¡Ya se han estrenado! Los nervios y los días de preparación extrema han acabado porque el Ballet de Barcelona ya ha realizado sus primeras funciones como nueva compañía. Con el Onyric Teatre Condal como primer escenario, el nuevo Ballet de Barcelona iniciaba su carrera profesional con una sala rebosante.
El Ballet de Barcelona es una reciente compañía creada bajo la dirección artística de Chase Johnsey, bailarín con una larga carrera en Les Ballets de Trockadero de Monte Carlo, Primer Artista durante el 2018 en el English National Ballet, galardonado con el prémio a “Mejor Bailarín Masculino” en los National Dance Awards del Reino Unido y nominación a “Mejor Interpretación Masculina” en el papel de Paquita.
Ballet de Barcelona es una joven y dinámica formación de bailarines que destacan por su técnica, versatilidad y virtuosismo, hecho que posarán de manifiesto con un programa configurado por varias piezas clásicas al primer acto y un estreno mundial a la segunda.
Y así fue, ya que pudimos disfrutar de la destreza y preparación exhaustiva del ballet barcelonés. Con grandes nervios en escena (que en unos se notaron más que en otros), el Ballet de Barcelona mostraba su primer espectáculo basando sus piezas en grandes clásicos como Pájaro Azul y Las Joyas de La Bella Durmiente o El Corsario.
Algunos con más precisión y seguridad que otros, los integrantes de la compañía nos mostraron que en nuestro país se puede hacer buen ballet y que este ha llegado para quedarse, creando una nueva compañía que con ahínco superó sus primeras funciones con nota (y con nervios, efectivamente). Para muestra las piezas interpretadas por Anna Ishii y Carraig New. Belleza y precisión.
Pero si he de destacar el momento de la noche, he de decir que el pasado viernes fueron dos.
El primero de todos fue la aparición en escena de Chase Johnsey, director artístico de la compañía. Johnsey es un maestro de la danza en toda regla. Tal como pudimos disfrutar en el número que él mismo presentó en escena. Sus movimientos perfectos y orgánicos encandilaron al público en «La Mort del Cigne», pieza que realizó en solitario y con la que pudimos ver la destreza y precisión que desplegaba en escena. Su sola presencia llenaba el escenario y nos dejaba sin palabras justo antes de la media parte del espectáculo. El silencio se hizo presente en la sala durante todo el número. Solo los aplausos finales rompieron la tensión creada.
Y en segundo lugar, el número grupal que realizaron todos los integrantes del Ballet de Barcelona, Together, creado por Antonio Carmena para la ocasión. En él, el primero tras la pausa, ya pudimos disfrutar de unos momentos menos tensos por parte de la compañía en la que «juntos» realizaron una fantástica presentación de la pieza llena de movimientos en cascada que deleitaron al respetable.
El Ballet de Barcelona ya está aquí. Un nuevo ballet ha sido creado en la ciudad condal y tienen claro que vienen a quedarse. Acaban de empezar y, obviamente, en su estreno tuvieron algún que otro fallo por los nervios pero su estreno fue digno de un ‘standing ovation’ en toda regla. Larga vida al Ballet de Barcelona. Esperamos volver a disfrutaros bien pronto en nuestros escenarios y en los escenarios internacionales que, por seguro, vendrán.