el musical Golfus de Roma ha llegado al Teatro La Latina de Madrid para repartir felicidad y buen rollo al público madrileño.

Golfus de Roma es, sin lugar a dudas, uno de los mejores musicales que actualmente puedes disfrutar en la cartelera madrileña.
Basado en las obras de Plauto (especialmente en el Pseudolus), la comedia original creada por Stephen Sondheim, con texto de Burt Shevelove y Larry Gelbart, se estrenó en 1962 en el Alvin Theatre de Broadway (actual Neil Simon Theatre), y contó con un reparto encabezado por Zero Mostel como Pseudolus, David Burns como Senex, John Carradine como Marcus Lycus, Brian Davies como Hero y Jack Gilford como Hysterium entre otros. Fue nominada a 8 categorías de los Premios Tony en 1963, alzándose con 6 de ellos, incluido el de mejor musical.
En 1966 se estrenó la versión cinematográfica, A Funny Thing Happened on the Way to the Forum, dirigida por Richard Lester, con Zero Mostel como actor principal. Ganadora de un Oscar a mejor música adaptada en 1966 y nominada a mejor película comedia musical en los Globos de Oro del mismo año.

Años después, en 1964, la obra se presentó por primera vez en nuestro país en el Teatro Maravillas de Madrid. Producida y dirigida por José Osuna, la dirección musical fue a cargo de Manuel Moreno Buendia con un elenco capitaneado por José José Sazatornil como el esclavo Pseudolus. Debido a este éxito, en 1993 llega al Festival Internacional del Teatro Clásico de Mérida una nueva producción dirigida por Mario Gas. Bajo el título de Golfos de Roma, Mario Gas nos presentaba a un elenco de primer nivel compuesto por Javier Gurruchaga como Pseudolus, Josep Maria Pou como Senex, Ricard Borràs como Marcus Lycus o Gabino Diego como Hero. Además de ocuparse de la dirección, Mario Gas también participó en el diseño de la escenografía, iluminación y adaptación a la lengua castellana. La buena acogida del espectáculo hizo que girara por España con gran éxito.

Ahora, en 2021, Focus presenta una nueva y readaptada versión ideada por Daniel Anglès y Marc Gómez, dirigida por el propio Daniel Anglès y protagonizada por el cómico y imitador Carlos Latre, quien se embarca en un nuevo rol como nuevo intérprete de comedia musical.

La puesta en escena que nos presenta Daniel Anglès ha sido fantásticamente actualizada y adaptada para presentarnos a una compañía de cómicos y clowns dispuesta a hacer lo necesario para hacer reír y sorprender al público. La introducción a la pantomima que su director nos presenta es ya altamente agradecida en cuanto validamos nuestro ticket en la puerta. Como gran compañía de clown, no podían faltar los juegos con el público, algo que ayuda en la espera del inicio del espectáculo. OriolO, quien luego disfrutaremos en su papel de Erronius, nos presentará un hilarante previo, con el público y el regidor del teatro como protagonistas, que deja entrever las primeras sonrisas del respetable. Pura maestría del clown.

Pero si hablamos en sí de la dirección que Daniel Anglès impregna en el espectáculo, he de decir que esta es ágil, fresca y genuina. El musical, que dura mas de 2 horas, presenta una historia bien hilada que no decae ni se hace monótona. Esta dirección tan activa que notamos en cada cambio de escena y/o giro de guión, le añade el plus de la continua sorpresa que el musical tanto necesita y que, de verdad, se agradece que se haya marcado firmemente.

Si hablamos del elencus elenco, he de aplaudir el trabajo de Carlos Latre como Pseudolus (el criado dispuesto a liar a todo el mundo para conseguir la libertad). Latre es un hacha en escena y un actor suficientemente experimentado sobre las tablas para embarcarse en un novedoso proyecto teatral y salir de él victorioso. No puedo mas que fundir este texto en halagos a su persona. El musical, obviamente, le va como anillo al dedo. Su esencia está ahí, lo que Latre hace y por lo que es conocido ha sido magistralmente añadido en su justa medida para que no chirríe en la historia (gran trabajo de adaptación) y, su interpretación actoral es mas que excelente.

Por otro lado, destacar el gran trabajo de Diego Molero, como Senex (el sexagenario patriarca que manda en todos sitios menos en su casa) y Eva Diago como Domina (la empoderada matriarca que hace temblar a toda la familia); ambos dueños del esclavo Pseudolus. Esa relación tóxica en escena, ese viejoverderío que Senex exuda… ese trabajo actoral en escena es sencillamente fantástico. Es una pena que la participación de ambos personajes en el musical sea tan escasa. Ambos tienen su auge en la segunda parte del espectáculo y Senex es el que mas juego tiene. Aun así, es de agradecer poder disfrutar de ambos en escena con un trabajo de creación de personajes sinigual.

