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13.10.2021 Críticas  
Maravilloso, MA-RA-VI-LLO-SO

Como un rayo de luz, Cantando bajo la lluvia ha llegado al Teatre Tívoli de Barcelona para iluminar las oscuras tardes-noches del Otoño e Invierno barcelonés. Con Àngel Llàcer, Manu Guix y Miryam Benedited como equipo creativo e Ivan Labanda, Diana Roig y Ricky Mata como trío protagonista; el musical promete un refrescante y glamuroso espectáculo.

Creado en 1952, Cantando bajo la lluvia es uno de los mejores films musicales de todos los tiempos. Se trata de una historia de amor ambientada en la irrupción del cine sonoro en Hollywood que muestra toda la elegancia formal y estética característica de los años 20. En dicha década, toda la industria cinematográfica se vio forzada a abandonar repentinamente los años de experiencia en el cine mudo para abrazar las novedades técnicas de la producción del cine sonoro. Así, Cantando bajo la lluvia nos presenta un sátira que, desde dentro del mundo del cine, muestra al espectador como los humanos reaccionamos ante la necesidad de cambiar nuestros hábitos. Un musical clásico con un mensaje muy actual y directo: adaptarse al cambio con optimismo.

La película se convirtió en musical el 1983 con un debut en el London Palladium. El guión, de Betty Comden y Adolph Green –“New York, New York”, “It’s love”, “Someother time”– narra de forma irónica la transición del cine mudo al sonoro y las dificultades de los profesionales y artistas para adaptarse a las nuevas técnicas. Con música de Nacio Herb Brown y Arthur Freed, y bajo la dirección de Gene Kelly y Stanley Donen, Cantando bajo la lluvia fue reconocido como mejor musical de la historia por la American Film Institute y se considera uno de los éxitos cinematográficos de la etapa dorada de la Metro Goldwyn Meyer.

La banda sonora, compuesta por 14 canciones donde se incluyen éxitos como Good morning, Beautiful girl o All I do is dream of you, acompaña a las ya míticas Singin’ in the rain o Make em’ laugh, las cuales, se han convertido en himnos mundialmente reconocidos por varias generaciones.

El espectáculo que Nostromo Live y Grup Balaña nos presentan en el Teatre Tívoli de Barcelona es absolutamente seductor. Empezando por la parte técnica, no puedo más que destacar a todos los profesionales que forman parte de ella.
El diseño de escenografía de Enric Planas es absolutamente cautivador. El baile que se crea en los cambios de escenas y la utilización de todos los ángulos posibles de la misma escenografía para crear espacios muy distintos es un juego que admirar desde la butaca.
Destacar también el diseño de vestuario de Míriam Compte y el diseño de caracterización de Helena Fenoy y Marta Ferrer. Si hay algo que caracteriza a los espectáculos de Nostromo Live es el mimo y cuidado que ponen en el vestuario y la caracterización de los personajes. Ya pudimos disfrutar de ello en la exitosa La Jaula de las Locas y Cantando bajo la lluvia no es una excepción. Empezando por las pelucas estilo años 20, pasando por la caracterización de las decenas de diferentes personajes que aparecen sobre las tablas (cada uno con sus rasgos propios), los fantásticos vestuarios que se lucen y finalizando por la variedad de zapatos de claqué que encontramos en escena, el musical se merece un gran reconocimiento al detalle que impregnan en este área.
Por último, alabar el diseño de iluminación de Albert Faura y el diseño de sonido de Roc Mateu quienes nos ayudan a trasladarnos a los años 20 bajo un espectacular viaje. Junto a ellos, tramoyistas, regidores y todo el equipo técnico encargado del musical nos ofrecen un producto técnicamente fresco y agradable que merece ser reconocido. ¡Bravo!

