Nace un nuevo proyecto de la cabeza y las ilusiones de Diego Paqué. Un nuevo disco con 12 temas que han sido el imaginario del artista durante estos tres últimos años y que estos meses de confinamiento se han ido reuniendo hasta convertirse en Asteria, un título con nombre de mujer, en el que se mezcla la realidad y la mitología de la mente del cantante.
A mí me interesa siempre lo que ronda a Paqué y la manera que tiene de traducir su arte en letras y música. Este disco es especial. En una época en la que muchos se reinventan, él también lo hace, dándole la vuelta al «sonido Paqué» con una dulzura y una profundidad que nos vuelve a sorprender. Nos encanta hablar cara a cara, pero en confinamiento tuvimos que hacerlo en un directo de Instagram y aquí tenéis la transcripción de nuestra conversación para que la podáis disfrutar.
Antes de entrar en materia con el nuevo disco me gustaría saber cómo has llevado el 2020 con el giro tan drástico que ha dado el mundo. ¿Cómo te han afectado la aparición de este virus, el confinamiento, el aislamiento al que nos hemos visto sometidos?
Pues, supongo que como a todo el mundo, pero quizá sorprendido. Tengo varias lecturas. He pasado de pensar que esto era pasajero, a darme cuenta de que a nivel global el virus estaba arrasando con todo. Luego, me ha servido para pensar mucho. Soy muy observador y me he fijado en cómo nos comportamos todos a nivel político, social… creo que una vez más, por lo que sea, la naturaleza, la humanidad, nos enfrentamos a estos obstáculos que deberían de servir para imaginar a dónde queremos ir cómo queremos vivir cada día y a qué queremos darle importancia realmente.
¿Y como artista?
A nivel profesional, pues comparándome con otros. Tengo que decir que a ratos lo he pasado mejor y otros no tanto. Pero estoy muy contento porque después de estos últimos años de no parar, con este frenazo he podido tener tiempo para dedicárselo a este proyecto, a Asteria, que empezó hace tres años. Este año me ha permitido tener un tiempo que cuando estoy trabajando y viajando todos los fines de semana no tengo, además de que he podido estar con gente que me ha ido ayudando. Mi balance es positivo porque a día de hoy aquí estoy, mirándote y veo que tú y muchos de mis seres queridos estáis bien. Luego está la parte crítica, el ver cómo nos comportamos la humanidad. Esa indolencia o falta de consciencia me ha afectado. Supongo que por eso hacemos música y pintamos cuadros y hacemos esculturas y bailamos y hacemos teatro y cine desde hace siglos… para poder expresar los sentimientos que tenemos y de alguna forma poder también respirar. Pero sí, estoy un poco cansado ya. Quiero que se cure todo el mundo y poder tener un poquito más de cercanía.
¿Qué es lo que más echas de menos de la antigua normalidad?
Sinceramente te voy a decir que lo que está pasando afecta a la gente según el tipo de vida que haya llevado. Yo me he permitido estos meses estar un poco más con la familia cercana y saber si la vida que estoy llevando es pura ficción, puro escenario. No quiero eso en mi vida. A mí me gusta mucho mi trabajo, pero eso es una ramificación de lo que yo hago, de lo que yo soy. Pero yo soy muchas más cosas. Y, a veces, los que estamos acostumbrados a saltar las tapias y correr y buscarnos la vida estamos en ese proceso de reinventarnos, algo que últimamente se ha utilizado tanto. Si te digo la verdad, me duele más por esa esperanza que tenemos de que vivimos en una sociedad protegida, pero hay que seguir luchando para que se mejore, porque hay una realidad que no se corresponde con eso. Pero mi mensaje es de esperanza, no solo porque yo vaya a sacar un disco, que me hace muy feliz. Sino por darnos cuenta de que te levantas por la mañana, puedes respirar y eso te tiene que dar ánimo. Antes eso me hacía feliz y ahora eso me sigue haciendo feliz. Y sigo queriendo aprender y sigo queriendo estar bien conmigo mismo y con los demás.
Cuéntanos el desarollo de dar a luz Asteria, porque me consta que ha sido un proceso largo que te ha llevado unos 3 años desde que empezaste a gestarlo.
