Yelmo Cines presentó el pasado 11 de julio un pase exclusivo en Barcelona de The Cure: Anniversary 1978-2018 Live in Hyde Park en el marco de la programación de +Que Cine. Un pase que emocionó a más de uno y que seguro ha hecho lamentar a más de un despistado.
El pasado jueves tocaba vivir el cine de una manera muy distinta, y así lo vivieron varios fans de The Cure; camiseta puesta y para el cine a ver el pase exclusivo de The Cure: Anniversary 1978-2018 Live in Hyde Park. Y diréis… ¿no es mejor en directo? Por supuesto, pero todos sabemos lo complicado que es llenar la agenda de conciertos y acudir a todos entre tremendos sold out por el camino. Y el que lo vivió lo pudo repetir desde Yelmo cines en cine Comedia o bien el los cines Icaria, en el caso de Barcelona, pues la proyección ha pasado por 42 salas de cine en España.
The Cure ha marcado una época, ha incursionado en diferentes géneros y estilos, tales como el post-punk, rock gótico, la música new wave británica e incluso por varios momentos de electrónica. Considerado uno de los grupos referentes del rock alternativo. Sus temas han sido sampleados y utilizados en otros géneros haciendo que hasta el más negado al grupo haya escuchado y tarareado sus notas sin saberlo. Por ello estos 40 años sobre los escenarios merecen un recogido visual en un concierto tan especial como el del Hyde Park; un escenario de vértigo en el que pudimos ver lo que The Cure vio; oleadas de gente tarareando, gritando, bailando… en fin, disfrutando.
Los expectadores de la sala enmudecieron totalmente y vivieron momentos de incertidumbre, pues no dejamos de estar en el cine, sin embargo, el sonido, las imágenes y la atmósfera que se desprendía hacía que a más de uno se le escapara un aplauso al final de un tema y, por supuesto, no faltaron movimientos de cabeza al escuchar esos temazos tan característicos. Momentos de disgusto en la sala debido a los repetidos fallos de sonido que cortaban un poco el rollo con caras malhumoradas.
Ver a The Cure en pantalla grande es otra historia, verles y casi poder tocarlos sin perderse ni un detalle. Ver a ese Robert Smith con su maquillaje al detalle, con su cara casi inexpresiva al inicio de la actuación mientras canción a canción va cambiando su actitud y su interpretación para hipnotizarnos a todos con esa voz que, aunque no es espléndida, le convierte en un maravilloso contador de historias que te transporta a temas como «Friday I’m In Love» o «Boys Don’t Cry». «Lullaby» fue el momento más destacado para Roger O’Donell, exquisito teclista del grupo que estuvo firme y acompañando con doble teclado en más de una canción sacando ese toque electrónico que caracteriza a The Cure.
Simon Gallup demostró lo que es ser un bajista; desprendía actitud compartiendo, de un lado al otro en el escenario, su energía con sus compañeros sacando cada nota como si fuera la última. Un gran bajista que nos hizo vibrar canción tras canción y que casi nos hecha para atrás al iniciar las primeras notas del «Just Like Heaven». Eso es disfrutar en el escenario ¡Sí señor!. Jason Cooper, el baterista, mantuvo el orden con sus baquetas y su doble batería; eléctrica y acústica montada toda conjuntamente. Sin duda una actuación sublime y digna de admiración y reverencia a los ojos de cualquier músico que lo sepa apreciar.
Tim Pope, director de esta aventura “Anniversary 1978-2018”, ha sabido transportarnos por esos maravillosos 40 años de The Cure sin que perdiéramos detalle en 4K. 135 minutos espectaculares que han hecho de este concierto uno de los más memorables de toda su carrera. Sin duda todo un éxito que muchos querrán tener en sus casas para poder vivirlo para siempre.
Crítica realizada por Nina Delgado