Una lección de buen gusto y perfección vocal cargada de humor gestual al más puro estilo Yllana. Estética circense y cabaretera con toda la emoción de los hits de la ópera en un formato distendido e impactante: eso es The opera locos, el cuidadísimo espectáculo con referencias a otros estilos musicales que ha aterrizado en los Teatros del Canal arrancando la ovación de la platea.
Bajo la dirección artística de David Ottone y Joe O’Courneen, y la dirección musical de Marc Álvarez y Manuel Coves, The opera locos presenta a cinco divos de la ópera en una divertida lucha de egos que intercala tiernas historias de amor. María Rey Joly, Maica Teba, Toni Comas, Enrique Sánchez Ramos y Jesús García Gallera juegan con la mímica (y con el público) mientras ofrecen maravillosas interpretaciones libres de Nabucco, Carmen, La Boheme o Turandot entre otros grandes clásicos del género. Si bien, dadas sus cualidades y desenvoltura, es injusto destacar a ninguno de los intérpretes por encima de los demás, también es cierto que la potencia, el carácter y el timbre de la brillante voz de la soprano María Rey Joly sobresale, sin proponérselo, gracias a un encanto natural que se escapa a cualquier definición.
Ataviados con caracterizaciones extremas y caras pintadas de blanco los cinco destacados cantantes tienen la oportunidad de mostrarse en un registro menos encorsetado que el propiamente operístico. Esa es la idea: poner en escena una creación original que acerque al gran público a la opera, filtrando la belleza musical del género de la seriedad y férreas exigencias de complejos personajes y libretos. Yllana lo consigue sobradamente de una manera fresca y sobre todo pensada y elegante hasta el mínimo detalle. El resultado se convierte en una sucesión de momentos memorables que dan espacio para que cada cantante sorprenda en su registro y pueda desarrollar la personalidad de su excéntrico personaje. El conjunto de individualidades, complementarias y bien construidas, se integra en un todo sugerente que no precisa de ostentosas escenografías para ofrecer una propuesta enorme en su coherencia, plasticidad y saber hacer.
The opera locos es una explosión de ilusión contagiosa. El mismo grado de compromiso y diversión que se ve encima del escenario se transmite a los espectadores que se hacen cómplices, de inmediato, de un ambiente festivo y a la vez melancólico que parece un cruce estético entre Moulin Rouge, el colorido de la compañía teatral La Cubana y algo del toque oscuro del universo Tim Burton. La iluminación de Pedro Pablo Melendo cobra un papel fundamental en este espectáculo que deja diáfano el espacio escénico. Aparte de la música, la luz es el arma principal: esta junto al diseño de sonido de Luis López Segovia ponen el marco indicado para que la coreografía de Yllana funcione.
Este paseo introductorio por la ópera es un viaje que va desde “Va, pensiero…” (Nabucco. G. Verdi) a “Nessun dorma” (Turandot. G. Puccini) e incluye paradas en las grandes composiciones de Bizet, Händel, Puccini, L. Delibes, J. Offenbach, R. Leoncavallo, Saint-Saëns y Mozart. Los Teatros del Canal continúan así su buena apertura de temporada con este The opera locos, una idea original de Yllana y Rami Eldar que se define a sí misma como “comic opera show” y cuya visita no es recomendable: es obligatoria.
Crítica realizada por Raquel Loredo