Es muy curioso, porque yo empecé con este proyecto después de muchos años en activo y en directo y arranqué con esto casi sin pensarlo. Tenía muchas ganas de estar en mi estudio, con mi soledad, y ponerme a tocar. Enchufé las máquinas y empecé casi sin pensarlo. Entonces me di cuenta que había pasado un mes y medio y ya empezaba a sacar sonidos. Tuve que interrumpir por una gira que hice en Mexico. Pero al volver, lo retomé y seguí grabando y es cuando me di cuenta de que a lo mejor esto algún día era algo. Eso fue en octubre de 2017 y la última canción la he grabado en octubre del 2020, una adaptación de dos poemas de Montserrat Abelló que me gustaron mucho y les puse música. En este proceso, evidentemente, han pasado muchas cosas. Y cuando realmente me di cuenta de que esto podía ser un disco, uno muy peculiar porque había estado gestado, grabado e interpretado todo por mí, es cuando decidí empezar a mezclar.
Y este año ha sido el año…
Sí. Este año es cuando le he dado el empujón final. Cuando empezó el confinamiento empecé a compartir el material con mis seres queridos, con la gente que siempre me está diciendo “por aquí vas bien” o “por aquí no”, Jorge Cabrera, Jordi Toset, mi hermana Leonor Paqué, mi amigo Marcos Villar, Llorenç Peris, el ingeniero de masterización y coproductor, gente que está muy cerca de mí y con las que vi que este disco tenía que salir. Y yo quería que saliera este año, en el 2020. Así que ha sido un proceso sin premeditar, pero muy cercano al primer brote de creación, a cuando te pones a componer, que es lo que yo quería. Casi todos los temas (hay 12 en total), menos uno que ya venía tocando que es una adaptación de un texto de mi hermana Leonor, han ido saliendo nuevos en ese proceso. Hay otra cosa peculiar para mí en este disco. Quería hacer algo que no hubiera tocado en directo antes, que no hubiese compartido con otros músicos para así estar más cerca de la plenitud que yo puedo alcanzar cuando estoy solo componiendo en mi casa. Sin menospreciar ni mucho menos el trabajo que comparto con otros, me quería permitir el lujo de formar ese acoplamiento musical digital (que no suelo usar en mis discos) mezclado con instrumentos que yo no suelo tocar en directo como el bajo, el piano, el laud, el banjo, que tengo por mi casa y solo toco en mi intimidad. Ahora mismo tenía ganas de hacer eso y espero que le guste a la gente.
¿Por qué Asteria?
Intentaré resumirlo, pero envuelve varias cosas. Sobretodo, simbología femenina. En los últimos años, trabajando mucho, llego a estar más consciente de mi masculinidad, pero también estoy completamente rodeado de feminidad, lo que me ha llevado a crear algo con simbología femenina. Por la parte de la mitología griega, Asteria escapa de Zeus, porque no quiere sucumbir a los deseos de este, y en esa escapada se llega a convertir en un ave. De ahí sale también una parte de simbología de migración, de norte a sur, muy cerca de mi personalidad y mis vivencias. Además, una de las aves migratorias es la garza, que es muy significativa para mí, porque me llamaban así de pequeño (por el García de apellido). Finalmente, está la fuerza que desprende la mujer al enfrentarse a lo que aparentemente parece infranqueable. En el caso de Asteria, Zeus. En el de la mujer de hoy, todo lo que la rodea a nivel social. Y lo que nosotros, a veces sin darnos cuenta y desde la inconsciencia, por la educación recibida, hacemos.
Y en la era digital, te atreves con el formato físico…
Yo quería que el disco englobara todo eso que he comentado antes, pero de forma material y presentarlo en un formato físico para que quedara más evidencia de la parte pictórica femenina, con las ilustraciones de Rosa Ais, el diseño gráfico de Carlota Pons, la foto de portada de Judit Junyent o la actriz Lourdes Barba. Y aunque se puede conseguir en otros formatos, pero que quien quiera, que pueda tener algo físico que mirar. Era una forma de cerrar el círculo, con la literatura que lleva el disco, los poemas, mis letras y la parte ilustrada porque es en lo que me muevo yo estos últimos años, con pintores, músicos, bailarines… Todo esto se ha convertido en esta pieza, que es como yo la llamo, una obra en la que me puedo permitir el lujo de ser diferentes músicos sin ningún estilo determinado, sin que me condicione ninguna tendencia, ni ninguna discográfica que quiera llevarme por ciertos cánones que son ahora los habituales. Aún y así, cuando he mostrado mi música a diferentes generaciones, la respuesta ha sido muy cercana a lo que yo quería, compartiendo un mismo lenguaje, cosa que me interesa mucho.
