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13.01.2020 Críticas  
La experiencia de la sinfónica en los sentidos

Para terminar semana de trabajo con broche de oro e iniciar el fin de semana, el pasado viernes asistí a la proyección de la película de ciencia ficción 2001: Odisea en el espacio de Stanley Kubrick en concierto con la maravillosa Orquesta Sinfónica de Barcelona (OBC) en el Auditori de Barcelona. Una experiencia que disfrutar.

Las luces se apagan y llega el director de la orquesta André de Ridder, la sesión inicia en aquel momento en el que empiezan a tocar Atmósferas de György Ligeti casi diez minutos de introducción con sonidos graves y agudos potentes mientras la pantalla sigue oscura. En su versión original de 1968, este preludio duraba 2 efímeros minutos pero, aquí, la OBC nos invita a disfrutar de este momento que nos permite prever y recordar tan afamada obra de arte, tanto musical como cinematográficamente.

Es así como inicia una de las piezas musicales más reconocidas de los poemas sinfónicos de Richard Strauss: Así habla Zarathustra, en la cual, podemos disfrutar momentos de tan imponente sonido de trompetas y el retumbar de los tambores para que comience la película. Tras ver el famosísimo logotipo de antaño de MGM, llega una escena icónica donde solamente se ve el planeta tierra, como si estuviéramos en la luna, con el astro rey en el fondo hasta vislumbrar la imagen de la nueva era personificada con la nave espacial llegando a la base fuera de la estratosfera.

Posteriormente, la escena del Amanecer del hombre se disfruta con la interacción de dos bandos de chimpancés con las usuales peleas por el territorio que se domina hasta el momento en el que uno de los machos alfa se despierta para divisar una monolito de material desconocido con la que interactúan a través de su miedo y sentidos. Mientras esta escena ocurre, tenemos el agrado de disfrutar del Réquiem: II Kyrie de György Ligeti. Las increíbles voces que componen los dos coros que acompañan y complementan a esta presentación, los coros Madrigal y Francesc Valls (dirigidos por Pere Lluis Biosca), presentan unas voces femeninas de agudos maravillosos y unas voces masculinas de tonos graves escalofriantes que ayudan a crear la tensión del momento. Mientras estos sonidos penetrantes vibran en todas tus células, te obligan a disparar una multitud de sensaciones, de las que primordialmente es el miedo y ansiedad hasta que, muy en sincronía, se detiene en el cambio de toma de la película y se corta tal interacción. Se cuela el silencio hasta el momento final de la escena en que disfrutamos con un salto de desarrollo del homínido al utilizar un hueso fémur como primera herramienta de caza y arma para aventarse al otro individuo con la culminación nuevamente de la pieza de Strauss.

Después, varios momentos de silencio que perforan el espacio, en tanto que las imágenes de la escena “TMA-1 o Anomalía magnética de Tycho” que se reproducen en la pantalla inicia el viaje a tiempos modernos en donde el Dr. Floyd realiza un viaje desde la tierra para llegar a la base espacial que gira produciendo una fuerza de gravedad artificial. Mientras vemos esta escena, se muestra la aproximación de una nave a la base espacial con la que se mezcla El Danubio azul de Johan Strauss como una gran obra de arte que debe hacer un movimiento calculado y preciso. Esta obra de Strauss se verá también relacionada con los momentos del viaje en los que podemos ver de los cambios tecnológicos y la ayuda de una aeromoza. También vemos una de las primeras interacciones de dialogo, un tanto extraño y de un tema confidencial, sobre una extraña enfermedad que amenaza a Clavius y que comparte con un equipo de científicos de la URSS. Tenemos la oportunidad de disfrutar nuevamente de El Danubio azul de Johan Strauss al momento en el que se realiza un alunizaje para tener una reunión con otros miembros de la junta y preparar una posterior misión de investigación. En este punto, los astronautas e investigadores se dirigen al “cráter Tycho” en una aeronave acompañados nuevamente de los Coros Madrigal y Francesc Valls que, en esta ocasión, entonan fabulosamente Lux alterna de György Ligeti; y que hace que tu oído encuentre cada una de las voces envueltas en ello. Al llegar al sitio de investigación, la música se transforma en Réquiem: II Kyrie de György Ligeti, donde se encuentran con el extraño monolito a explorar, que al recibir los primeros rayos de sol, emite una señal acústica tan potente que perturba al equipo y ofusca a cualquier persona, incluso al espectador.