Si anteriormente hablaba de una relación tóxica en escena, esta no tiene parangón cuando la comparamos con la relación virginal que mantienen Eros (el joven e ingenuo hijo de la casa que acaba de descubrir el amor) interpretado por Eloi Gómez, y Philia (la joven y dulce cortesana que no está dispuesta a vender su corazón) interpretada por Ana San Martín. Personajes jóvenes e inexpertos, al punto de ser queridos y/o odiados por igual desde el público; todo ello en pro de un amor idílico. El trabajo actoral que ambos realizan es bárbaro. No puedes parar de reír cuando Eloi Gómez aparece en escena y expresa sus sentimientos con esa jovialidad que lo caracteriza. Por su lado, el personaje de Philia parece ser menos inocente, más experta, pero todo ello es un velo de falsa seguridad. Cuando conoce a Eros, sus almas conectan y nos damos cuenta que son tal para cual.

Por último, destacar el trabajo de Frank Capdet como Hysterium (el estricto y servil criado al cargo del buen funcionamiento de la casa), Meritxell Duró como Lycus (la propietaria del nada respetable negocio de cortesanas) y Iñigo Etayo como Miles Gloriosus (el fornido capitán del ejercito romano que no piensa renunciar a lo que es suyo). Tres personajes principales que, junto a Pseudolus (Carlos Latre) preparan, allanan y ejecutan la trama de dicha pantomima musical. Ellos son los que hacen avanzar la acción, los que llevan el peso de la función junto a Latre.
Capdet nos vuelve a demostrar que es todo un experto de la comedia. Su actuación es impresionante en todos los registros que toca. Ya no solo en la parte del clown, sino en cómo su personaje externaliza sus sentimientos. Esos ojos, esos tics corporales… No tiene precio disfrutarlo en las tablas.
Por su parte, Meritxell Duró juega muy bien sus cartas. Ella es la reina del despiste y su bis camaleónica hace que sea la ideal para un personaje que siempre trata de salir airosa de los problemas haciéndose, simplemente, la loca. Ella, soberana del humor que tantos buenos momentos a dado a La Cubana, pone toda la carne en el asador para darnos una Lycus espléndida.
Destacar también el trabajo de Iñigo Etayo como Miles Gloriosus. Valga la redundancia, su capitán es algo glorioso. Esa mezcla de guerrero sangriento, de niño desvalido, de luchador que se lo ha ganado todo y que todo lo quiere… todo ello, puede divisarse en los ojos de un personaje que sorprende al inicio y cuyo recorrido interno varia más que ningún otro en un breve periodo de tiempo.
Por último, mención especial a OriolO como Erronius (el abnegado padre en busca de sus hijos gemelos raptados al nacer). A parte de ser el clown que ameniza magistralmente la espera del inicio del show, OriolO nos presenta a un Erronius que se hace querer. Posiblemente, el personaje más entrañable del espectáculo. Sus dotes circenses no son discutibles (y lo podrás disfrutar in crescendo) cada vez que aparece sobre las tablas. Pero, aun mejor, es la sensibilidad que impregna a un personaje muy secundario que te calará hondo y lo recordarás durante días. No extraña la ovación que se lleva en los aplausos finales.
Junto a ellos, disfrutaremos de Mireia Morera, Pol Roselló, Carles Vallès, Gara Roda, Berenguer Aina, Mercedes Olmeda, Eduard Marcet, Alex Iglesias y Curro Ávila quienes interpretan a varios personajes de la fauna circense; cohesionando una loca historia y, sobretodo, prestando sus voces en unas endiosadas harmonías que nos dejan clavados en el asiento.

No quiero finalizar esta crítica sin alabar el trabajo técnico que podemos disfrutar en las tablas del Teatro de La Latina de Madrid. Empezando por la música en directo interpretada por todos los personajes del musical (quienes participan al inicio de la función) pero, sobretodo, por Laura Masferrer, Pablo Rodríguez y Pablo Zarco con dirección musical del maestro Xavier Mestres. Destacar también la coreografía creada por Óscar Reyes, la iluminación de Xavier Costas, el preciso sonido de Jordi Ballbé, la colorida escenografía y vestuario de Montse Amenós y la variada caracterización de Núria Llunell. Un trabajo impecable que nos acerca a un producto redondo con el que reír, sorprenderse y disfrutar.

De momento, parece que Golfus de Roma finalizará su andadura en Madrid el próximo mes de Enero de 2022. No hay planteada gira, no hay paso por los teatros de Focus en Barcelona. Aun así, espero que la productora pueda organizarlo porque, un musical de tales características necesita rodar por nuestro país para que todo el mundo lo vea. Espero que así sea ya que necesitamos más espectáculos como este. Como ellos mismos dicen: «Nada de drama y dolor. Algo nada triste. Si es cómico mejor».

Crítica realizada por Norman Marsà

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