Hasta ahora, solo he podido escuchar uno de los temas de Asteria del cual, justamente, mañana lanzáis el videoclip. Por cierto, quiero felicitarte, porque Indretpetita es un tema intimista, preciosista a nivel sonoro, que además podríamos decir que innova en el sonido Paqué. ¿Qué quieres contarnos aquí?
En Indretpetita fue todo muy curioso. Las primeras frases las escribí en una factura de un supermercado. Me pilló así. Apunté eso y los dos acordes del principio. En esta canción, cuando pasa el tiempo, porque al principio es como si brotara o erupcionara y luego le vas dando la forma, yo quería mostrar un amor sencillo, simple. Quizá porque hacía mucho tiempo que no experimentaba, ni me permitía, esa sensación de amar de forma sencilla. Por eso esa canción del disco es una de las más sencillas a nivel de acompañamiento. Lo que pasa es que las pinceladas que ha dado Llorenç Peris con su sampler le dan ese punto de universo que yo quería. Indretpetita es la conjunción de dos palabras catalanas. Un indret, que me parece una palabra preciosa, que significa lugar o sitio y petita (pequeña) que tiene que ver con lo que comentaba antes sobre la feminidad. Indretpetita es encontrar ese pequeño lugar en la feminidad donde te sientes tranquilo, dulce, donde solo tienes que dejarte llevar por esa sensación. Tenía muy claro que esa tenía que ser la presentación del disco, por todas las cosas que yo experimentaba cuando la compuse hace dos años y porque quería que eso perdurara en mí. Y quería que el oyente tuviera esa misma sensación de tranquilidad, de cercanía al escuchar el tema en comparación con otros temas del disco en el que sí se exige una escucha más detenida y en los que obligo al que escucha a que se pare porque no es algo tan cotidiano. Indretpetita es una apertura pequeña, sencilla, pero con un registro que hacía tiempo que no experimentaba, el del cantautor con su guitarra y con una melodía agradable que te mete de lleno en ese pequeño universo.
Y, ¿qué más vamos a poder encontrar en Asteria?
Esto he tenido que hablarlo detenidamente con mi hermana Leonor, Jorge Cabrera, su hermano Oscar… hemos estado debatiendo mucho esto. Yo, de por sí, he sido siempre bastante inetiquetable. Porque aunque yo tenga raíces flamencas y esta forma de interpretar la guitarra, a mí me gusta que las músicas pasen por mí y llevarla a los extremos, de norte a sur y de este a oeste. Asteria lo que tiene es una escucha de atención, como te decía antes. No quiere decir que sea un disco complicado, pero sí que necesita que se paren a escucharlo. Puedes pasar de una pieza a otra por ambientes muy diferentes y donde la instrumentación tiene mucho que ver. Quien entiende un poco más de música también verá las formas utilizadas, los compases, y la manera de romper las canciones en los parámetros establecidos. Muy pocas canciones tienen estribillo. Luego, te puedes encontrar una amplia variedad musical, porque aunque puedes reconocer a Diego Paqué en todas las canciones, cada canción podría pertenecer a otra banda que no soy yo. Y a mí me apetecía que pasara esto.
¿De dónde bebe Asteria?
Asteria tiene literatura, tiene cinematografía, tiene ensueño. Tiene la mezcla de las cosas básicas (las palmas, las percusiones, las cosas de piel y de madera) mezclada con cosas digitales, sintetizadores, etc… Esa mezcla no es más que la música de la que yo he bebido. Yo escuchaba Boney M y de ahí pasaba a Los Chunguitos, a José Luis Perales, George Michael o Michael Jackson, para llegar a Barricada. Y eso es algo que quería mostrar. Que la música, música es. Que te puede gustar un estilo más que otro, pero no creo que en cada persona quepa solo una música. A mí, el pellizco que tiene el flamenco, me lo da el flamenco, pero también me ha pellizcado África, Latinoamérica, el Este Europeo, y también me es muy cercano. Y yo he intentado buscar esa disonancia, esa polifonía en el disco.
El sonido Paqué que comentábamos antes está fuera de corsés discográficos a los que se enfrentan muchos músicos. ¿Cómo consigues desabrochar esos corsés?