Si nos fijamos en el trabajo realizado por el equipo creativo, he de decir que la dirección que Àngel Llàcer impregna en el musical es ágil, sin descanso y llena de momentos icónicos. Aprovechando muy bien la totalidad del teatro para envolvernos en una historia que nos hace formar parte de ella desde el primer minuto; como ocurre en la llegado del famoseo hollywoodiense al último estreno cinematográfico de la época o en la primera visualización de su nueva película sonora con parte del elenco en los palcos del teatro.
En lo que atañe a la dirección musical de Manu Guix y Andreu Gallén, he de decir es exquisita. La cohesión creada entre músicos y artistas y el sonido brillante y nítido de la orquesta, hace que nos adentremos aun mas en la historia. Es de agradecer que la Nostromo Live siga apostando por disponer de músicos en directo en el teatro.
Resaltar también la traducción que Marc Artigau ha realizado tanto de las canciones como de la totalidad del musical. Efectivamente, como la dirección dejó claro desde sus inicios, no todas las canciones han sido traducidas al castellano. Aunque solo unas pocas permanecen en su idioma original, es algo que asumimos rápidamente y que no molesta en absoluto al público ni al desarrollo de la historia.
Por último, resaltar el trabajo de Miryam Benedited en la creación de las coreografías de la función; cada cual más complicada que la anterior. Las coreografías de ensueño encumbran a un musical que, más que en voces, su base son las coreografías y, en una gran parte, en la especialidad del claqué o tap dance. Quien pensara que en nuestro país este tipo de coreografías no era posible, que se pase por el musical y lo disfrute.

Por último, destacar el trabajo actoral que realiza el elenco. Empezando por sus protagonistas, Ivan Labanda como Don Lockwood, Diana Roig como Kathy Selden y Ricky Mata como Cosmo Brown; cuya química en escena es arrolladora y cuyo aplomo en el canto y baile es indiscutible. Se nota que los protagonistas llevan tiempo preparando la coreografía del musical y formándose en las diferentes disciplinas que lo ocupan. La pose del cuerpo, la seguridad… nos dan como resultado una interpretación sublime. Por su parte, destacar el gran trabajo de Ricky Mata quien sigue haciendo alarde de su gran bis cómica en escena. Su magnetismo es tal que la canción Make em’ laugh es de las más aplaudidas del musical.

Junto a ellos, encontramos a un elenco sin igual que nos sorprende constantemente. Mireia Portas como Lina Lamont es la mejor decisión que ha tomado el equipo creativo del musical. Ella sola se roba el show cuando aparece en escena. Sus movimientos e insinuaciones captan la atención del público en un abrir y cerrar de ojos pero… cuando abre la boca… aixxx… es algo que no podrás olvidar (ni aceptar). Gran momento con la profesora Miss Dinsmore, excepcionalmente interpretada por Clara Altarriba, que nos da un momento para no olvidar.
Otro personaje que nos roba el aliento es Roscoe Dexter, interpretado por Oriol Burés. El personaje del director cinematográfico atormentado por el cambio de rumbo que está tomando la industria del cine se eleva a otro nivel en sus manos. Su interpretación es excelsa. A recordar la escena de la primera grabación con micrófono que realizan con Lina en la que también participa Miguel Ángel Belotto como Ingeniero de sonido; una escena para llorar de risa.
Por último, destacar varios personajes para el recuerdo como Zelda Zanders, hilarante interpretación de Júlia Bonjoch; Sylvia Parejo quien como Production Singer se marca un fabuloso Beautiful girl; Bernat Cot quien como ayudante de producción sufre todos los cambios posibles y Bittor Fernández que lo borda como profesor de dicción. Mención especial para José Luis Mosquera como R.F. Simpson, dueño de los estudios cinematográficos quien se convierte en el personaje catalizador del cambio en la industria y, cuya participación actoral es excelente.
Por último, destacar el gran trabajo del equipo de baile (Chema Zamora, Diana Girbau, Adrián García, Sara Martín, Marc Sol, Clara Casals, Alberto Escobar, Empar Esteve, Pablo López, Carmen Soler y Júlia Saura) quienes engrandecen el musical. Su trabajo es, indudablemente, intachable.

Cuando Cantando bajo la lluvia se creó en 1952 se consideró uno de los mejores films musicales de todos los tiempos. En su salto al teatro en 1983 el musical creció exponencialmente llevándolo al estrellato. Ahora, que se representa en Barcelona, no puedo estar más de acuerdo con José Luis Mosquera y su personaje, R.F. Simpson: es un musical maravilloso; MA-RA-VI-LLO-SO.

Crítica realizada por Norman Marsà

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