El pasado martes acudimos al Almeria Teatre al estreno de Les veritables aventures de Don Quichotte de la Mancha, una gran adaptación del texto del Quijote hecha por Philippe Soldevila.
¿Cómo puede ser que después de tantos años de la muerte de Cervantes, el Quijote siga estando tan de moda? Me planteo si realmente lo que no pasa de moda es la locura, la búsqueda de vivir en la ficción y de perder la razón. Como sea, esta obra consigue activar la atemporalidad del texto con un montaje creado por las compañías canadienses Sortie de Secours, Pupulis Mordiscus y la catalana Gataro, se convierte así en una multidisciplinaria producción.
Philippe ha conseguido sacudirle los ácaros y convertir este clásico en una obra que mezcla cuidadosamente el castellano, el catalán y el francés, sin arriesgarse a que el público se pierda el significado de ninguna de las palabras y además lo acompaña también de marionetas y elementos audiovisuales.
La recreación de Don Quijote empieza en la segunda parte de sus aventuras, en la que el famoso hidalgo intentará de todas las maneras evitar que se imprima una falsa segunda parte escrita por Avellaneda. Durante estas aventuras, tanto el protagonista como los demás personajes nos demostrarán lo ambigua que es la ficción en nuestro día a día usando las marionetas del Maese Pedro.
El uso de los anacronismos es un riesgo en cualquier obra, en cambio, en este caso se han usado de manera muy sutil, inteligente y sin desentonar, añadiendo a la obra algunas carcajadas. Las marionetas se integran con los actores Víctor Alvaro, Savina Figueras, Pierre Robitaille y Nicola-Frank Vachon y los actores con las marionetas, fusionándose y desvinculándose de forma casi constante.
Les veritables aventures de Don Quichotte de la Mancha es una magnífica producción del Grec Festival de Barcelona, Théâtre Sortie de Secours (Quebec), Pupulus Mordicus (Quebec), Gataro (Catalunya) y Fundación Festival Internacional de Teatro Clásico de Almagro (Castilla-La Mancha) que revitaliza un clásico sin dejar de serle fiel a Cervantes, una obra dirigida con energía y vitalidad que pretende una reflexión sobre la relación entre la realidad y la ficción en nuestros días.
Crítica realizada por Milena Vázquez