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04.05.2018 Críticas  
Delicioso desafío a la Enciclopedia

La Gleva Teatre retoma Paraules d’amor. Un espectáculo escrito y dirigido por Joan Ollé y que sube a escena al “Diccionari Tòntu (Elogi del barbarisme i d’altres barbaritats de la parla catalana)”. Tres intérpretes en estado de gracia nos acompañan en este recorrido informal y francamente divertido que no deja de tener su toque entrañable y emotivo.

“Paraules d’amor senzilles i tendres. No en sabíem més, teníem quinze anys. No havíem tingut massa temps per aprendre’n. Tot just despertàvem del son dels infants”. El título evoca de algún modo a la canción de Joan Manuel Serrat y, quizá sea algo buscado o quizá sea una casualidad, nos encontramos con un detalle muy significativo. Y es que esta canción se lanzó en 1968, precisamente el mismo año en que Edicions 62 empezó a publicar por fascículos y bajo subscripción la Gran Enciclopèdia Catalana. Esa cuyos tomos verdes vemos sobre el escenario a modo de objetos de utilería. Sobre los que se sentarán las protagonistas y que les servirán de taburete improvisado y lo que haga falta. Situar los distintos ejemplares sobre un pequeño cuadrilátero de césped artificial que delimita el escenario no deja de ser irónico, como si de sus frutos se tratara.

Probablemente las dificultades que conllevó el surgimiento de la publicación fueron considerables pero no es menos seguro que todo tipo de normalización coarta de algún modo la espontaneidad y expresividad más popular y natural. Ollé ha escrito su propio diccionario y viste a las protagonistas como si fueran modelos, que pretenden desfilar por lo que él mismo ha expresado como “la pasarela de la lengua y la memoria”. No se trata ni mucho menos de una lectura y el esfuerzo que realizan Cristina Arenas, Blanca Garcia-Lladó y Laura Pujolàs es considerable. Ya no se trata de tener vis cómica, algo que las tres demuestran poseer a raudales y que cada una aplica de modo particular, sino de naturalizar un lenguaje disconforme con el normativo y que en muchas ocasiones se lleva al extremo.

“En teníem prou amb tres frases fetes que havíem après d’antics comediants. D’histories d’amor, somnis de poetes, no en sabíem més, teníem quinze anys…”. Todos hemos escuchado, incluso pronunciado, muchas de las palabras que se dicen aquí. En función de la generación a la que pertenezcamos estaremos más familiarizados con unas o con otras. Pero, ¿cómo convertir esto un una pieza teatral? Ollé ha creado un vademécum al que ha dotado de un ritmo escénico que no decae en ningún momento. Por fascículos temáticos. Sus tres cómplices son las últimas responsables del éxito de una función. Lo que llegan a soltar y cómo lo hacen revoluciona la elocución y dicción de un modo que nos mantiene entre absortos, incrédulos y sorprendidos mientras dura la representación. El contraste con lo que expresan con la mirada y la actitud que demuestran comprendiendo múltiples registros dramáticos es muy destacable. Excelentes las tres.

Finalmente, Paraules d’amor propicia de un modo mordaz e irónico, con constantes guiños a la actualidad que nos rodea, ese sano ejercicio que consiste en reírse de uno mismo. En este caso, si la lengua es uno de los estandartes de la cultura de un colectivo y nosotros, en este caso fuera del espectáculo, le pegamos semejantes patadas, ¿en qué lugar nos quedamos como defensores de la misma? En cualquier caso, nos encontramos ante una pieza cómica muy bien trabajada. Un libro escénico que debería ocupar la estantería de todo espectador.

Crítica realizada por Fernando Solla

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