Música, drama y emoción serán absolutos protagonistas del escenario del Teatro Real de Madrid con la llegada de Norma, ópera de Vincenzo Bellini (1801-1835), de la que se ofrecerán 12 funciones entre el 3 y el 19 de marzo en una nueva producción concebida por el director de escena Justin Way, con dirección musical de Marco Armiliato.
Considerada una de las obras cumbres del belcanto, su extraordinaria belleza melódica enmascara una enorme dificultad vocal, especialmente en el papel protagonista, y con ella Bellini manipula como nadie las emociones más encendidas del melodrama. Norma posee, además, una extraordinaria dramaturgia que expone a los personajes en diferentes niveles y muestra con valentía sentimientos y actitudes casi ocultos hasta entonces en la mujer. Es, quizás, esa percepción fuerte y moderna del mundo femenino la que hace de esta ópera uno de los títulos más deseados de la temporada.
Justin Way sitúa la acción en el interior de un viejo teatro italiano con toda la compañía ensayando Norma. En el exterior, el siglo XIX, que ha comenzado marcado por el Congreso de Viena tras la derrota de Napoleón, mantiene el norte de Italia bajo la dominación austriaca, cuyo gobierno reaccionario provoca el nacimiento de los primeros movimientos nacionalistas. Entre ambos mundos, los dos intérpretes principales de la función mantienen una relación secreta sometida a tensiones personales y sociales, inmersa en un conflicto que no saben gestionar.
La propuesta plantea un paralelismo entre el argumento de la ópera y la realidad histórica del momento de su estreno en Milán en 1831, ofreciendo al espectador la dualidad prima donna/Norma, austriacos/romanos, coro/patriotas italianos…en una narración de la que es doblemente observador.
La escenografía de Charles Edwards reproduce la estructura de un teatro en decadencia, con viejos telones pintados similares a los utilizados por los grandes ballets románticos, y el vestuario de Sue Willmington dibuja una imaginativa indumentaria para druidas y romanos, muy al gusto de la época, alternándose con figurines decimonónicos para la vida “real”. Nicolas Fischtel, responsable de la iluminación, evoca las candilejas de los escenarios de otros tiempos, cuya cálida luz contribuye al juego onírico en el que conviven ambas realidades.
El maestro Marco Armiliato, de cuya sensibilidad pudimos disfrutar en Tosca (2004) y Madama Butterfly (2017) regresa al foso del Teatro Real para ponerse al frente del Coro y la Orquesta Titulares, junto a un doble reparto encabezado por la soprano española Yolanda Auyanet – a quien escuchamos en el Real como Vitellia en La clemenza di Tito (2016); Mimi en La bohème (2017) y Liu en Turandot (2018)- y la rusa Hibla Gerzmava, intérprete de Leonora en Il trovatore del Real en 2019.
Completan el trío protagonista los tenores Michael Spyres y John Osborn, encarnando al romano Pollione y las mezzosopranos Clémentine Margaine y Annalisa Stroppa, dando vida a la virginal Adalgisa. El papel de Oroveso estará en manos de los bajos Roberto Tagliavini y Fernando Radó.
Las entradas para esta esperada nueva producción de Norma están a la venta en la página web del Teatro Real.