Yo no tengo ningún interés en desbancar ninguna discográfica. A mí me gustan muchas de las producciones que vienen de discográfica. Y también sé que a nivel global hay muchas discográficas que se arriesgan. Supongo que a las discográficas les interesa que sus artistas elegidos vendan y se esparzan por el mundo. Yo he trabajado con alguna. No me empeño en quitar ningún corsé. Pero sé que para alguna discográfica puede ser complicado pillar a un personaje como yo (risas) e intentar meterlo en una lata. A mí lo que me gusta pensar es que puedo ir con mi música a todos los sitios. Y no lo digo yo, lo dicen los músicos con los que comparto escenario, músicos de jazz, clásicos, flamencos, de rock-and-roll… Y es que yo no pretendo quitarme ningún corsé pero hago lo que a mí la música me pide. Ella misma me pide que meta un compás de bulerías o un compás de 5×8… es lo que me pide la música y así quiero mantenerme. Es peligroso estar en el centro. Hay que moverse por los extremos. Creo que es necesario conocer y luego elegir. Cuando voy a trabajar al norte de Europa o a Latinoamérica no me encuentro ciertos prejuicios, el “hay que conocer antes de ir”. En otros lugares, a nivel cultural, no existe esa sensación. Muchas veces aquí me he encontrado que me han dicho “pensaba que eras rumbero, o flamenco, pero no me esperaba esto”. Y es que a veces parece que es necesario tener una tendencia a nivel de producto y yo, más bien, abogo porque el producto, más que crear una tendencia, cree una sonoridad. Las tendencias, ¿cuánto duran? A mí me gusta la gente que dura. Te podría decir de gente que habitualmente escucho, que veo su carrera musical y han seguido una línea. Pero yo soy muy amante de compositores como Caetano Veloso o Ben Harper, que tienen sus formas pero siempre han experimentado sonidos. O la primera vez que escuché a Morente, que aluciné. A mí me gusta que la gente experimente.
Para terminar, tú mismo has dicho recientemente, pensando en este disco, que la música ha sido un cobijo para ti y que con este sexto disco has conseguido saber quién eres. ¿Quién es Diego Paqué?
Diego Paqué es un músico con sus características y sus peculiaridades. Yo soy un investigador como Diego Paqué pero también soy un rebelde, porque para trabajar conmigo no me enganchas desde el sometimiento sino desde el corazón. A mí, de toda la vida, me mueven las cosas con pasión. Pero Diego Paqué es una ramificación de mi persona. En esta época me he dado cuenta de que es así. Yo me llamo Diego José García Martínez. Paqué era el apellido de mi abuelo por parte de padre. A mí me conoce la gente por Diego Paqué. Y aunque hay mucho de Diego García en Diego Paqué, pero yo no me olvido de quien soy cuando me levanto por la mañana en mi casa. A nivel de producto, o de personaje, pues soy un tío que coge una guitarra flamenca y canta y soy muy libre. Y hay quien piensa que soy un ‘gozador’ de la vida porque hago lo que quiero y, sí, hay cosas que tengo que a otros les gustaría alcanzar. Pero yo también pago mi precio. Me gusta trabajar, me gusta esforzarme pero también tengo la suerte de, en este momento, saber de quién estoy rodeado y de las cantidad de cosas que se pueden perder y ganar. A mí eso me da mucho sentido de vida. También es verdad que aunque le dedico infinidad de horas y de pensamientos y de dinero que a veces no tengo a mi carrera, quiero pensar que si en algún momento dado quisiera hacer otra cosa, no estaría encarcelado y sometido a algo. Lo que alimenta a Diego Paqué es Diego García. Aunque cada vez están más cerca uno del otro y espero llegar al final de mis días como uno solo. No te podría decir que solo creo en Diego Paqué, porque creo en muchas cosas y además creo que soy muy afortunado.
¿Qué le pides al 2021?
Este ha sido un año muy duro. No solo por el coronavirus, también por otras razones. Mi familia sabe bien de lo que estoy hablando. Y nos hemos planteado si algunas cosas valen la pena o si debemos seguir por cierto camino. Y yo digo que sí. Ahora mismo sé que tengo que ir por aquí. Pero no me quiero olvidar de dónde soy, qué he aprendido hasta aquí y qué quiero obtener. Y como Diego Paqué quiero que mi música llegue a todo el mundo. Y si me forro de pasta haré un montón de cosas que quiero hacer. Trabajar con la gente que quiero, compartir y ayudar. Y quiero tener ese éxito y que mi música llegue a otros porque yo me lo he pasado bien llorando, riendo, trabajando con todo el mundo con el que he trabajado. Y ver miles de personas cantando mi canción o compartir escenario con la gente que admiro tanto. Sino es para eso, ¿para qué habrá valido todo?
Entrevista realizada por Diana Limones