Llega al Teatro Real esta ópera de Nikolái Rimski-Kórsakov. Entre el 25 de mayo y el 9 de junio se ofrecerán nueve funciones de esta nueva producción del Teatro Real en coproducción con la Ópera Nacional de Lorena y el Teatro de La Monnaie de Bruselas, donde la ópera se estrenó el pasado diciembre con un gran éxito.
La obra, basada en la fábula homónima de Aleksandr Pushkin, es una sátira amarga sobre la arbitrariedad de los tiranos, los abusos de poder y el conformismo de los sometidos, pero también una autocrítica sarcástica al nacionalismo musical ruso de finales del XIX, que el mismo compositor había contribuido a exaltar con obras brillantes y coloristas inspiradas en el folclore eslavo.
El Gallo de oro, última de las quince óperas del compositor, está completamente influenciada por la guerra suicida que emprendió Rusia contra Japón en 1904 con miles de muertos, por la represión y corrupción del zarismo, y por la abortada revolución de 1905 con la masacre del conocido domingo sangriento. Ese desconcierto, amargura y rabia llenan de sarcasmo las páginas de El Gallo de oro, en las que nadie se escapa a la feroz caricatura: un zar caprichoso y egocéntrico, que somete los designios de su reino al canto de un gallo de oro; dos hijos indolentes y necios, un astrólogo astuto y manipulador, una zarina perversa y lasciva.
La dirección musical corre a cargo de Ivor Bolton, que dirige su novena ópera en el Real, después de los recientes éxitos de Billy Budd y Rodelinda. El maestro destaca la gran orquestación de la pieza, con elementos de música tradicional rusa. Una composición consecuente que contará con un doble reparto de lujo.
El director de escena es Laurent Pelly, que destaca que la actualidad se ve reflejada en la ópera, aunque se recrea el siglo XIX, hay elementos escenográficos que evocan otras épocas. Una gran cama opulenta presidirá el escenario, sobre un fondo negro, de carbón que representará el pueblo.
El Gallo de oro es una ópera poco representada, precisamente por la gran carga de sátira y burla que contiene. Es difícil imaginar hoy una composición que retratara con tal sarcasmo a algunos de los líderes políticos más prominentes y poderosos de la actualidad. Aunque aquí el retratado es el zar, no será difícil para el espectador identificar a otros gobernantes.
El Teatro Real ofrece una oportunidad de oro, nunca mejor dicho, programando esta desconocida ópera. El Gallo de oro promete hacer disfrutar al público con la sátira política, disfrazada de cuento. Más información y entradas en la web del Teatro Real.