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14.06.2018 Críticas  
Una voz espectacular no tanto el baile

Un nuevo espectáculo sobre la música de Michael Jackson, I want you back, llega a la ciudad condal. Esta vez, el espectáculo se instala en el Teatre Poliorama para presentar una ejecución vocal y lumínica envidiable pero un baile e imitación un tanto desacertada.

I want you back bebe de la música y vida de Michael Jackson. Sus temas, su saber hacer, sus lecciones de vida, introducen las canciones y llevan el hilo conductor de un espectáculo que se erige como un nuevo homenaje a la figura del rey del pop.

Esta temporada parece que este tipo de espectáculos vuelve a estar de moda. La vuelta y re-visión de Forever King of Pop ha hecho que los espectáculos tributo proliferen. Así podemos ver, también en la ciudad condal, We Love Queen en el Teatre Coliseum y, próximamente, Abba Live Tv.

Pero, ¿en qué se diferencia I want you back de Forever king of pop? ¿Merece la pena ver otro espectáculo tributo a Michael Jackson? Pues a decir verdad, sí. Ambos espectáculos son muy diferentes. Cada uno soluciona la carencia que tiene el otro; lo que haría que si ambos se juntaran con una cooperación de productoras, se realizara un espectáculo redondo.

Si bien es cierto que muchas canciones se repiten (no podía ser de otra forma), I want you back se basa especialmente en la imitación vocal de Michael Jackson en voz de DaBeat. Este cantante es un genio. Su voz imita casi a la perfección el tono, la forma, la colocación y la coloratura de MJ de una forma sin igual. Cada vez que DaBeat abre la boca, solo puedes cerrar los ojos y escuchar la voz de Michael. La perfección se encuentra en sus cuerdas vocales cuya vibración deja al público asombrado desde el minuto uno. Y no solo cantando, sino hablando. Lástima que al no imitarle físicamente, su presencia quede casi siempre relegada a un segundo plano visual.

En lo que a danza e imitación física se refiere, esta queda muy pobre. Obviamente el maquillaje hace que veamos a Michael Jackson sobre el escenario pero, al iniciar movimientos, vemos que la imitación queda escasa si lo comparamos con el nivel vocal. Si bien es cierto que en el final del espectáculo, el encargado de imitarlo realiza perfectos movimientos de popping que se convierten en una delicia a la vista del espectador, estos no se asocian a la figura del rey del pop. Localizaremos movimientos icónicos, como no, pero la imitación en sí cojea en la danza. Lo mismo ocurre con el cuerpo de baile. Un espectáculo basado en Michael Jackson hace que sus fans se sepan casi toda su vida e, incluso, la coreografía. Coreografías incompletas y poco marcadas hacen que se pierda esa magia que esperas al entrar en el teatro. Un punto que necesita mejorarse.

Por otro lado, hemos de destacar a los recién incorporados background vocals Brigitte Emaga y Alex Dee. El día que fuimos a ver la obra solo llevaban tres días en plantilla y la profesionalidad se nota cuando, sin ayuda de pre-grabados, dan el do de pecho para combinar armonías perfectas con DaBeat. Alex Dee controla a la perfección la rapidez vocal del rap y así nos lo hace notar en varias canciones. Un voz portentosa y personal con un rango vocal amplio. Y Brigitte Emaga, la cual no sobresale hasta la segunda parte, tiene un color vocal y un saber hacer en el escenario que más de uno querría para sí. Su interpretación de «I just can’t stop loving you» junto a DaBeat es una de las mejores, y más recordadas, partes del espectáculo. Un poco más de soltura y Brigitte Emaga se llevará al público en el bolsillo.

Por último, en el sentido técnico del espectáculo, comentar el diseño del escenario, las luces y el sonido. El escenario en sí es sencillo y sobrio. Basado en unas tarimas para levantar a la banda, estas quedan retro iluminadas para convertirse en un complemento perfecto al fantástico juego de luces creado para el espectáculo. No se necesita más. Un montaje sencillo que eleva la calidad del espectáculo tanto en momentos de ritmo como en canciones más melódicas. Por su parte, el sonido es vibrante y perfecto. Escuchamos las canciones en su perfección, aunque algo estridentes en momentos puntuales. Algo que abogamos por revisar para el completo disfrute del espectáculo.

En definitiva, I want you back tiene cosas que mejorar pero el balance de disfrute es tal que repetiría hoy mismo solo por escuchar esas perfectas voces acompañadas de un esplendido equipo técnico.

Crítica realizada por Norman Marsà

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