Recién iniciada la temporada de teatro, llega El Tràmit al Teatro Borràs de Barcelona. Una alocada comedia escrita por Fernando Trías de Bes y con Martí Torras a la cabeza de la dirección de un gran elenco actoral consolidado.
¿Qué tienen en común el ministerio de interior, un extraterrestre y tres científicos? A primera vista parece que nada, pero durante el transcurso de la obra entre risas y más risas, estos tres ingredientes acaban por desvelar un sistema de corrupción normalizado en nuestra sociedad liderado por personas con oscuros secretos. Con un brillante guión plagado de giros inesperados, El Tràmit, pone encima de la mesa la lacra de la corrupción y la ambición del ser humano mientras practicas la risoterapia.
La premisa es sencilla pero original: Tres amigos lejanos del ámbito universitario y que han progresado en sus carreras profesionales como físico, medico y psicóloga, son citados en una dependencias secretas de la unidad de inteligencia del ministerio de interior para cumplir con un peritaje remunerado con 2000 Euros. Los científicos deben corroborar el hallazgo de un extraterrestre para que el Ministerio de Interior reciba una suculenta asignación extra de dinero público, de forma transparente y acreditada, con la finalidad de seguir investigando este extraño hallazgo. Todo se sale de madre cuando en medio del peritaje salen a relucir a salir trapos sucios que no dejarán a títere con cabeza, prácticas perversas de todos los implicados para recibir una asignación pública y todo ello destapado por un alíen que volverá locos a los peritos a lo largo del interrogatorio.
El elenco de actores y actrices que compone esta obra, sin duda, es una apuesta segura de principio a fin. David Bagés quien interpreta al extraterrestre Saturnino ha desarrollado un gran personaje cómico con guiños que hacen ganarse al público desde su primera aparición en escena; una actuación brillante. Los científicos Dr. Sancho, Dra. Sala, y el profesor Ribes, interpretados por Àlex Casanovas, Mònica Glaenzel y Xavier Serrano son el trío de protagonistas perfecto para que el público disfrute descubriendo sus trapos sucios y viviendo las rencillas que salen a relucir entre ellos. Tres personajes muy distintos entre si: el médico exitoso y desvergonzado que ha montado una clínica privada para sacar más tajada de la crisis; la psicóloga profesora de universidad que más que ejercer necesita una a gritos y que triunfa en el mundo literario publicando libros de auto-ayuda; y un científico con clase además de gran reputación que todo lo cuestiona y no se deja tomar el pelo fácilmente pero que no puede dejar de ser un pagafantas. Tres interpretaciones geniales que en todo momento te entretienen y te sumergen en la incertidumbre de lo que van a vivir. Personajes hechos a medida para que te des cuenta que a la gente le encanta la apariencia y la ostentación pero que son capaces de derrumbarse al más mínimo movimiento. El colofón actoral lo ponen Manel Sans, interpretando al Sr. Susqueda, quien les contrata para el peritaje y que también tiene turbios secretos que no dejarán a nadie indiferente y la simpatiquísima Paquita, la «chica para todo» interpretada por Susanna Garanchana que pone un toque de humor desternillante, y que a pesar de ser la más rara acabas descubriendo que es la más cuerda. Es el claro reflejo de que aún queda gente honesta en el mundo y que este tipo de gente debe ser atesorada.
La producción e iluminación es sencilla pero le va como anillo al dedo a una obra que tan solo tiene una localización y cumple con su función a la perfección. El Tràmit presenta un guión tan brillante con múltiples giros que te llevarán a sacar conclusiones; como que las apariencias engañan, que no es oro todo lo que reluce y que la corrupción está tan normalizada en nuestro día a día a pesar que lo ideal sería todo lo contrario.
Si tienes ganas de reír y dejarte sorprender, yo de ti me sumaría a uno de los grandes estrenos en el inicio de esta temporada. Una vez hayas liberado un cóctel de endorfinas, serotonina y dopamina en tu cerebro, podrás dar paso a una reflexión sobre nuestras instituciones, los seres queridos que te rodean y sobretodo repasar si tus secretos más oscuros están a salvo o pueden salir a la luz en un futuro.
Crítica realizada por Josh Fenoy