Un día estas navegando por las redes y te cruzas con un término que no has escuchado nunca, o que al menos no has reparado en él, MUEBLOFILIA. Cuando investigas, te encuentras que es un proyecto en el que están involucrados los “Malditos” Rulo Pardo y Verónica Ronda, que es un estreno inminente en el renovado Café Berlín, y que se plantea como un musical.
Uno, que es curioso, no puede faltar a tan particular cita para ser testigo de lo que allí acontece. Así que decide pasarse por la nueva localización de Café Berlín, en el centro de Madrid, para desentrañar el misterio que lo envuelve.
La compañía Sexpeare, con 20 años ya a sus espaldas, y el Café Pavón, capitanean esta producción, que como ellos mismos expresan, es algo inclasificable. No es un concierto, no es un musical, no es teatro, y a la vez, lo es todo. La premisa de la que partimos es el desarrollo de un juicio a un carpintero acusado de abusar de un armario de dos puertas, en una tienda de muebles, y a raíz de este incidente se descubre toda una red de abusos continuados de este individuo, al que una noche se le insinuó a una silla, a todo aquel mueble que pasa por sus experimentadas manos. Entre capas extra de barniz, tapizados sugerentes, y fortuitos encuentros en la noche con atractivas piezas de mobiliario, desfilan una serie de personajes esperpénticos, que actualizan esas “Luces de Bohemia” de Valle- Inclán, con señoras de derechas, abogados de oficio, y parejas que pasan el fin de semana atrapados en los pasillos de IKEA.
Rulo Pardo es el carpintero protagonista, siguiendo la estirpe familiar de un geppetizado Richard Collins-Moore, cuyo único delito ha sido enamorarse de una silla necesitada de cuidados, a la que pone cuerpo y (tremenda) voz Verónica Ronda. Completan el elenco Fele Martinez, Jorge Rueda, Jose Luis Sanchez, Antonio Gomez, Nacho Vera, Gloria Albalate y Cristina Gallego.
El velo de misterio que cubre este espectáculo es su mayor baza a la hora de atraer a un público que debe ir preparado para pasar una velada de lunes, irreverente, gamberra, y ante todo, absurda. La galería de personajes que habitan esta MUEBLOFILIA, y que narran sus grotescas vidas, son hijos del John Waters mas puro, y tienen alma de un Rocky Horror Picture Show cañi. Y es aquí, con este carácter desenfadado y sus estribillos para corear en comunión con el público asistente, donde percibo que madurar la idea, y seguir trabajando los gags y los diálogos, puede dar con el musical trash de referencia español. La atmósfera ochentera, el aspecto de bajo presupuesto, y la serie B que destila MUEBLOFILIA, pueden hacer de ella la cita imperdible de una programación con carácter noctambulo en un espacio que les permita lucirse mas y poder jugar con los asistentes, porque la aparente intención provocadora del show se ve limitada a un escenario minúsculo, y una organización de la sala que impide desplegar todo el potencial que tiene este proyecto.
MUEBLOFILIA se puede disfrutar los lunes de marzo en la calle Costanilla de los Ángeles, 20; a las 21.00h, y acaban de prorrogar el mes de abril, asi que id, y dejaros llevar.
Crítica realizada por Ismael Lomana