La Compañía de Circo “eia” visita el Grec Festival Barcelona para presentar su último espectáculo NUYE. La sala Ovidi Montllor del Mercat de les Flores de Barcelona nos muestra un proyecto de creación para seis acróbatas que se sumerge en los diferentes aspectos de las relaciones de pareja.
Despertamos en un lugar solitario después de un aislamiento. Hay algo que echamos de menos. Empezamos a buscar adentro para volver a completarnos: buscamos entre nuestras luces y nuestras sombras, entre partes de nosotr@s que parecen contradictorias, pero que son complementarias: el surrealismo, la racionalidad, la certeza, la poesía … Y de repente, cuando el mundo exterior choca con el interior, nos damos cuenta, aún más nítidamente, de la necesidad de ir a buscar y conectar con el otro. Con otras personas. Y poder tocarlas, darles la mano, abrazarlas, compartirlas… Como medias palabras que se buscan para componer una frase… Porque a veces sentimos que estamos hechos y hechas por muchas mitades.
Así mismo describía la compañía NUYE. Un espectáculo lleno de equilibrio, confianza, dualidad, separación, conflictos… Estos conceptos hacen de hilo conductor de una propuesta circense y coreográfica que recoge el ir y venir entre uno/a mismo/a y los/as demás en una búsqueda constante para completarnos.
NUYE es un proyecto de creación para seis acróbatas que se sumerge en los diferentes aspectos de las relaciones de pareja. Ellos mismos indican que su motivación para escoger este tipo de relación como eje de la creación que nos presentan viene, en gran parte, de la relación con la disciplina circense que une al equipo artístico de NUYE, los portés acrobáticos. Podemos decir que los portés acrobáticos son su más preciado tesoro. Uno tras otro, no puedes más que sorprenderte. Si el primero parece complicado, espera al siguiente o, incluso, dales 30 minutos más y posiblemente tu mandíbula acabe sencillamente descolocada.
Como acróbatas, las dinámicas de pareja representan su día a día. Constantemente en contacto con la otra persona, se tocan y se comunican muy profundamente de una manera no verbal… Siempre están gestionando los estados de ánimo, la carga física y las emociones del otro/a. La Compañía de Circo “eia” basa sus espectáculos en este tipo de relación. Aunque sí que utilizan una sorpresiva escenografía que apoya su trabajo, no encontrarás grandes trapecios colgantes, redes o malabares en escena; esto no es parte de «eia». Ellos trabajan con el cuerpo, todo basado en la calistenia. Las paradas de manos se les quedan cortas en momentos en los que ves las relaciones que se establecen en escena.
Dirigidos magistralmente por Armando Rabanera Muro, Fabrizio Giannini, Roberto Magro, NUYE de la Compañía de Circo “eia” es un espectáculo brillante que nos deja con ganas de más. Creador e interpretado por Abby Neuberger, Luca Bernini, Maiol Pruna Soler, Francesco Germini, Laia Gómez Iglesias y Ona Vives Pérez, el espectáculo pone en valor los sentimientos de equilibrio, confianza y compromiso que son tan necesarios en su circo y tan importantes en las relaciones humanas. Ya sea en pareja, en comunidad o basado en cualquier tipo de identidad, ellos comparten su punto de vista, poniendo, una vez mas, el acento sobre la aceptación de las diferencias solucionando la pérdida en la comunicación y la empatía que la sociedad sufre estos días. Las figuras y las relaciones que se establecen en escena son rápidamente aplaudidas por un público que las disfruta. Ellos/as consiguen traspasar la cuarta pared del teatro para electrizar con su arte a un público ansioso por ver lo inesperado.
Disfrutar de la Compañía de Circo “eia” se ha convertido para mi en un clásico. Lo que hacen es tan poético, mágico y sentimental que se han convertido en un must. Esta compañía y sus creaciones me supone el poder respirar, disfrutar de un arte circense de calidad y notar el mimo con el que crean sus espectáculos. Y no hablo solo de la parte circense en sí, sino también de la dirección musical (Cristiano y Davide della Monica), su característico sentido del humor clown, un perfecto y balanceado tempo de la acción en escena, la ajustada iluminación (Thomas Bourreau), el atrezzo utilizado, la escenografía altamente sorpresiva y cambiante (Compañía de Circo “eia”, Óscar de Paz, Benet Jofre) o el característico vestuario (MOMU Espacio Textil)… Todo ello crea un compañía muy bien pensada, gestionada y cohesionada preparada para deslumbrar.
En definitiva, la Compañía de Circo “eia” es un lujo para la vista y para el alma; y eso hace que siempre quiera volver a disfrutarles. No será la última; eso lo aseguro.
Crítica realizada por Norman Marsà