A continuación, en cuanto se dirigen a su “Misión en Júpiter” en la nave Discovery I, estamos acompañados de la obra Gayane Adagio de Aram Il’yich Khachaturian. En tanto, vemos la vida cotidiana de los miembros de la misión hasta su destino y la tendremos presente en varios momentos de este viaje espacial en donde tres están en un estado de hibernación (Dr. Hunter, Dr. Kimble and Dr. Kaminsky). También vemos las interacciones que tienen con la máquina y cerebro de la misma llamado HAL 9000 con quien existen conversaciones casi reales de preocupación y que Kubrick muestra en su obra. Desde este punto hasta después del interludio podemos disfrutar de la película solamente, incluyendo una caminata espacial y de la constante vigilancia de HAL con escabrosas opiniones y sugestiones sobre lo que acontece con las maquinaria que permite prever la manipulación de este artefacto.

Al reanudar el concierto, volvemos a disfrutar de la OBC con su interpretación de Átmósferas de György Ligeti y con la oscuridad circundante en la que permite distinguir cada uno de los instrumentos que participan en la mencionada pieza. Con el final de su interacción, nos permite volver a conectarnos con la proyección hasta casi el final de la misma. Durante este lapso de tiempo podemos ver las primeras acciones malvadas de HAL y la acción inmediata del Dr. Bowman. Esto permite reflexionar sobre la tecnología y los tiempos en los que nos encontramos actualmente, que ya no parece ciencia ficción sino la plausibilidad de la «rebeldía» de las máquinas de las que nos encontramos rodeados.

Inicia nuevamente Réquiem: II Kyrie de György Ligeti con escenas del espacio y la visión de los cuerpos celestes con una danza impresionante de las voces que componen los Coros Madrigal y Francesc Valls para ofrecernos un seguimiento y viaje del extraño monolito por todo el sistema solar. La escena permite el inicio de las secciones más psicodélicas del viaje de regreso a la tierra de Bowman, la vibración de cada uno de los instrumentos y de las voces perforan y tocan tu piel haciendo que te pierdas en el cambio de pieza magistralmente lograda por André de Ridder al concatenar y fusionar Atmósferes con los tonos agudos de los clarinetes y la danza de los arcos sobre las cuerdas de los violines, las trompetas y demás instrumentos que logran envolverte de una manera impresionante.

En los momentos finales de la proyección solamente escuchamos la respiración del Dr. Bowman y sus propia interacción que culmina con la orquesta ofreciéndonos de nuevo la maravillosa Así habla Zarathustra de Richard Strauss. Como cierre de la sesión tenemos una vez mas el gustazo de escuchar a la magnífica orquesta de la OBC junto a la interpretación de El Danubio azul de Johan Strauss, tiempo en el que aparecen todos los créditos de la película pero sobretodo el momento en el que podemos hacer contacto visual directo con los miembros de la orquesta para encontrarnos con la pasión y delicadeza con la que tocan e interpretan. Momento en el que nos podemos permitir la acción directa de todos nuestros sentidos en su máxima atención de la compañía musical.

Debo comentar que la OBC realiza una interpretación de cada una de las piezas de una manera tan impresionantes que todos los vellos de mi cuerpo se pusieron de punta a cada instante. La sensación llegó a tal punto que en el final de concierto me he permitido cerrar los ojos y disfrutar de su sonido impecable. Sinceramente, los tres días de esta proyección no hacen justicia a tan fabulosa orquesta; solo me queda poder volver a tener el privilegio de escucharlos otra vez en el futuro.

Crónica realizada por Andrea Forero

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