Comedia ligera, de enredo y mentiras, de truhanes aprovechados y desgracias inoportunas. Tres actores en buena sintonía para un texto ligero que deja un agradable sabor de boca. Los Teatros Luchana juegan a Play Out o a morir de éxito.
Play Out plantea esta cosa tan corriente de que a veces el reconocimiento y el éxito vienen una vez se ha fallecido. Esto le ocurre al protagonista de la historia. Un escritor en fase crítica de inspiración, que por una serie de malentendidos e infortunios acabará siendo dado por muerto. Su pareja y su editor no saldrán de su asombro al ver como se disparan la fama y las ventas del supuestamente fallecido escritor. Ante esa tesitura decidirán mantener el engaño, las consecuencias de tal entuerto no tardarán en aparecer.
Encabeza la función Lola Baldrich que hace gala de su excelente tono de comedia. Tanto en su papel de resignada pareja, como en su papel de nueva rica. El malogrado escritor es interpretado por Gorka Mínguez, y el editor por Diego Pérez. Los tres desprenden buena energía en escena, si bien un poco de agilidad en todo el desarrollo si se agradecería, así como una buena explosión final que se echa en falta. De todas maneras, la comedia se deja ver y disfrutar con una sonrisa, y el tono es más que agradable. Los chascarrillos y replicas algunas veces son más atinados que otras, pero no deja de ser un texto que pretende entretener y no moralizar.
Aunque un poco más de profundidad sobre la ética y sobre el valor que damos al arte no estaría mal, la obra no deja de contener algunos dardos curiosos que entre risas suenan menos hirientes.
La escenografía recrea el apartamento del escritor y su pareja, hasta convertirse incluso en la isla o playa casi desierta en la que el escritor busca su refugio sin saber que todos le dan por muerto y enterrado.
Play Out es una propuesta ligera, que se deja ver con agrado, a la que mucho le debe el buen hacer del trío actoral del que se desprende buena química y ganas de agradar al público. El texto de Teresa Calo necesitaría una vuelta de tuerca hacia un humor más macabro, pero se deja ver y disfrutar sin mayor pretensión que pasar un rato agradable.
Crítica realizada por Moisés C. Alabau