Juntar sobre las tablas a tres jóvenes talentos como Alba Flores, Kimberley Tell, o la nominada al Goya del presente año Anna Castillo, con una de las actrices mas carismáticas del panorama español como es Najwa, supone un reto y unos riesgos que afrontan estas mujeres en el Teatro de la Luz Phillips Gran Via.
Aprovechando el impulso mediático de Najwa con la exitosa Vis a Vis, y la nominación al Goya y el perenne éxito de Anna Castillo en el musical La Llamada, parece que ha servido de premisa para levantar este ambicioso proyecto de teatro musical, que constituye un rara avis en el circuito teatral patrio. Apoyándose en el legado musical del Rat Pack de los 60, y adquiriendo cada una de las actrices los rasgos de la personalidad de algunos de los miembros del grupo, así como de algunas celebridades que orbitaron alrededor de ellos, centrándose en este caso en Marilyn Monroe.
El espectáculo nos sumerge en el rito iniciático al que se ve sometida Marilyn, la cual sacrificara su vida terrenal por una existencia eterna bajo la luz de los focos de los escenarios, y la frialdad de la luna. Najwa, una suerte de Sinatra nosferático, ofrecerá esa inmortalidad a cambio del talento y la obediencia de la que llegaría a ser la estrella mas grande de la Tierra. El mito vampirico se actualiza aquí en un ambiente de farándula con el único sustento, no ya de la sangre de los mortales, sino de sus aplausos y su devoción.
Tras un arranque prometedor, soportado por las hipnóticas interpretaciones y voces de Najwa Y Kimberley, comienza una vertiginosa presentación del resto de personajes, que van surgiendo al ritmo de grandes éxitos “Fly Me To The Moon”, “Volare”, el “Happy Birthday, Mr, President” y “Something Stupid”, por mencionar una muestra de los mismos. Alba Flores pasa a convertirse en un Dean Martin con una voz poderosa, y Anna Castillo en un níveo Sammie Davis Jr que arrancara mas de una sonrisa al publico con su carisma y su innata vis cómica.
Si todo lo mencionado hasta el momento son las claves y los ingredientes necesarios para un producto de éxito, todos estos no terminan de mezclarse del modo apropiado y lo que presenciamos es una mezcolanza de buenas intenciones con un aparente fallo de dirección. La premisa de la transformación en un ser que habitara una noche eterna, se pierde nada mas producirse; la presentación atropellada de los dos “secundarios” impide que llegues a conectar con ellos y a plantearte cual es su papel en el escenario, a parte de las intervenciones cómicas de Anna y las intervenciones musicales de Alba. El espectacular decorado de Alessio Meloni se queda pequeño en la inmensidad del escenario del teatro Gran Via, al igual que la interpretación de Najwa o su simple presencia, que se va disolviendo hasta su despedida.
Un mayor lucimiento de la impecable voz de Kimberley Tell, un aprovechamiento eficiente de la presencia y el talento hipnóticos de Najwa; una justificación para el componente cómico de Anna Castillo, cuyas proclamas políticas se pierden, totalmente descontextulizadas, y un desarrollo del personaje de Alba Flores, que roza lo fantasmal, considero que son los elementos que necesitan revisarse para que pasemos de simplemente recomendar el espectáculo, a considerarlo algo imperdible.
Este show es un “work in progress” que merece ser revisitado, y a ser posible, en un espacio de dimensiones mas limitadas, para que nos sintamos inmersos en la experiencia de la protagonista, y no necesitemos mas que el calor de los focos y renunciemos a la luz del sol.
Crítica realizada por Ismael Lomana
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